Seat Altea Ecomotive

El duende verde

La familia Ecomotive sigue creciendo en el seno de la firma española Seat, cada vez más asentada dentro del grupo VW-Audi. A falta de tecnologías más avanzadas y caras que se muevan con energías renovables, Seat se decanta por la mecánica Ecomotive, que ya era una realidad en el Alhambra y en Ibiza, y que ahora se incluirá en el León, Altea y Altea XL. Nosotros, que hemos realizado la prueba sobre el chasis del Altea, podemos concluir que el vehículo se caracteriza por gastar poco, muy poco, ser respetuoso con el medio ambiente y todo, sin disminuir sus prestaciones. Desde luego que en Seat se han estrujado las neuronas (filtro de partículas DPF, la mejora en el refinamiento de la mecánica, sistema de arranque y parada automática Start/Stop, sistema de recuperación de energía) para fijar las emisiones en el Altea 1.6 TDI Style Ecomotive en 119 gr/km, 20 gr/km menos que lo que emitía su antecesor, el Altea 1.9 TDI, y el consumo medio en 5,6 l/100 km.

a favorBajo consumo–Reducción de emisionesMejores prestacionesen contraMás ruidosoSin cambio automáticoPrecio ligeramente alto
En el Altea, al igual que en el resto de los modelos de la gama Ecomotive, se modifican aspectos aerodinámicos, mecánicos, en los neumáticos y en el peso final de la unidad. Todo para lograr una mayor efectividad en el consumo y en las emisiones de CO2. En Martorell (Barcelona), los ingenieros de Seat trabajan para diseñar los nuevos modelos de la marca, con una especial preocupación en los aspectos medioambientales, al mismo tiempo que buscan que la nueva política de empresa repercuta en un ciclo de vida útil mayor.

Con alimentación common-rail, el Altea Ecomotive irrumpe para hacer frente a modelos como el Citroën C4 Picasso, Ford C-Max, Renault Scenic o Peugeot 5008. En España el comprador se ahorra, evidentemente, el impuesto de matriculación, además de contar con un equipamiento de serie bastante abundante para el segmento de los monovolúmenes compactos, aunque con un precio ligeramente elevado.

Cargado hasta los topes

El Altea Ecomotive no varía en nada su diseño exterior, apenas lo distingue del resto de la gama el logo Ecomotive situado en la parte derecha del portón trasero, que sigue siendo el paso a un maletero de grandes dimensiones: 409 litros que se convierten en 1.320 litros con los asientos abatidos. Con un espacio interior sobresaliente y una presentación en la que predominan los tonos oscuros, el Ecomotive está disponible en dos niveles de equipamiento: el Reference (19.150 euros) y el Style (20.650 euros). Ambos incluyen ABS, control de tracción TCS, ESP con EBA, 6 airbag, indicador de marcha recomendada, 2 anclajes Isofix en los asientos posteriores, asistente de ayuda al arranque en pendientes, testigo de pérdida de presión de neumáticos, retrovisores exteriores calefactados, faros dobles, paragolpes en color carrocería con molduras integradas, asiento del conductor regulable en altura, volante ajustable en altura y profundidad, la consola central clásica de Seat con dos zonas perfectamente diferenciadas ventilación y audio-, ganchos portaobjetos en laterales del maletero, elevalunas eléctricos delanteros con sistema antipinzamiento y one touch, cierre centralizado con mando a distancia, ordenador de a bordo y audio-CD/MP3 con 6 altavoces y tomas auxiliares.

El más completo de los dos, el Style, el que hemos podido probar durante una semana, añade a lo anterior faros antiniebla con función de luz de alumbrado en curva, volante forrado en cuero de tres radios con mandos, pomo de cambio también de cuero, elevalunas eléctricos traseros, retrovisores eléctricos plegables, control de velocidad de crucero, función Coming Home, climatizador, asiento conductor y pasajero con regulación lumbar y en altura y llantas de aleación de 16 pulgadas modelo Enea con neumáticos 205/55.
La conducción ecológica de la que hace gala esta unidad no está reñida con sus prestaciones y unas sensaciones al volante de máxima confortabilidad, tanto para trayectos cortos como para distancias más largas y comprometidas para la mecánica. Y es que el Altea es bravucón, ofreciendo sus 105 cv de potencia a 4.400 revoluciones, una velocidad máxima de 183 km/h, una aceleración de 0-100 de 12,2 segundos y lo que es mejor, con un consumo medio de 5,6 l/100 km.

El motor turbodiésel 1.6 TDI con alimentación common rail, que ya era una realidad en el Ibiza y Alhambra, es notablemente eficiente y los cambios introducidos son precisos y muy coherentes para el tipo de conducción que vamos a practicar con él. Así el motor citado, que sustituye al 1.9 TDI con bomba inyector de 110 cv, fija ahora las emisiones de CO2 en 119 gr/km y reduce sensiblemente la sonoridad del motor, sobre todo al ralentí. Seguimos notando, eso sí, que a la hora de rodar por autovías el contacto de los neumáticos con el asfalto se filtra en exceso a la cabina.
Una vez ante al volante, es obligatorio pisar el embrague para que la llave haga contacto. Entonces, ya en marcha, es cuando podremos disfrutar del sistema Star/Stop, que entra en funcionamiento cuando, por ejemplo, el conductor llega a un semáforo, frena, lleva la palanca de cambio de cinco velocidades a punto muerto y quita el pie del embrague. El motor se para, ahorrando una media de 7% de combustible, y vuelve a ponerse en funcionamiento al meter primera y apretar el acelerador.
Otra de las ventajas que ofrece este motor es un sistema de recuperación de energía, con el que el motor trabaja menos y consume menos. De tal forma que es posible recuperar la energía procedente del alternador cuando soltamos el pie del acelerador o pisamos el freno. Otra ayudita para ahorrarse un dinero, que ahora incluyen la mayoría de los modelos de SEAT, es un indicador en los relojes de cuándo cambiar de marcha. Por último, el Altea ofrece unos neumáticos especiales de baja fricción que minimizan la resistencia a la rodadura.

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