Nissan Almera 2.2 Di

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OPCION MUY RECOMENDABLE

Cuando llegó al mercado la segunda y actual generación del Nissan Almera nos encontramos con uno de los mejores compactos que era posible adquirir. El único defecto realmente achacable a la gama era la versión diesel, que a pesar de contar con una cilindrada de 2.2 litros no daba la talla frente a la competencia, pese a contar con argumentos técnicos de sobra.
¿Le fallaba algo tan importante al Almera diesel como para justificar una reforma mecánica a menos de dos años de su lanzamiento, o es fruto de la mejora constante de los productos? Pues un poco de lo uno y de lo otro. Las modificaciones van más allá del motor e indudablemente vienen a solucionar una carencia, pero por otro lado hay que valorar la respuesta franca de Nissanante un problema que otros fabricantes hubieran afrontado de manera muy diferente.

El envoltorio de ese motor con nuevas posibilidades no es menos atractivo, al tratarse de una serie limitada completamente equipada y a un precio muy interesante de 2.999.000 pesetas en cinco puertas y 2.954.000 en carrocería de tres puertas… ¡así que corre, que se acaban!
Carlos Lera, Autocity.
9 de Agosto de 2001

Interior

INTERIOR Y ACABADOS

La presentación de esta versión es excelente, con una selección de materiales de auténtico lujo y una combinación cromática alegre pero sin perder la elegancia, sobre tonos azules que encajan perfectamente con el color plateado de la carrocería. El volante, la palanca de cambios y la tapicería están terminados en piel de color azul a juego con el salpicadero, que combina azul con gris claro en sus diferentes elementos.
El equipamiento goza de una extensión extraordinaria, incluyendo de serie elementos poco comunes como una radio-CD con mando de control en el volante y seis altavoces. A tan excelente dotación se añaden elementos más comunes para incrementar la comodidad, como el aire acondicionado (un pena la ausencia de climatizador, pegaba más con el resto del coche), elevalunas en las cuatro puertas, cierre centralizado con mando a distancia, etcétera.

La seguridad también está cuidada, como demuestran los reposacabezas delanteros activos, airbags frontales y laterales y sistema de frenos ABS con repartido electrónico de la potencia de frenada (EBD).
Lo mejor, pese a todo, es la excelente comodidad interior del Almera, basada en unos asientos muy bien diseñados, regulable el del conductor en altura e inclinación de a banqueta así como el volante en altura. El espacio es francamente amplio tanto en la zona delantera como en la trasera y la disponibilidad de abundantes huecos para objetos de todo tipo es la más amplia de la categoría: porta-gafas en el techo, gancho para el bolso, porta-paraguas, compartimento ‘secreto’ bajo los porta-latas y algún que otro ‘porta-algo’ del que me olvido seguro.
Por último, el maletero posee una buena capacidad que lo sitúa en puestos medios dentro de su categoría. En realidad el portaequipajes cede algo de terreno a favor del espacio para los pasajeros de la parte de atrás.

Motor

MOTOR

Nissan ha hecho coincidir la llegada de la serie limitada Elegance con los cambios en la mecánica diesel, y si duda que el cambio operado en el funcionamiento del motor bien merece una mención especial.
Aunque la potencia se mantiene inalterada respecto a la versión anterior, ahora da la impresión de que los 110 caballos que anuncia están presentes cuando se los solicita y sobretodo la percepción de fuerza a medio régimen es mucho más evidente. De hecho el par máximo anuncia un incremento de 8 Newton/metro, pasando de 230 a 238 Nm pero más allá de estas cifras, que tampoco parecen muy llamativas, el hecho es que a lo largo de toda la banda de uso se percibe una mayor consistencia y una respuesta más contundente.

A ello también han contribuido de forma decisiva los nuevos desarrollos de la caja de cambios, más cortos por la reducción del grupo final (pasa de 3,824 a 3,428) por lo que hacen las reacciones del coche mucho más vivas y dinámicas. La elección de estos desarrollos junto con los cambios operados en el motor son buenos para todo menos para el consumo, pues tanto la velocidad máxima como las aceleraciones y recuperaciones se benefician de ellos.
No obstante la velocidad sufre un incremento poco significativo de 2 kilómetros por hora; no así la aceleración y la recuperación, cuyas cifras mejoran de forma drástica y evidente al volante. Ocho décimas menos en el cero a cien por hora que dejan el registro en unos decentes 11,5 segundos.
El consumo de combustible se ve perjudicado por los desarrollos más cortos, concretamente dos décimas que dejan la cifra ponderada en 5,9 litros cada 100 kilómetros, que lo sitúan como uno de los compactos diesel más consumidores, unas tres décimas por encima de la media y siete de desventaja frente a los más económicos.

Comportamiento

COMPORTAMIENTO

El Almera posee un comportamiento impecable, que se convierte en la mejor apuesta de este coche frente a la competencia. Se muestra estable, manejable y cómodo, tres virtudes difíciles de compaginar y que en este caso no se contraponen. Suspensiones y dirección trabajan en conjunto para explotar lo mejor del bastidor, que permite gracias a sus esquemas de suspensiones independientes en las cuatro ruedas ofrecer una seguridad de apoyo en curva excelente. Es casi neutro por completo y eso a pesar de la mecánica diesel, cuyo peso suele influir de forma decisiva en la tendencia subviradora. Esta solo aparece como respuesta a una clara provocación por parte del conductor.
Si se deja de acelerar de forma brusca en medio de un apoyo sí surge una ligera falta de aplomo en el eje trasero, aunque en ningún momento tuvimos que echar mano del manual de maniobras de emergencia en una de estas situaciones. Es más, resulta positivo que ante esta maniobra el coche reaccione con agilidad (tiende claramente a cerrar la trayectoria) y sin perder el control. La dirección es precisa y funciona tan bien en ciudad como en carretera gracias al sistema de endurecimiento progresivo. Los frenos, por su parte, cumplen sobradamente su cometido y tiene las espaldas perfectamente cubiertas por el sistema ABS que se incluye de serie en todas las versiones salvo las equipadas con el motor 1.5l.

De todas formas no estaría de más que el Almera incluyera un programa de estabilidad entre las opciones en toda la gama, pues los más ‘concienciados’ rivales ya la incluyen a pesar de ser coches de excelente comportamiento a su vez, como el León o el Golf. Por si sirve de consuelo, la mayoría de los coches de la categoría no ofrecen esta opción, pero no creo que pase más de un año sin que se generalice entre los fabricantes más importantes.
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