Alfa Romeo 4C en el Jarama

Que el Alfa Romeo 4C era un coche extremadamente deportivo era algo que yo mismo y, creo todo aquel que lo haya visto en alguna foto, teníamos claro. Pero tras tener la oportunidad de haber dado unas cuantas vueltas al circuito del Jarama en este pequeño biplaza, con el asfalto algo mojado y muy deslizante todo hay que decirlo, podemos confirmar que se trata de un auténtico deportivo de raza, es decir como un coche de carreras puesto en la calle. Lo más parecido que podemos encontrar por diseño y sensaciones a un Ferrari en pequeñito, fiel descendiente del Alfa 8C Competizione.

A los mandos ya percibimos cuáles son sus intenciones, con una altura que apenas supera el metro y nos obliga a hacer algún movimiento de contorsionismo para ponernos al volante, en cuya postura rozamos casi el piso del asfalto. Todo para conseguir una postura al volante lo más deportiva posible, así como para colocar los pesos lo más cerca del suelo para que el centro de gravedad sea lo más bajo posible.El Alfa 4C es un verdadero juguete, con una longitud de 4 metros y una anchura de 1,86 metros
El diseño exterior ya prometía, con una altura mínima y una tremenda anchura, en combinación con una longitud corta de casi 4 metros, lo que convierte a este pequeño deportivo en un verdadero juguete. La aerodinámica es un factor sumamente importante, para darle sustento a la carrocería en los puntos clave como en los bajos frontales del paragolpes, en los bajos traseros a través de un precioso difusor enrejillado, así como con una silueta de carrocería muy fluida. Grandes entradas y salidas de aire por toda la carrocería para ventilar la mecánica y los frenos y unos aditamentos de diseño espectaculares, como las llantas de diferente diámetro por eje en 17 y 18 pulgadas o en 18 y 19 pulgadas de forma opcional resultan espectaculares, así como el sistema de doble escape separado que emite un bramido inimaginable de coche de competición.

Pues un circuito es el verdadero hábitat de esta máquina de carreras, que emplea el mismo motor de gasolina con cuatro cilindros del Giulietta Quadrifoglio Verde de 2014 con todo el bloque en aluminio, que con sus 1.750 cc con turbocompresor, inyección directa de gasolina, doble variador de fase y el sistema denominado ‘scavening’ que anula el odiado turbolag (o retardo del turbo) desarrolla una potencia de 241 cv a 6.000 rpm y un par motor de 350 Nm desde tan sólo 2.200 vueltas. Eso significa alcanzar los 100 km/h en sólo 4,5 segundos y hacer punta en 250 km/h.Motor 1.75 litros turbo de 241 cv con un rapidísimo cambio TCT de doble embrague y 6 velocidades
Está asociado a un rapidísimo cambio automático de doble embrague TCT que no dispone de palanca, únicamente cambia de marchas de forma automática seleccionable mediante botones en el túnel central o mediante las levas que incorpora el bloque de la dirección tras el volante. El comportamiento automático y la sensibilidad del acelerador se puede variar mediante el conocido sistema de modos de la marca DNA, que añade el modo Race para conseguir las mayores diabluras al volante, como unas derrapadas de infarto.

Todo resulta intuitivo y rapidísimo, facilitando la conducción más deportiva. Aunque esto de facilitando es relativo, puesto que hay que tener buenas manos para llevar tan rápido como puede llegar a ir el 4C. Se trata de un deportivo puro, con motor trasero y propulsión con lo que eso conlleva, todo el peso atrás (40% delante y 60% detrás), con lo que en un pavimento de escaso agarre el morro tiende a irse constantemente y llevarlo por el sitio no es fácil. La suspensión es como las de carreras, con doble paralelogramo delante y McPherson detrás.

El interior es absolutamente espartano, todo está concebido para optimizar la experiencia de conducción. Se combinan materiales nobles como el cuero de la mejor calidad para la tapicería con la fibra de carbono por todo el interior y a la vista para resaltar la sensación de ligereza y tecnología.

Y todo este conjunto no deja de sorprendernos, puesto que además de un comportamiento que tan sólo los superdeportivos de élite son capaces de ofrecer, el precio se coloca en unos aceptables 53.990 euros que seguro cautivarán a todos aquellos amantes de la marca que busquen sensaciones deportivas.

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