Volkswagen Scirocco R

El actual Scirocco (nacido en 2008) es el automóvil más especial y distinguido que tiene Volkswagen, marca líder en España y Europa con una amplia gama de turismos y todoterrenos racionales, de todos los tamaños y formatos, y con una riqueza mecánica para todos los gustos, incluidas las últimas versiones eléctricas. En este catálogo infinito un Scirocco R (280 CV y tracción delantera) trasciende por imagen, prestaciones y sensaciones al volante, sin complejos frente al niño bonito Golf R (300 CV y tracción total) de última generación.

a favor- Carácter dual- Motor elástico y contundente- Imagen actualizadaen contra- Portón del maletero- Visibilidad trasera
A diferencia del supercompacto, derivado de la plataforma modular MQB del Golf 7, el restyling del Scirocco R que probamos parte de la base del anterior Golf, lo que no le impide ser un coche igualmente ligero (1.450 kg) y con un diseño (nuevos paragolpes, parrilla y ópticas) que rezuma modernidad por los cuatro costados de su eslora de 4,25 metros.
Por concepto (silueta de coupé y cuatro plazas) y precio (40.670 euros con cambio DSG, 1.800 euros más que con caja manual) su rival más directo es el Peugeot RCZ R (42.900 euros y transmisión manual). Sin embargo por su capacidad de fascinación entre el público más joven y entusiasta otras alternativas a considerar son las versiones GTI de los compactos de tres puertas y tracción delantera: Opel Astra OPC (280 CV), Seat León Cupra (280 CV) o Renault Mégane RS 275 Trophy (275 CV), todos por debajo de los 35.000 euros. Mientras que el citado Golf R (con DSG y 3p) es casi 2.000 euros más caro.


El restyling del Scirocco R mantiene las cotas interiores del modelo original, es decir, se asemeja por amplitud más a un coupé que a un compacto de tres puertas. Básicamente por la pérdida de espacio en las plazas traseras, y eso que éstas se benefician de un acceso amplio y cómodo gracias al generoso tamaño de las puertas laterales y al sencillo sistema para desplazar hacia delante los asientos delanteros. La visibilidad trasera también queda mermada por el diseño exterior. Y el asiento del conductor puede situarse en una posición más baja y retrasada, pudiendo llevar las piernas más estiradas a costa de perder espacio para las rodillas de los ocupantes traseros. Por amplitud interior se asemeja más a un coupé que a un compacto de tres puertas
A diferencia de los RCZ R o BMW Serie 2 Coupé, el Scirocco R cuenta con un portón y no tapa de maletero. Esto en un principio es una ventaja funcional, sin embargo su borde de carga queda demasiado alto respecto al piso del propio maletero (de 312 litros) dificultando algunas maniobras. Como en los compactos de tres puertas, en el Scirocco R se pueden abatir los respaldos traseros para alcanzar un espacio de carga máximo de 1.006 litros.
El Scirocco R de última hornada ha recibido algunas (ligeras) modificaciones que agudizan su carácter deportivo. En el interior destacan las tres esferas (cronómetro, temperatura del aceite del motor y presión del turbo) sobre el centro del salpicadero, el volante de tres radios con el logotipo R y botonería al estilo Golf 7, manteniéndose intactos los pedales en aluminio, el revestimiento del techo en color negro o los característicos agarradores triangulares de las puertas.
Por fuera, la imagen es ahora más agresiva gracias a nuevos aditamentos de serie como los retrovisores exteriores cromados, pinzas de freno en color negro con el logo R, los faros bixenón con luces diurnas de LED y, en nuestra unidad de prueba, otros opcionales como el techo panorámico no retráctil (700 euros) y las llantas de 19 pulgadas diseño Cadiz sobre los neumáticos de 235/35 (745 euros).
Como versión tope de gama que es, el equipamiento de serie es notable (asientos deportivos R en tela bitono y calefacción, climatizador bizona, luces y limpias automáticos, función comming home, bluetooth, retrovisores exteriores eléctricos, inserciones en el habitáculo en carbono y en aluminio pulido) y los extras, algunas llamativos (como el USB por 95 euros) en un coche de este precio, no tienen por lo general un sobrecoste excesivo: navegador con pantalla táctil de 5 pulgadas (775 euros), cámara de visión trasera (225 euros), acceso y arranque sin llave (380 euros), suspensión adaptativa DCC (1.000 euros) o paquete premium (880 euros por los controles de parking, alarma antirrobo, control de velocidad y aparcamiento asistido).

El motor del nuevo Scirocco R es un dos litros de gasolina, cuatro cilindros, inyección directa y turbocompresor. Ha ganado 15 CV en relación al Scirocco R anterior. La cifra de máxima potencia (280 CV) se alcanza a 6.000 rpm, mientras que el par motor máximo, de 350 Nm, está disponible entre 2.500 y 5.000 rpm. Junto a un efectivo cambio automático de doble embrague y seis velocidades (DSG), la resolución de la ecuación es sencilla: el Scirocco R destaca por su alta capacidad de aceleración en cualquier situación; tiene unos buenos bajos como buen motor turbo pero sube de régimen con mucha alegría (a medio régimen, a partir de 3.000 rpm, empuja de lo lindo) hasta seguir ganando velocidad con facilidad cerca del corte de inyección. A cualquier régimen su capacidad de aceleración es muy alta
En una conducción normal, a baja o moderada carga sobre el acelerador, el motor tiene un funcionamiento muy agradable, y apenas se deja sentir en el habitáculo. Sin embargo, cuando lo estrujamos sin miramientos, además de un consumo disparado por encima de los 11 litros, la sonoridad se filtra claramente. Entendemos que el cliente potencial de un Scirocco R agradecerá el tipo de sonido, ya que la melodía es más mecánica y natural que amplificada y artificial.

Dinámicamente el Scirocco R cuenta de serie con un tren de rodaje deportivo que acerca la carrocería al suelo y con un diferencial electrónico de deslizamiento limitado XDS (mitigando el subviraje de un tracción delantera). Además, nuestra unidad cuenta con unos neumáticos con menos perfil (235/35 R19) a los de serie y con la suspensión adaptativa DCC, que cuenta con tres programas de funcionamiento (Comfort, Normal y Sport). En ninguno de los tres casos el coche es una tortura en el día a día, de hecho entre los dos primeros setting apenas hay diferencia, siendo un coche muy cómodo. Con la configuración Sport la respuesta del acelerador, el régimen de los cambios de marchas, el peso de la dirección y la dureza de la amortiguación está claramente orientada a una conducción más deportiva: el contacto entre conductor y carretera es más directo, favoreciendo unas reacciones más precisas y sensaciones muy vivas al volante.

Con el modo Sport activado el Scirocco R tiene una respuesta más contundente y unas reacciones más vivas y precisas

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