Ford C-Max

A fondo

-Relación precio/equipamiento
-Cualidades dinámicas: muy buen tacto de dirección
-Motor turbo 1.6 gasolina Ecoboost-Modularidad en los asientos
-Pantalla de navegación
-Visibilidad delantera mermadaLa dimensión adquirida por los monovolúmenes de Ford en el mercado europeo está poniendo en alerta a la competencia. Son buenos productos que superan holgadamente la media-, muy cómodos de conducir, con una habitabilidad excelente, equipamientos solventes, motores eficientes y ágiles, y ahora con una imagen de marca mucho más vanguardista. Estas premisas se repiten en el nuevo C-Max, monovolumen compacto de gran dinamismo que nace de la misma plataforma que el Focus (compacto) y Grand C-Max (monovolumen algo más grande y con opción de montar los siete asientos) y que, como sus hermanos mayores S-Max y Galaxy, rompe radicalmente con la tradicional imagen de furgoneta alta del anterior Focus C-Max (del que también pierde el primer apellido) para postularse como un monovolumen moderno, dinámico y sugerente de principio a fin.

a favorRelación precio/equipamientoCualidades dinámicas: muy buen tacto de direcciónMotor turbo 1.6 gasolina Ecoboosten contraModularidad en los asientosPantalla de navegaciónVisibilidad delantera mermada
El segmento de mercado en el que se encuentra el C-Max está repoblado de unidades de todas las marcas generalistas. Además, no son pocos los fabricantes que apuestan por la fórmula de las dos carrocerías, dos conceptos un monovolumen corto para cinco plazas y un monovolumen que apuesta más por la polivalencia, con posibilidad de configurar siete asientos-, bajo una misma denominación. Las casas francesas, Renault con el Scenic y Grand Scenic y Citroën C4 Picasso y C4 Grand Picasso, o la española Seat con el Altea y Altea XL, son algunos ejemplos. Además, la oferta se amplía con el Toyota Verso, Volkswagen Touran, Peugeot 5008, Kia Carens o Mazda 5. Después de haber probado prácticamente la totalidad, a nivel dinámico, por su relación confort de marcha/prestaciones, el Ford C-Max sólo encuentra rival en el Mazda5 y el Seat Altea, ambos, además con precios muy competitivos.
‘La elección entre el C-Max y Grand C-Max es una cuestión de necesidades de plazas y de espacio’A nivel estético, el giro de tuerca es total. El C-Max, más corto, con menos espacio de carga y también más barato que el Grand C-Max, se asemeja, tanto en su carrocería como en su habitáculo, al pequeño de la casa, el utilitario Fiesta. Aunque visualmente parece haber encogido, la nueva generación del C-Max es igual que la anterior, incluso en algunas cotas la supera, acercándose al segmento de las berlinas, con una longitud total de 4.380 mm, una anchura de 2.067 mm y una altura de 1.626 mm. Su habitabilidad es suficiente para cuatro pasajeros. Con un quinto ocupante en la hilera trasera, al igual que ocurre con el compacto Focus, el asunto se vuelve más complicado, yendo muy justo más a nivel de hombros que de piernas. Su capacidad de carga es de 471 litros (no está mal, pero el VW Touran ofrece 695 litros), ampliables hasta los 1.723 litros con los asientos traseros abatidos, prácticamente igual que el Grand C-Max. Después de haber probado este último, con puertas laterales traseras correderas, la modularidad de asientos del C-Max es cuestionable. Al final, la elección entre uno y otro es cuestión de necesidades de plazas y de espacio.La elección entre el C-Max y Grand C-Max es una cuestión de necesidades de plazas y de espacio
Asumiendo el lenguaje estético Kinetic Desgin de toda la marca, la última generación del C-Max responde a una combinación extraordinaria de grandes zonas planas con una sutil silueta redondeada, concibiendo un compacto alto y no una furgoneta corta, como antes. Su aspecto es fiero, pero al mismo tiempo transmite confortabilidad y espacio, en buena medida gracias a su gran portón trasero -la apertura del portón alcanza desde la parte más baja hasta la más alta, facilitando con ello la capacidad de carga-, sus puertas traseras más grandes que la media del segmento- y sus generosas zonas acristaladas menos la luneta delantera que debido a los montantes delanteros limita un poco la visión del conductor-.

Homologado para cinco pasajeros, nuestra unidad de prueba, el C-Max 1.6 Ecoboost Titanium, presenta un aspecto agradable a la vista no tanto al tacto- tanto en los materiales empleados como en los últimos ajustes y remaches. No es un coche que brille por su acabado, pero su equipamiento de órdago, con los asientos tapizados en piel y el sistema de navegación, le otorga un cierto impulso para acercarse a la excepcionalidad de la categoría. Una de las señas de identidad de las últimas producciones de Ford Europa es su consola central con botonería similar al de un teléfono móvil. Pues a pesar de que ya son muchos los nuevos Ford que han pasado por nuestras manos, no nos terminamos de adaptar o por lo menos en una semana que tuvimos el coche- a la abundante cantidad de mandos a bordo, también en el volante.Los asientos en cuero y el navegador mejoran la sensación global del habitáculo, que entra más por la vista que por el tacto
Otro de los puntos reprochables de unas plazas delanteras realmente cómodas, con todos los reglajes de butacas a nuestro alcance para desarrollar una conducción satisfactoria, es la diminuta pantalla de navegación de 5, colocada en la parte superior de un agigantado salpicadero. La nueva instrumentación del cuadro es de fácil lectura y el ordenador de a bordo tiene la opción de mostrar un resumen de lo más significativo en pantalla, aunque es un poco complicado hacerse a él.

Nuestro C-Max Titanium incluía de serie el habitual catálogo de elementos tecnológicos de confort y seguridad, fundamentales para el día a día de un monovolumen. Autoencendido de luces y limpias, volante forrado en cuero, airbag frontal, de cabeza, lateral, reposacabezas delanteros, sistema Isofix para adaptación de las sillas infantiles, climatizador multizona, asistente en pendiente Hill Start Assist, llave inteligente con botón de arranque Además, Ford recopila en diversos paquetes elementos diferenciadores por un precio muy razonable, entre los que se encontraba el Paquete Parking (500 ), que incluía el sistema automático de aparcamiento, apoyado en los sensores de distancia, tanto delanteros como traseros, estacionando en paralelo pero no en batería; o el Paquete Cuero (1.600 ). Otros extras de los que nos pudimos aprovechar fueron el sistema BLIS de ángulos muertos (650 ) o el cierre por botón del portón trasero.
‘Su par máximo, de 240 Nm, es constante entre las 1.600 y 4.000 vueltas’Una de las mayores novedades del modelo residía en su nuevo propulsor gasolina, un 1.6 litros Ecoboost turboalimentado de 150 cv (a las 5.700 rpm), asociado a la nueva dirección con asistencia eléctrica EPAS y la caja de cambios manual de seis velocidades. Pisamos el embrague, pulsamos el botón de arranque y el primer bramido de la mecánica es suave, casi ni se nota, muy sigiloso. Para ser un propulsor gasolina responde con bastante pulcritud desde muy bajas vueltas, gracias a que su par máximo, de 240 Nm, es constante entre las 1.600 y 4.000 rpm, lo que facilita que en el tránsito por ciudad nos olvidemos hasta cierto punto de cambiar de marcha. De todas formas, en el ordenador de a bordo, Ford incluye un indicador que recomienda el momento óptimo del cambio de velocidad.Su par máximo, de 240 Nm, es constante entre las 1.600 y 4.000 vueltas
A pesar de que su aceleración de 0-100 km/h no es una brutalidad, 9,9 segundos, el C-Max se comporta con agilidad en el rango medio del cuentarrevoluciones, cuando iniciamos la marcha por autovía. Su pisada es firme, con un gran confort de bacheo y un filtrado de las irregularidades mejorado. Con 1.385 kg de peso en vacío, este monovolumen compacto se apoya un una configuración de suspensiones más bien blanda de ahí lo cómodo que es en prácticamente en cualquier carretera-, con un chasis más rígido y un subchasis delantero más ligero pero más rígido, al tiempo que se ha optimizado el anclaje de las suspensiones, cojinetes y amortiguadores. ¿Traducción? El C-Max se funde al asfalto con total solvencia, eliminando los balanceos en curva, agradándonos sobremanera su guiado y su giro de volante directo y preciso. Además, toda la gama C-Max incluye el sistema de control vectorial del par Torque Vectoring Control, que trabaja sobre los frenos, imitando el efecto de un diferencial autoblocante mecánico, mejorando la tracción y reduciendo el nivel de subviraje.Su suspensión, tirando a blanda, y un guiado excepcional, nos permite disfrutar de su conducción en cualquier tipo de carreteras
Los discos de freno son ventilados en la parte delantera con 300 mm diámetro y 25 mm grosor y macizos detrás de 280 mm diámetro y 11 mm de grosor. Su velocidad máxima es de 204 km/h. Y su consumo medio real, en ciclo mixto, es de 7,3 l/100 km, reduciéndose a 6,3 l/100 km si circulamos por autovías.

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