Skoda Fabia 1.4 TDI 90 CV

En su camino hacia ser una marca más atractiva y potente en el canal de particulares, Skoda necesitaba de un Fabia como este Fabia; y la tarea no ha sido sencilla porque al mismo tiempo había que respetar los viejos valores de la marca (funcionalidad y espacio) con las nuevas demandas del mercado (diseño y tecnología). A veces incompatibles, todas estas virtudes aparecen de una manera más o menos significativa en el Skoda Fabia de tercera generación.
Reconocible como un Skoda de última hornada, el nuevo Fabia aspira a nutrirse de nuevos clientes que busquen un producto más emocional, algo de lo que adolecía el modelo anterior. Sin variar sus coordenadas (apenas es 8 milímetros más corto y tiene 5 mm más de batalla, 3,99 y 2,47 metros, respectivamente) y sobre una tradicional carrocería de cinco puertas (también existe una de tipo familiar denominada Combi), el utilitario checo ofrece unos aires de renovación absoluta si se mira desde fuera: más musculoso, de líneas rectas marcadas y rematado por unos pasos de ruedas prominentes y contorneados, ahora el Fabia sí que entra por los ojos.
Y desde luego que este plus en atractivo lo necesitará para ganar cuota de mercado, porque la pelea en este segmento B es ya casi tan encarnizada como en la categoría suprior, la de los compactos. Al nuevo Fabia le medirán, ya no solo grandes coches, sino grandes nombre grabados a fuego en el disco duro del potencial comprador: Polo, Ibiza, Corsa, Clio, 208… sin olvidarse de otros que, como él, apuntan maneras en sus nuevas generaciones, Mazda 2 o Hyundai i20.Más personalización y diseño… pero sin pasarse
Tratará de conseguirlo con guiños a la personalización, en opción existe la posibilidad de configurar una carrocería bitono, carcasas de los retrovisores exteriores en contraste, o, como en el caso de nuestra unidad de prueba, las luces diurnas de LED, las llantas de aleación de 17 pulgadas modelo CLUBBER (por 485 euros), el gran techo corredizo no practicable de accionamiento manual (660 euros), y embellecedores interiores como el que preside el frontal del salpicadero en blanco piano (50 euros) a juego con la tapicería interior (de serie) en tela Jeans Blue.Cómodo, amplio y bien terminado
Todos estos detalles no han desorientado a los ingenieros de la marca, que han buscado (y logrado) que el Fabia siga siendo uno de los utilitarios de cinco puertas más prácticos de la actualidad. A pesar de que su altura es 31 mm menor, el habitáculo es espacioso y el acceso es muy cómodo; con una organización de los mandos muy intuitiva, una visibilidad todavía mejor, huecos generosos para vaciar bolsillos (apoyabrazos central delantero con compartimento de serie con el acabado Style) y las exclusivas soluciones SIMPLY CLEVER (70 euros).
A todas estas virtudes, y como buen Skoda que es, no falta un maletero líder del segmento. 30 litros más grande que antes, el Fabia es con 330 l el más capaz de los utilitarios, únicamente superado entre turismos de similar longitud por un Mini Countryman que se beneficia de su carrocería de tipo crossover. Además cuenta con una capacidad de carga total de 1.150 l con los asientos posteriores abatidos. Es fácil de cargar aunque, por los invasivos pasos de ruedas y las soluciones y compartimentos de carga existentes, sus formas no son muy regulares. Una bandeja enrasada a dos alturas pone la guinda a esta modularidad en la zona de carga.
La renovación es tan considerable que, si bien no se apoya en la plataforma modular MQB como otros Skoda de mayor rango, sí toma de ésta elementos tecnológicos y mecánicos. Entre los primeros destacan equipamientos en materia de seguridad como el detector de fatiga, el freno multicolisión, el limitador de velocidad, y el radar Front Assistant con función City Emergency que llega a realizar una frenada de emergencia; quedando como gran novedad en materia de conectividad el nuevo sistema de infoentretenimiento MirrorLink asociado a la pantalla central a color y táctil de 6,5 pulgadas.
Entre los elementos mecánicos destacan la nueva dirección electromecánica, una vías (30 mm) y una carrocería (90 mm) más anchas, unos voladizos recortados y un centro de gravedad rebajado (suspensión deportiva opcional, por 125 euros, en nuestra unidad), que, conjugados con el diferencial de deslizamiento limitado XDS+ (en toda la gama) y unos neumáticos con más llanta y menos perfil, hacen del Fabia un coche mucho más dinámico y estable que antes sin perder el confort y el agradable y fácil manejo en ciudad y espacios cortos.Tiene una ‘pisada’ de coche superior; algo de lo que antes adolecía
La unidad probada escondía bajo el capó la última gran novedad del Fabia: un nuevo motor turbodiésel de tres cilindros y 1.4 litros, en esta ocasión con 90 CV (también con 105 CV), que sustituye al tetracilíndrico 1.6 TDI de la misma potencia. Su principal virtud es que consume muy poco carburante, homologa 3,4 l/100 km, y es fácil moverse sobre los 4,5 l o incluso menos en cruceros sostenidos gracias al largo desarrollo de la quinta velocidad (por 1.300 euros más se puede optar por un cambio automático DSG de siete relaciones) y a un peso contenido (1.156 kg en esta versión).

a favor- Consumos TDI- Espacio interior- Calidad general- Maletero líderen contra- Vibraciones mecánicas- Desarrollos del cambio comprometen prestaciones
En ciudad la parada y el arranque del motor automáticamente (Start/Stop) es muy gratificante; adjetivo que no se puede utilizar para hablar de la sonoridad mecánica, sobre todo a bajas vueltas, cuando vibra en exceso, incluso más de lo que se espera de un motor de su naturaleza. A medida que ganamos en velocidad, el régimen de giro también incrementa, y el propio motor se va calentando, las vibraciones desaparecen; o por lo menos no se perciben en el habitáculo.
Por prestaciones (182 km/h de velocidad máxima y 11,1 segundos de 0 a 100 km/h) y por la forma de entregar su potencia, no hay grandes sorpresas. El par máximo (230 Nm) está concentrado en un reducido margen del cuentarrevoluciones (1.750 a 2.500 rpm) permitiendo unas buenas aceleraciones lineales. Por debajo o por encima de ese régimen, el TDI flojea y necesita la intervención del conductor, reduciendo una o dos velocidades, para que las recuperaciones sean solventes y que las vibraciones no vuelvan a aparecer. En carretera abierta con desniveles, una vez lanzado, el Fabia TDI 90 CV mantiene cruceros legales sin problemas.
La mejor respuesta del motor TDI está concentrada en un corto margen de rpm

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