Renault Captur dCi 110

Hace casi ya tres años que Renault presentó el Captur, un producto consolidado y de éxito desde entonces por ventas e imagen. No son pocos los conocidos que preguntan sobre sus cualidades: “¿y el todoterreno ese pequeño de Renault qué tal va?”. Bien, a partir de esta cuestión, llega la primera aclaración importante: el Captur es cualquier cosa menos un todoterreno o un SUV, como tampoco lo son la mayoría de sus alternativas naturales (Nissan Juke, Peugeot 2008, Citroën C4 Cactus o Fiat 500X).

Se trata de un vehículo que imita la silueta de un todocamino, en una carrocería de cinco puertas y de tamaño compacto, tracción delantera, y con una altura libre al suelo de 17 centímetros, el dato geométrico diferenciador respecto al Clio del que deriva. Las pretensiones más camperas de la gama Captur quedan representadas por el Captur Xmod, que incluye de serie neumáticos M+S (barro y nieve) y un control de tracción específico Extended Grip.

El extra de par del motor dCi 110 y el agradable tacto de la dirección hacen muy satisfactorio su uso urbano

El Captur es un vehículo ideal para aquellos conductores que aprecien una postura elevada frente al volante, sin que por ello el centro de gravedad se aleje mucho del suelo. En otras palabras, es una opción interesante para aquellos conductores que busquen una perspectiva del entorno más amplia sin perder las reacciones dinámicas de un turismo convencional.

Sus dimensiones (mide 4,12 metros de largo, por 1,78 de ancho y 1,56 de alto) también hacen del Captur un vehículo muy manejable en ciudad, y en general, en espacios reducidos. El agradable tacto de la dirección, la buena visibilidad desde el interior hacia cualquier ángulo y la agilidad demostrada por el motor diésel de 110 CV y 260 Nm, hacen muy satisfactorio su uso urbano.

Renault apuesta por un equilibrio entre habitabilidad y diseño/personalización para su Captur

Dentro de un segmento plural, donde cada fabricante intenta diferenciar su producto de alguna manera (Mazda y Nissan con CX-3 y Juke primando el diseño y la dinámica o Jeep con su Renegade, postulándose como el crossover urbano más off road), Renault apuesta por un equilibrio entre habitabilidad y diseño/personalización para su Captur.

En lo primero, el crossover urbano francés destaca por un acceso a su interior muy cómodo, tanto por la altura a la que quedan los asientos como por el ángulo de apertura de sus cuatro puertas laterales. La fila trasera es de las más amplias del segmento y modulable en 12 centímetros en longitud, pudiendo regular el generoso espacio de maletero entre los 377 y 455 litros. Otra de sus virtudes es la gran cantidad de huecos repartidos por todo el habitáculo, destacando la guantera corredera de 11 litros frente al asiento del acompañante.

La fila trasera es de las más amplias del segmento y modulable en 12 centímetros en longitud

En la parte más emocional, Renault ha coloreado, combinado y aderezado la gama Captur de múltiples posibilidades cromáticas. Desde luego, la más llamativa es la carrocería bitono, de serie con el acabado Zen de nuestra unidad de prueba, pintada de una tonalidad principal naranja y una secundaria en marfil para techo, pilares, retrovisores y molduras de matrícula y antiniebla. Las llantas, también personalizables, tienen un tamaño de serie de 17 pulgadas.


El interior, correcto en cuanto a acabados y con una presentación muy similar a la del Clio, también puede decorarse. Así, el cliente puede contratar diferentes ambientes (oscuro o claro), packs de look interior (azul, gris, cromado, cappuccino o naranja), colores para la guantera frontal corredera (turquesa, marfil o naranja), asientos en cuero y calefactados en las plazas delanteras (por 932 euros más) o tapizados en tela desenfundables (de serie).  

ACABADO Y PRECIO
Nuestra unidad de prueba, Captur dCi 110 Zen, tiene un precio oficial de 20.500 euros, incluyendo de serie, climatizador automático, acceso y arranque sin llave, asistente de en cuestas, control crucero con limitador de velocidad, anclajes ISOFIX, luces diurnas de LED, volante multifunción forrado en cuero con ajuste en altura y profundidad, sensores de lluvia y luz, cuatro elevalunas eléctricos (con función auto en el conductor), asiento del conductor regulable en altura, pantalla central táctil de 7” o conexiones por bluetooth, USB y Jack.


A falta de elementos como los reglajes de los asientos eléctricos, el techo panorámico o los faros de xenón, el Captur Zen viene muy bien equipado y con extras agrupados en packs muy accesibles. Por ejemplo, el Captur probado montaba el Pack Visibilidad por 300 euros (cámara trasera, sensores de proximidad y retrovisores plegables eléctricamente) o el sistema R-Link Evolution por 590 (con navegador TomTom, comandos por voz, conexión a internet o llamada de asistencia y emergencia).

MOTOR Y DINÁMICA
El motor 1.5 dCi de 110 CV, fabricado en la factoría de Palencia, destaca por la agilidad con la que mueve al Captur en todas las situaciones (los 260 Nm de par se dejan notar desde 1.750 rpm), pero sobre todo por lo poco que consume. Homologa 3,7 en ciclo mixto oficial, y durante nuestra semana de prueba, combinando kilómetros en carretera y ciudad a ritmo alegre, conseguimos 4,6 espoleados por el programa de conducción eficiente ECO que se proyecta en la pantalla central. El Start&Stop (de serie en el dCi 110) funciona de manera muy suave.


En marcha, es una mecánica relativamente silenciosa, con una capacidad de recuperación claramente superior al dCi de 90, y con unas prestaciones solventes incluso viajando cargados. Esta característica del motor hace que, hasta cierto punto, nos podamos olvidar del cambio (manual de seis velocidades, fabricado en la planta de Sevilla), con una sexta velocidad claramente de deshago y un tacto de la palanca algo impreciso.

Por lo demás, el Captur es un vehículo que en carretera es muy confortable por suspensiones, aislando de las irregularidades del asfalto de manera satisfactoria. Los ruidos aerodinámicos y de rodadura, a velocidades de hasta 140 km/h (175 es la máxima), están muy bien contenidos. Y en carreteras con curvas, la carrocería no se inclina significativamente, si bien es cierto que es un vehículo de claro carácter subvirador y con un equipo de frenos (de tambor detrás) que te avisa con antelación de dónde está su límite. 

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