Porsche Macan S Diésel vs. Lexus NX 300h

El segmento medio de los SUV más vanguardistas ha recibido nuevos e interesantes contendientes en los últimos meses. A los ya establecidos BMW X3, Audi Q5 o el algo más pequeño Mercedes GLK, ha llegado una hornada de propuestas más atractivas en diseño, menos camperas si se quiere, como Range Rover Evoque, Infiniti QX50, BMW X4 o los dos protagonistas de nuestra comparativa de hoy, Porsche Macan y Lexus NX.SUV premium que priorizan el comportamiento en carretera sobre el off road
Ambos dejan en un segundo plano cualquier aspiración off road, por más que monten de serie tracción a las cuatro ruedas y cumplan en caminos sin asfaltar. Ambos son símbolos de distinción, de estatus social, de chalet unifamiliar con hijos rubios de ojos azules, vehículos familiares encubiertos, buques insignias que en la práctica han descatalogado a las berlinas. Y, encima, tanto el Macan como el NX mejoran con la experiencia adquirida por Porsche y Lexus con sus hermanos mayores (más grandes y más caros) Cayenne y RX. Eso sí, desde el prisma de la ostentación, decir que conduces un híbrido, y no de Toyota sino de su filial de lujo Lexus, te pone por encima de un diésel, y ¡de Porsche!

De cualquier manera, los dos modelos superan los 4,60 metros de longitud, con siluetas de tipo SUV que superan el 1,60 m de altura y carrocerías que vistas de perfil insinúan la forma de un coupé por la acentuada caída de sus respectivos techos hacia la zaga. Durante la semana de prueba, aunque los descomunales y asimétricos neumáticos (delante 265/45 y detrás 295/40 con llanta de 20 pulgadas, opcionales) del Macan no pasaron desapercibidos, la expectación despertada por el NX combinado con el acabado deportivo F-Sport fue muy superior.En el mercado de lujo los híbridos cotizan al alza… aunque sea por aparentar
De hecho, aunque al target de estos vehículos poco le importa el precio (comprarán en base a sus filias y fobias), mucha gente se nos acercó a preguntarnos cuánto cuesta el Lexus, como concediendo un estatus superior al NX. Pues bien, la tarifa del NX 300h F-Sport es de 55.900 euros, con una amplia dotación de serie que deja únicamente en opción la pintura metalizada (1.100 euros) y el navegador premium Navibox (1.500 euros), mientras que el Porsche Macan S Diésel arranca en los 63.100 euros y de ahí para arriba (contabilizamos más de 24.000 euros en equipamientos opcionales en nuestra unidad de prueba).

Al Macan, también es cierto, hay que reconocerle un listado de tecnologías (todas cobradas y muy bien cobradas) en seguridad (suspensión neumática y activa PASM), confort (asientos delanteros con 18 regulaciones), personalización (paquete interior en carbono o en el exterior las llantas RS Spyder de 20′) y multimedia (Porsche Communication Management PCM y equipo de audio BOSE de 14 altavoces) lejos del alcance, ya no solo del NX, sino de la mayoría de automóviles del mercado.El Lexus, además de más barato, cuenta con una dotación de serie mayor
DEPORTIVIDAD CONTRA TECNOLOGÍA
También este virtuosismo del Macan se aprecia en la presentación y los acabados interiores. Fiel a la política de un botón una función y con un diseño muy similar a los 911 y compañía, Porsche apuesta por acolchados blandos muy agradables y de calidad superior, y no pierde un latente espíritu deportivo que se aprecia en elementos como el volante, el cuadro de mandos o el cronómetro que corona el salpicadero (perteneciente al paquete Sport Chrono Plus). Al Lexus le sienta genial los asientos en piel F-Sport (perforados, ventilados y calefactados) en rojo y negro, material también utilizado para recubrir el salpicadero y las puertas. Y aunque el ambicioso diseño de la consola (inspirada en la del LFA) necesita de un mayor tiempo de adaptación, al NX hay que reconocerle la implementación de una instrumentación y soluciones de orientación tecnologías, con el sistema de carga inalámbrica de móviles como máximo estandarte.

¡Ojo! Como primer coche familiar, ni Macan ni NX son la panacea. Víctimas de sus diseños exteriores, la habitabilidad, sobre todo en las plazas traseras, no es la mejor: al Macan le penaliza el espacio para las rodillas, aunque su generosa batalla de 2,80 metros y un acceso cómodo por la disposición baja de los asientos corrigen el problema; mientras que el NX queda lastrado por su limitada altura libre hasta el techo aunque sobresale por el hueco para las piernas.

Tampoco los maleteros son los más capaces ni los más aprovechables. En el NX el dato de 555 litros invita a pensar lo contrario; pero 100 l de estos corresponden a un doble fondo donde están ubicadas, entre otros elementos, las baterías del sistema híbrido. En el Macan, la cifra es todavía más pobre (500 l), penalizado por la acentuada caída del portón trasero hacia la zaga. Eso sí, el piso queda más bajo en el Porsche, que ofrece de serie un sistema para abatir en tres partes independientes los respaldos traseros, pudiendo dejar cuatro plazas de servicio y la central trasera tendida para poder meter esquís u otros objetos alargados.
¿DIÉSEL O HÍBRIDO?
Después de discernir las ventajas y los inconvenientes de uno y otro, llegamos al apartado mecánico, donde la diferenciación entre Macan y NX es si cabe mayor. El Porsche apuesta por un bloque diésel de seis cilindros en V turboalimentado de 258 CV de potencia y el Lexus por una combinación de un motor gasolina 2.5 litros (155 CV) y una unidad eléctrica (143 CV) que declaran una potencia acumulada de 197 CV.
El motor diésel del Macan es más equilibrado. Sin ser redondo en refinamiento, su sonoridad está muy bien conseguida. Por no hablar de las prestaciones, infinitamente superiores a las de su rival: acelera de 0 a 100 en 6,3 segundos (3 segundos más rápido) y alcanza los 230 km/h de velocidad máxima (50 km/h más). Pero no solo es eso, es la forma en la que entrega toda su fuera (580 Nm), con una inmediatez sorprendente al pisar el pedal del acelerador. Por no hablar de un cambio automático de doble embrague y siete relaciones que resulta inmejorable por fino y rápido. Y por si todo esto fuera poco, es habitual moverse alrededor de los 7,5 litros de consumo medio real.Por respuesta y prestaciones, la superioridad del Macan es muy notable
Por su parte, el sistema híbrido del NX 300h lo hace un coche perfecto para viajar (esporádicamente) y hacer kilómetros en ciudad (habitualmente). Primero porque es en ciudad donde el consumo se acerca a la cifra oficial (5,3 l/100 en ciclo mixto); y también porque en el tráfico urbano el silencio y la suavidad de marcha es muy superior, cuando el motor de combustión trabaja a bajo régimen (y con el auxilio del eléctrico, cuya autonomía por sí solo es de 1,6 kilómetros). En cambio a máxima carga (acelerando a tope), se vuelve mucho más ruidoso y no se obtienen la respuesta y las prestaciones que se presuponen en un coche de su potencia.Es en ciudad donde el NX gasta menos y es más suave
Dinámicamente con ninguno de los dos te vas a confundir, su pedigrí premium queda patente desde que iniciamos la marcha, siendo dos modelos satisfactorios por lo cómodos y estables que resultan. El chasis del NX y la suspensión variable (AVS) de serie con el acabado F-Sport aíslan bien a los pasajeros y pegan la carrocería al asfalto, siendo las autovías o las carreteras con curvas más abiertas terrenos más favorables. El Macan, por supuesto, también cumple en vías rápidas, pero tiene ese algo más de Porsche (suspensión neumática y amortiguadores de dureza variable PASM nuestra unidad de prueba) que hace que dos toneladas de peso (es un dato elevado para los tiempos actuales) no se inmuten al trazar curvas más cerradas.

Son muy agradables y cómodos, aunque el Macan se mueve con más agilidad

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