Empezamos el 2013 con vitamina C. Dos coches sanos y fuertes, muy fuertes. Fue un enero menos frío gracias al fogonazo de potencia y prestaciones que nos deslumbró al conducir los Nissan Juke Nismo y Porsche Cayenne GTS. Entre los 420 cv del TT de lujo alemán y los 200 cv del Juke preparado por la división deportiva Nismo, nos quedó una cosa clara por encima de cualquier otra: la forma de interpretar la deportividad es de lo más variopinta.
Si enero fue un mes para quemar adrenalina, en febrero la tranquilidad, los paseos a cielo abierto y el glamour se apoderaron de nuestro garaje de pruebas. Conducimos los nuevos Citroën DS3 Cabrio (la modernidad) y Volkswagen Bettle Cabrio (la nostalgia), dos descapotables genuinos, de esos que encandilan cuando sus capotas clásicas de lona se abren de par en par, y al mismo tiempo se convierten en coches prácticos para un uso diario debido al mejor aislamiento y mayor espacio de sus habitáculos.
En marzo nos pusimos las botas de campo. La primavera acechaba y las lluvias invitaban a medir prestaciones y capacidades off road de todoterrenos de muy diferente tamaño y concepto. El primero fue el Jeep Wrangler, el heredero del Willys del Ejército Americano, un 4×4 puro, con una mística única, y que con el paso del tiempo se ha sabido modernizar lo justo y necesario para que en las versiones de batalla larga (Unlimited) sea un todoterreno más utilizable, versátil y confortable. Con el RAV4 de Toyota, cada vez más RAV y menos 4, nos pusimos perdidos en un circuito lleno de barro, agua y trialeras para terminar pensando que este todocamino japonés es el rey del equilibrio asfalto-caminos.
En abril mejoraba la climatología, invitándonos a salir de excursión, y realizar largos trayectos para saber cómo iban a responder nuestros dos grandes protagonistas en lo que a pruebas se refería: Mercedes CLA 220 CDI y Volkswagen Passat 2.0 TDI 140 cv DSG. El primero un nuevo concepto de berlina premium y deportiva (o coupé de cuatro puertas, si se nos permite la incongruencia) con la que Mercedes realiza una nueva declaración de intenciones en la que la vistosidad gana la partida a la practicidad. Todo lo contrario que el Passat, el de toda la vida, clásico, elegegante, sin muchas sorpresas tras su último restyling, pero con la garantía de los motores TDI y la transmisión de doble embrague DSG.
En mayo, dos coches de prueba, tan inverosímiles ellos, que al final nos dejaron con ganas de más. Por prestaciones y estilo, el Range Rover Evoque Coupé Si4 Dyanmic, el SUV más deportivo y pasional de cuantos se ofertan actualmente. Con cambio automático de ocho velocidades, tracción 4×4, el motor gasolina de 240 cv y la carrocería de tres puertas, estamos ante un exclusivo Evoque que ya desde sus versiones de acceso sigue teniendo un lugar en el rincón de los coches prohibitivos. Por su parte, el Mini Paceman, otro concepto extraño de coche por su carrocería de tres puertas sobrelevada y una línea de techo de coupé, es otro virtuoso del estilo. También es otro modelo minoritario, pero poderlo disfrutar durante una semana fue toda una experiencia: su estética musculosa y su comportamiento tan Mini, sus mejores credenciales.
En junio, en la antesala del verano, con los primeros escotes por las calles y los primeros chorretones de helados derritiéndose por la barbilla, la idea del destape se apoderó nuevamente de nosotros a los mandos de un Mini Roadster. Pero aquello fue el aperitivo, porque antes de empezar el mes de julio, por nuestras manos pasaron más de 1.000 cv de potencia. Un Porsche 911 Carrera S (400 cv), un Opel Insignia OPC (325 cv) y un BMW 335i (306 cv) tuvieron la culpa de semejante atracón. Cada uno tuvo su encanto, el Serie 3 con su línea Luxury se vistió de esmoquin; el OPC parecía sacado de una sesión de gimnasio con batido de anabolizantes y proteínas incluido por su imagen todopoderosa; y el 911 fue lo que nunca ha dejado de ser, un misil.
En el mes de julio buscábamos camorra. Con el Corvette Grand Sport Coupé, La Camorra, la organización criminal mafiosa napolitana por excelencia, éramos nosotros. El legendario deportivo americano, un biplaza con motor atmosférico V8 de 437 cv y sonido bramador, y con esas formas afiladas y sinuosas tan características, hicieron a más de uno pensar que a su volante se colocaba algún tipo duro con oros, tatuajes y poco amigo de las palabras. Pero no, era Autocity. Todo lo contrario nos sucedió con el Renault Twizy, la camorra podía haber venido a por nosotros. Aquello era toda una provocación. Un cuadriciclo ligero con su figura semicarrozada y un motor eléctrico de limitada autonomía invitaba a agachar la cabeza y apretar los dientes, sobre todo si salías a carretera abierta, donde sus 80 km/h de velocidad máxima no intimidaban ni a Espinete.
En agosto, el mes vacacional por antonomasia, seguimos trabajando, probando algunos de los coches más interesantes para viajar como un marajá. Las dos propuestas veraniegas para cruzarse la Península de punta a punta fueron el Audi A6 Hybrid y el Lancia Thema, dos berlinas grandes del segmento E. La primera apostaba por un conjunto motriz híbrido conjugando las prestaciones de un V6 con los consumos de un cuatro cilindros. Si el lujo, el confort y la tecnología estaban del lado del A6 híbrido, no muy atrás se quedaba el nuevo Thema, otro buque acorazado que recoge la carrocería del Chrysler 300C añadiendo un refinamiento interior necesario y muy atractivo para competir en esta categoría donde las marcas alemanas marcan la pauta.
El duro regreso vacacional que siempre supone septiembre se dulcificó gracias a probar uno de los coches del año: el Jaguar F-Type. En esta ocasión, el heredero del E-Type que probamos fue la versión menos potente, un V6 de 340 cv a propulsión; más que de sobra para saborear las mieles de este delicioso capricho. Un deportivo descapotable inigualable por calidad, prestigio y prestaciones. Y ese sonido… ¡ay, ese sonido! Tampoco estuvo nada mal la semana de prueba con el Lexus GS 450h que con el acabado F-Sport se convertía en una preciosa e imponente berlina de gama altísima: 345 cv híbridos y un equipamiento de serie en el que solamente faltaba la botella de champán francés.
En octubre, viajamos al norte de España para probar un coche muy especial, el Volkswagen Polo R WRC, una serie limitada de 2.500 unidades basada en el utilitario del mismo nombre con el que la marca alemana rendía homenaje al coche campeón del Mundial de Rallys 2013 en su año de debut. Pegatinas aparte, el Polo R WRC es un pequeño GTI de colección, altamente exclusivo (a España llegarán entre 40 y 50 unidades), y que se ha desarrollado en la planta de Landaben (Navarra) y puesto a punto por, entre otros, Carlos Sainz. Con unas suspensiones endurecidas, una altura libre hasta el suelo aminorada y una carrocería adelgazada, al Polo R WRC se le ha implantado el motor 2.0 TSI (que en el Scirocco R ofrece 265 cv) con 220 cv de potencia máxima, la misma que la del nuevo Golf GTI. Con esto queda todo dicho.
En noviembre, nos subimos a dos coches que llevan sus respectivos conceptos a lo máximo. El primero, el Toyota GT86, es el auténtico deportivo: pequeño, ligero, bajo centro de gravedad, tracción trasera, y motor bóxer de 2.0 litros y 200 cv de rendimiento a regímenes altos. Vamos, un perfecto bailarín. El otro, el Range Rover SDV8 4.4 Vogue, es el pionero de los todoterrenos de lujo. Sin perder un ápice de su capacidad off road, el Range Rover se ha convertido en una especie de limusina de campo.
Para paladares exigentes el mes de diciembre no ha sido el mejor mes de pruebas. Coches más racionales y coherentes han tomado la palabra en la sección de pruebas de Autocity.com. Entre ellos “El rey del espacio”, el Skoda Superb Combi, el familiar más espacioso del mercado, que, lejos del glamour de otros coches probados, impone valores como la capacidad de su maletero, la alta calidad de construcción o unas plazas traseras donde uno puede estirarse a sus anchas. También esperábamos con ganas la prueba con el nuevo León FR, las siglas de guerra del compacto español. Pues bien, con la primera carrocería de tres puertas (SC) del modelo, el elástico motor gasolina de 1.8 litros y 180 cv, y su equilibrado chasis, nos dejó una sensación de compacto deportivo dulcificado.
