Lamborghini Gallardo Patrulla

A más de uno, tras leer este reportaje, le entrarán ganas de ingresar en la policía ¡pero en la policía italiana! Y es que pocos trabajos pueden proporcionarle a uno el placer de conducir un superdeportivo como este. Si además tenemos en cuenta que de vez en cuando circularán de urgencia y, por tanto, a velocidades superiores a las establecidas, el deseo de conducir este bólido patrulla todavía se acentúa más.
Sólo 30 policías -entre las que figuran tres mujeres- han obtenido la capacitación para conducir este coche. Evidentemente estos 30 agentes han sido instruidos con cursos de pilotaje, impartidos por especialistas en conducción de la propia casa Lamborghini. Pero estos afortunados policías no sólo han tenido que aprender a domar una verdadera fiera de 560 cv, sino que también han recibido clases para manejar los instrumentos médicos que incorpora este espectacular coche patrulla, entre ellos un desfibrilador.
El Lamborghini Gallardo LP560-4 Polizia no sólo se utiliza para urgencias médicas, transporte de órganos entre hospitales, vigilancia del crimen y de los delitos de tráfico, etc; también es empleado como vehículo de servicios preventivos y de organización en acontecimientos importantes, como la fiesta anual de la policía que se celebra en Roma, o los carreras de coches de época, como la Targa Fiorio o el rally Milán-San Remo.
Centrándonos en el coche en cuestión, diremos que se trata de un Lamborghini Gallardo LP560-4 preparado para coche patrulla, un regalo con el que la prestigiosa casa de Sant´Agata Bolognese ha querido premiar al cuerpo de la Polizia di Stato. No es la primera vez que Lamborghini colabora con las fuerzas de seguridad, pues previamente ya había donado otras dos unidades del Gallardo de la anterior generación. En concreto fue en 2004, con un vehículo que se puso en servicio en Roma y en las carreteras de su área, y en 2005, con una segunda unidad destinada a la zona de Bolonia. Ambos coches patrulla recorrieron 140.000 y 100.000 kilómetros de servicio respectivamente, sin que para ello necesitasen ningún mantenimiento exclusivo ni reparación.
Este especialísimo coche patrulla conserva las cualidades del mítico deportivo, incorpora los elementos de un coche de policía convencional, y también algún que otro extra más. Por ejemplo, el maletero es refrigerado y viene preparado para realizar rápidos transportes de órganos, además de que tras los asientos lleva un desfibrilador con el cual los agentes pueden practicar maniobras de reanimación al llegar a un accidente grave. Sus sirenas utilizan la moderna tecnología de leds, y son más pequeñas y aerodinámicas que las de los coches normales con el fin de no entorpecer el avance a altas velocidades.
En el interior encontramos la última tecnología telemática, con cámaras y lectores de matrículas directamente conectados con los ordenadores centrales del archivo de datos de la policía. Y si de perseguir a un delincuente se trata, pocas opciones tendrá el que pretenda huir, ya que desde parado el Gallardo LP560-4 puede ponerse a 100 km/h en sólo 3,7 segundos, y poco después alcanzar los 325 km/h. Lo cierto es que a muchos les gustaría ingresar en la policía aunque sólo fuese por ponerse a los mandos de este impresionante coche patrulla.

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