Honda Civic i-CTDI y Type R

A fondo

El fabricante de coches japonés Honda es uno de los que más proyectos de diseño innovador ha lanzado al mercado en los últimos tiempos, como ha hecho recientemente con el original deportivo ecológico CR-Z de 2+2 plazas, combinando la mayor actualidad motriz con una orientación claramente deportiva, tradición de la marca. Como primera muestra de esta nueva andadura para Honda, hace unos 5 años lanzó la octava generación del Civic, el principal pilar para la marca, con un concepto muy futurista para el segmento compacto que ha calado muy profundo entre el público más joven y ha puesto las cosas muy difíciles a sus rivales directos más convencionales.
La estética del nuevo Civic es revolucionaria y no pasa de moda por más que pasen los años, aunque ahora resulta menos sorprendente que al principio a fuerza de verlo. Inicialmente ya mostraba una aerodinámica carrocería de formas redondeadas, combinada con un morro bajo y afilado y una trasera redondeada y abombada, que se complementaba perfectamente con un aspecto interior de aspecto espacial, con un salpicadero muy original y espacioso en el que destaca el cuadro de mandos totalmente orientado hacia el conductor dibujando un cockpit muy envolvente y un ambiente muy colorido azul y rojo. Una última actualización de equipamiento denominada GT Sport, ha querido dotar al Civic de cinco puertas de una imagen más actual, adecuando su estética a los más atractivos y deportivos Type S y Type R de tres puertas, una versión ésta última que también analizamos antes del cese de su comercialización en gran parte de Europa por el incumplimiento de la normativa Euro 5, en funcionamiento desde el pasado 1 de enero. ‘El Civic 2.2 i-CTDI resulta uno de los compactos más ágiles y rápidos al tiempo que menos bebedores y más espaciosos’El Civic 2.2 i-CTDI resulta uno de los compactos más ágiles y rápidos al tiempo que menos bebedores y más espaciosos
Sin embargo, su hermano diésel de 2.2 litros i-CTDI se muestra como uno de los compactos más ahorradores y menos consumidores de combustible frente a sus rivales que encontramos en el Citroën C4, Opel Astra, Volkswagen Golf, Renault Megane, Toyota Auris, el Seat León, el Mazda 3 o el Peugeot 308, entre otros muchos modelos. Eso sí, dado que sus acabados son muy buenos y su motor entrega una gran potencia con bajo consumo, repercute en el precio que no es precisamente barato, puesto que esta versión cuesta 24.200 euros.
A pesar de lo moderno y futurista de su diseño, lo que más nos ha gustado del Civic 2.2 i-CTDI es la suavidad de funcionamiento y elasticidad de su propulsor y su excelente comportamiento dinámico en todo tipo de trazados, así como la economía de combustible que consigue con un motor tan alegre.

Futurista por fuera y por dentro
El interesante restyling realizado sobre la moderna octava generación del Civic junto con detalles propios de la nueva versión GT Sport, incorpora elementos como la parrilla negra realizada en nido de abeja, así como todos los bajos que recorren la carrocería en los paragolpes y los pasos de rueda en el color exterior del vehículo, además de unas nuevas llantas de aleación de 17 pulgadas y 5 brazos dobles en color titanio oscurecido con neumáticos deportivos de 225 mm de ancho. Nuevos rasgos realizados en cromo oscuro se encuentran en los tiradores de puertas en forma de punta de flecha o en el tapón del depósito de combustible, así como los intermitentes ubicados en los espejos retrovisores, mientras que la trasera presenta nuevas ópticas con un carenado transparente completo que recorre todo el portón y le dan aún un aspecto más moderno.La versión GT Sport eleva la deportividad de la versión de cinco pueretas con llantas de 17 pulgadas, elementos en cromo y una elegante parrilla negra
El interior apenas ha variado respecto a la versión original, salvando la nueva confección de los asientos en tapicería mixta de piel y tela, con un puesto de conducción tan ergonómico y diferenciado como siempre por la orientación de sus mandos, facilitando todos los movimientos del conductor hacia el volante y la palanca de cambios, así como hacia los mandos de confort que rodean el cuadro central. La conducción es muy intuitiva, rápida y ágil. Su habitabilidad es amplísima, a pesar de su línea de carrocería de estilo coupé, ofreciendo un gran espacio vital para los pasajeros de ambas filas. Destaca la modularidad de su banco trasero de tres plazas, que anclado en forma de plataforma permite depositar cantidad de objetos debajo de sí mismo y se abate dejando un espacio de carga plano que alcanza los 1.352 litros. El cofre ya ofrece nada menos que 485 litros de capacidad, uno de los más grandes de su segmento.

Motor elástico y poco sediento
El propulsor que mueve a esta unidad es el bloque diésel de cuatro cilindros 2.2 i-CTDI de 140 cv, el más prestacional de la gama por debajo del Type R, puesto que con su par motor de 340 Nm brinda una exquisita dinámica de conducción, incluso frente a la versión gasolina de la misma potencia. Lo más sorprendente de este motor frente a los diésel que montan sus rivales es la gran suavidad y elasticidad que brinda, con una ausencia casi total de vibraciones propias de los diésel, mientras que dinámicamente es realmente ágil, alcanzando los 205 km/h de velocidad máxima y acelerando de 0 a 100 km/h en 8,7 segundos. El consumo, sin embargo, lo deja según datos oficiales en unos escuetos 5,3 litros a los 100 km, que sube hasta 7,3 litros reales vistos en el testigo del cuadro realizando trayectos a buen ritmo. Toda esta agilidad y suavidad se consigue también gracias a una caja de cambios muy precisa y suave, como siempre en la marca, ubicada en posición elevada, permitiendo un cambio de marchas fulgurante.
En cuanto al chasis, a pesar de montar un simple eje de torsión trasero en lugar de la ya habitual confuguración multibrazo de la mayoría de sus rivales, su comportamiento es muy equilibrado gracias a una concienzuda puesta a punto de la suspensión para realizar una conducción rápida y ágil, evitando molestos cabeceos en curva y facilitando rápidos cambios de inercia. El caso es que siempre transmite una gran sensación de aplomo y seguridad en todo tipo de conducción mediante una dirección muy directa.
Por si todo esto fuera poco, todas las versiones del Civic incluyen de serie elementos de seguridad como el avisador de presión de neumáticos, ABS con distribución electrónica de la frenada EBD y los controles de estabilidad VSC y de tracción TCS, con lo que siempre están latentes para ayudar al conductor cuando se necesitan. Cuando el accidente es inminente, una batería de airbags frontales, laterales delanteros y de cortina se encargan de salvaguardar a los pasajeros de los daños más graves, actuando conjuntamente con los pretensores de los cinturones de 3 puntos de anclaje y con los anclajes Isofix para la sujeción de sillas infantiles.
El sensacional Type R
Si en lugar de buscar la máxima practicidad de las cinco puertas combinadas con unos consumos recatados y preferimos optar por una super atractiva versión de tres puertas vitaminada por que queremos disparar nuestra adrenalina por las nubes, la versión Type R del Civic es nuestra versión. Lo probamos en vísperas de su desaparación en algunos mercados europeos, como el nuestro, por sus elevadas cifras de emisiones irreconciliables con la normativa Euro 5. No hay quien contenga a su espectacular motor atmosférico de gasolina de 2.0 litros de altas revoluciones que con facilidad alcanza las 8.000 rpm brindando unas sensaciones sólo parecidas a las de los coches de carreras.

Todo en su ser, chasis, carrocería e interior, está dispuesto para realizar la conducción más deportiva posible, por ello llaman la atención en esta edición especial unas llantas de aluminio muy ligeras de 8 brazos pintadas en color blanco a juego con el color del coche, una suspensión muy rígida y de corto recorrido que pega la carrocería al suelo y spoilers y faldones aerodinámicos por los cuatro costados, el alerón sobre la luneta o el emblema de Honda sobre fondo rojo. El rojo se traslada al interior para combinarse con el negro en el tapizado en Alcántara de unos asientos deportivos de tipo bacquet que sujetan el cuerpo de forma magistral en conducción extremadamente deportiva, mientras que se aprecia también en la iluminación de los indicadores electrónicos, el logotipo o las costuras del volante nos recuerdan que nos encontramos en un deportivo de pura raza.
En definitiva, un deportivo compacto de circuito readaptado a la carretera, sobre todo a las más reviradas, haciéndonos disfrutar de cada metro recorrido por un precio poco superior a los 30.000 euros. Eso sí si os encapricháis de él, ya tendréis que recurrir al mercado de ocasión o a algún tipo de importadora… ¡Os garantizo que las gestiones merecen la pena!

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