Volkswagen Jetta 1.2 TSI Bluemotion

A fondo

-Personalidad propia y más definida
-Habitáculo espacioso y un gran maletero
-Motor elástico y silencioso-Precio superior a la media del segmento
-Detalles de coche mal rematado
-Ruido de rodaduraLa marca alemán Volkswagen ha redoblado esfuerzos para independizar la sexta generación del Jetta de la plataforma del Golf. Ahora con una personalidad propia y más definida, el nuevo Jetta es una armónica unión de la elegancia del Passat y la deportividad del Golf, los dos íconos de la casa de Wolfsburgo. Sumado a un equipamiento de lo más completo y una mecánica, la de acceso, el bloque gasolina 1.2 TSI de inyección directa y seis velocidades, muy eficiente, el modelo que hoy probamos a fondo es la respuesta perfecta para los conductores que demandan una berlina compacta con mucho espacio y por un precio contenido.

a favorPersonalidad propia y más definidaHabitáculo espacioso y un gran maleteroMotor elástico y silenciosoen contraPrecio superior a la media del segmentoDetalles de coche mal rematadoRuido de rodadura
Estrenada una plataforma nueva, el Jetta 2011 sustituye al modelo de 2005 con un precio de partida de 21.180, correspondiente a la unidad de nuestra prueba, 1.2 TSI Advance Bluemotion Technology. Con su carrocería de tres volúmenes y cuatro puertas, ofrece una longitud final de 4,64 metros, 9 cm más largo que su antecesor y 13 cm más corto que el Passat, que mide 4,77 m. Compartiendo muchos elementos mecánicos y del habitáculo con el Golf, este Jetta ha aumentado su distancia entre ejes en 7,3 cm (2,65 m), de ahí el confortable espacio que encontramos en la hilera trasera, y su anchura es de 1,78 metros y su altura de 1,48 m.
Por dimensiones, precio y pretensiones, encontramos modelos que rivalizan con el Jetta en casi todas las casas. Podemos citar por ejemplo a sus hermanos de grupo, el Seat Exeo (4.66 m) y el Skoda Octavia (4,56 m). También están los sedanes derivados de compactos que toman el nombre de éste, el Ford Focus Sedán (4,53 m), o los que tienen un nombre propio, el Renault Fluence (4.62 m), aunque sea una variante con maletero postizo del Megane. En este frenesí de los fabricantes por toparse con el sedán más económico, están modelos prácticamente apagados dentro de una marca, como el Fiat Línea (4,56 m), o los que irrumpen súbitamente con unas calidades muy elevadas, como el Chevrolet Cruze (4,60 m). De todos, el Exeo es el más caro, 22.850 euros con el motor gasolina 1.8 TSI de 120 cv, seguido de nuestro Jetta; por detrás, todos más baratos, estarían el Focus, 20.950 con el motor 1.6 TI-VCT de 125 cv, el Fluence, por 20.215 con el motor 1.6 de 110 cv, el Octavia, por 19.870 con el mismo propulsor que nuestro Jetta, el Cruze, por 18.200 con el motor 1.6 de 124 cv, o el Linea, desde 13.950 .
A rasgos generales podemos hablar de una berlina muy elegante, en la que los diseñadores del grupo, dirigidos por Walter de Silva, han esculpido un conjunto distinguido y equilibrado. A esto hay que sumar su interior en el que cuatro ocupantes viajan con total comodidad, destacando sobremanera el notorio espacio que hay en la hilera trasera para estirar las piernas. El espacio disponible en las plazas delanteras es similar al que encontramos en un Passat. Como la competencia, el confort de la plaza central se reduce, con un respaldo más duro que integra un reposabrazos y un túnel central voluminoso. Además, el cofre de maletero ofrece unos reseñables 510 litros, únicamente inferior al Octavia (560 litros) y al Fluence (530 l), pero muy por delante Seat Exeo o Chevrolet Cruze. Además, el Jetta ofrece un dispositivo en el propio maletero de abatimiento automático de las banquetas traseras. Al igual que en el Fluence, el del Jetta ofrece una rueda de repuesto, bajo el piso del maletero, de las mismas dimensiones que las otras cuatro. Por el contrario, deja a la vista muelles y tornillos que en otros modelos VW aparecen recubierto, signo de mayor calidad.

El interior del Jetta, por diseño y presentación, es a primera vista idéntico al del Golf. Sin embargo, los materiales empleados no son tan finos como los del compacto. En nuestra berlina nos tenemos que conformar con plásticos poco vistosos en las zonas inferiores. El habitáculo, sin ser muy vistoso, ofrece una sensación de mayor solidez a nivel de ajustes que otros rivales recientemente hemos probado el Renault Fluence, y en este apartado es peor que el Jetta- y hay muchos huecos, repartidos por toda la cabina, para dejar objetos. Sin embargo, hay algunos detalles malos que no tiene el Golf: la guantera no tapizada, el capó no tiene muelle hidráulico sino la varilla convencional o el más que cuestionable tapizado del techo.Por diseño y presentación, el interior del Jetta es prácticamente idéntico al del Golf
El puesto de conducción es realmente cómodo. Adaptando cualquier regulación posible de la banqueta, siempre tomamos una perspectiva de la calzada algo elevada, pudiendo jugar con cierto margen gracias a la regulación del volante, en altura y profundidad. Todos los mandos están ergonomicamente colocados para que el conductor no tenga que apartar la mirada del asfalto: volante multifunción, palanca de control crucero y el encendido automático de luces a la izquierda del bloque de dirección.
El completo equipamiento de serie y opcional del nuevo Jetta se ofrece en dos versiones, Advance y Sport. En ambos casos el estándar de seguridad activa y pasiva es de primer nivel. El acabado Advance incluye elementos como las llantas de 16 pulgadas con neumáticos 205/55 R16; lunas antitérmicas ahumadas en verde; volante de cuero; climatizador bizona; ordenador de a bordo y Radio-CD MP3. Con el acabado Sport incorpora elementos como faros antiniebla; el Media In MDI; llantas de aleación de 16 pulgadas; control crucero; volante multifunción en cuero o asientos deportivos, entre otros elementos.
‘Su comportamiento es el de una berlina cómoda y fácil de conducir, filtrando muy bien todas las irregularidades del asfalto’Después de lo hablado hasta aquí, es fácil deducir que el Jetta es una berlina muy cómoda y fácil de conducir, ponderando por encima de cualquier otra circunstancia una amortiguación que filtra extraordinariamente bien todas las irregularidades. La dirección es firme, no demasiado directa, tiene un buen tacto y transmite con suma precisión a las ruedas nuestras directrices. El habitáculo no está tan bien aislado como el del Golf, con un ruido de rodadura bastante perceptible desde dentro del coche. La visibilidad trasera, uno de los mayores lastres de los compactos, es bastante notable en el Jetta. En vías rápidas se muestra muy estable.Su comportamiento es el de una berlina cómoda y fácil de conducir, filtrando muy bien todas las irregularidades del asfalto
En cuanto a su motor, es el pequeño bloque gasolina de 1.2 litros TSI de inyección directa y turbo, que desarrolla una potencia de 105 cv. Asociado de serie a una caja de cambios manual de seis velocidades, nuestro propulsor gasta 1,1 l/100 km más que el motor 1.6 TDI 105 cv, según cifras oficiales. Según estos datos, en ciclo mixto, nuestro Jetta gasta 5,3 l/100 km, que según nuestras mediciones se traducen en unos más reales 6,8 l/100 km. Nuestra versión es ‘Bluemotion Technology’, que incluye el sistema stop/star, unos neumáticos de baja resistencia y un alternador para recuperar energía en fases de frenado o desaceleración. Es una mecánica que reacciona con viveza, ofreciendo mucha sensación de fuerza si apretamos a fondo el acelerador, especialmente en régimen bajo. Podemos hablar incluso de una notoria elasticidad, ya que en ningún punto del régimen se nota un coche vacío de fuerzas. Es un propulsor más bien silencioso, que apenas vibra al ralentí. Además, es 1.000 más barato que el 1.6 TDI.

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