Skoda Octavia Combi RS 2.0 TSI DSG

Un familiar muy deportivo

Skoda renovó la pasada primavera su gama Octavia. No realizó grandes cambios, pero sí refrescó su veterano modelo para que continúe resultando interesante, y ¡vaya si lo es! En esta ocasión nos subimos al Octavia Combi RS con cambio DSG, un familiar muy deportivo que, además, se comercializa a un precio bastante competitivo: 30.970 € (28.880 € con cambio manual).
De hecho, en cuanto a vehículos tipo ranchera con motor gasolina en torno a los 200 cv y cambio automático, no existe otro en nuestro mercado que ofrezca una mejor relación entre precio, espacio y prestaciones. El más cercano es su “primo” Seat Exeo ST, aunque este, con cambio Multitronic, ofrece unas cifras de consumo y prestaciones ligeramente más discretas además de un espacio para la carga algo inferior. Otros rivales cercanos que ofrecen precios y potencias similares son los Opel Insignia Sport Tourer (que ofrece un 2.0 Turbo de 220 cv a partir de 30.100 €) y Renault Laguna Grand Tour (con su GT 2.0 Turbo 4RD de 205 cv, desde 32.200 €); datos estos de las versiones con cambio manual. Por supuesto, el Combi RS 2.0 TSI también es comparable a los Volkswagen Passat Variant y Audi A4 Avant en sus respectivas versiones de similar motor y cambio, pero el primero es como mínimo 4.000 euros más caro y el segundo a partir de 7.000 euros más costoso que el Skoda.
Una vez ubicado frente a la competencia, podemos avanzar, antes de desglosar la información en las siguientes páginas, que el Octavia Combi RS presenta una imagen renovada gracias a sus luces diurnas mediante leds y al resto de retoques estéticos. Con sus 4,60 metros de longitud es de los más cortos de su segmento, pero por el contrario ofrece una sobresaliente capacidad de carga de entre 580 y 1.620 litros. En cuanto a su comportamiento, este Skoda familiar de prestaciones deportivas logra unas de las mejores cifras del grupo de rivales antes mencionados, con una marca de aceleración de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos y un contenido consumo de 7,7 l/100 km. Como veremos más adelante, conducir este coche proporciona múltiples satisfacciones, tanto por el rendimiento de su motor, como por el excelente funcionamiento del cambio DSG o como por su habitáculo de grandes dimensiones y buenos acabados. Eso sí, como buen deportivo que es las suspensiones son un poco duras, algo que habrá que tener en cuenta si van a viajar pasajeros en las plazas traseras y se va a transitar por carreteras muy bacheadas.

Equipado y racing

Aunque la carrocería del Octavia Combi –al igual que la del Octavia berlina- no levanta pasiones debido a su sobriedad y simplicidad, entre el reciente restyling experimentado por toda la gama, y los detalles que caracterizan a esta versión RS, podemos decir que el resultado estético está bastante logrado. Sus proporciones son conservadoras y compactas, pues mide 4,60 metros de longitud, 1,77 metros de anchura y 1,45 metros de altura; además de mostrar unos trazos claramente convencionales.

El restyling estrenado la pasada primavera dotó a la gama Octavia de un nuevo frontal con unos grupos ópticos más grandes. El interior también se ha visto beneficiado con algunos elementos rediseñados, como el volante de cuero, que en este caso es de tres radios. El nivel de acabados de esta versión RS es muy completo, con faros de xenón con función de alumbrado en curva y leds para la iluminación diurna, sensor de lluvia y de presión de neumáticos, tapicería que combina la tela y la piel, llantas de aleación de 17 pulgadas, faldones y spoilers deportivos, grandes tomas de aire y una doble salida de escape cromada.
De forma opcional de puede solicitar la tapicería totalmente de cuero (595 euros), el navegador (uno de 530 euros y otro más completo de 1.790 euros), los sensores de parking (según el tipo entre 360 y 685 euros) o las llantas de 18 pulgadas (325 euros) entre otras cosas.
Esto en cuanto a equipamiento, pero no podemos olvidar una de las grandes ventajas del Octavia Combi; su habitabilidad. A pesar de no ser muy largo, es uno de los más capaces gracias a su buen aprovechamiento del espacio, ya que ofrece un maletero de 580 litros que se puede ampliar hasta los 1.620 litros si se abaten los asientos traseros.
Con el Octavia Combi RS vamos al volante de un familiar, eso es evidente, pero sin duda alguna podemos disfrutar de unas prestaciones y sensaciones bastante deportivas. Y eso que al acomodarnos en el asiento del conductor comprobamos como la postura no puede ser tan baja como la de otros modelos del Grupo VW, lo que no impide que resulte cómodo y agradable. Arrancamos y enseguida percibimos que este coche, a pesar de sus rapidísimas reacciones, puede ser utilizado con suma docilidad, ya que el buen hacer del cambio DSG y lo elástico de su motor permiten una conducción muy tranquila si así se desea.

Ya hemos probado en diversos modelos del grupo este motor 2.0 TSI de 200 cv y el cambio DSG; y ambos sistemas son de lo mejor del mercado. Cierto es que el que dos litros turbo de inyección directa ofrece ya muchas evoluciones de potencia superior, pero esta de 200 cv es más que suficiente para mover a cualquier coche con gran agilidad. Con sus 1.485 kilos el Octavia Combi RS se desenvuelve con soltura a cualquier régimen, pero es en el momento de pisar con decisión el pedal del acelerador cuando el familiar de origen checo saca toda su rabia.
En los momentos de máximo rendimiento nos podemos olvidar de que estamos conduciendo un coche familiar, ya que sus reacciones y prestaciones son más propias de un compacto GTI que de un vehículo de este tipo. A esto también contribuyen las suspensiones, sustancialmente más firmes que en el resto de la gama, lo cual ayuda en los momentos de conducción deportiva pero penaliza cuando queremos viajar de forma sosegada por carreteras bacheadas, sobre todo a los ocupantes de las plazas traseras, que son quienes más lo sufrirán.
En definitiva, el Skoda Octavia Combi RS es un familiar muy capaz y de excelente rendimiento. No gasta mucho y su precio es asequible, mientras que corre de sobra y ofrece un espacio sobresaliente. Su único fallo es que no es muy cómodo en según que tipo de terrenos, pero es el precio a pagar por disponer de un vehículo de vocación deportiva. Sólo algunas soluciones más costosas que sí llevan algunos coches de grupo, como la suspensión variable, podrían subsanar este pequeño inconveniente de este gran automóvil.

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