Seat León X-Perience 2.0 TDI 150 CV 4Drive

El León es históricamente la gallina de los huevos de oro de Seat, segundo modelo más vendido en España en 2015. Con el lanzamiento de su tercera generación la marca de Martorell ha atomizado todavía más la gama del compacto original para convertirlo por primera vez en un modelo familiar gracias a la carrocería ST. De ésta nace nuestro protagonista de hoy, el Seat León X-Perience, la versión más próxima al todocamino que Seat añora.

Y es que hasta que en la segunda mitad de 2016 llegue el ansiado SUV, el León X-Perience es el máximo valedor del coche multiusos o en la jerga del marketing, el crossover. Un coche, la verdad, que dentro del mercado generalista, de vehículos de tamaño medio y para un uso familiar, es una opción de compra cuanto menos interesante (si no muy recomendable).

Técnicamente, el Seat León X-Perience se diferencia de cualquier otro León ST porque cuenta con una mayor altura libre al suelo de 17,2 centímetros, gracias a unos neumáticos de perfil más ancho y a una suspensión específica. Y además porque cuenta con la tracción integral 4Drive (las versiones menos potentes son tracción simple) basada en un embrague tipo Haldex que acopla el motor a las ruedas traseras cuando la electrónica detecta pérdidas de adherencia en el tren delantero.Fórmula off road sencilla con un mínimo sobrecoste respecto al León ST

Además, hay cambios en el aspecto, más por fuera que por dentro. El diseño exterior se beneficia de unas protecciones de plásticos alrededor de toda la carrocería, molduras cromadas en la zona baja de los paragolpes, el nombre de la versión (X-Perience) y del sistema de tracción (4Drive) en el portón trasero, y unas barras de techo (de serie). Además nuestra unidad de prueba se corona con otros elementos opcionales como las llantas más grandes de 18 pulgadas X-Perience Machined, el techo panorámico, y el paquete de iluminación Full LED (faros delanteros, luces diurnas y pilotos traseros).

En el habitáculo, sin embargo, las diferencias son mínimas, ni en las cotas (cuenta con un espacio interior muy notable para cuatro pasajeros y un sobresaliente maletero de 587 litros) ni en la decoración, que se limita a las menciones nominales de la versión y finos pespuntes en color naranja en el volante y el pomo del cambio.

Al no contar con ningún sistema específico para modificar el comportamiento dinámico fuera de asfalto (ni siquiera un control de descenso) no existe ningún botón distinto al que pueda incorporar la consola central de un León ST. Y en cuanto a la tracción integral, su funcionamiento es completamente automático, sin que el conductor pueda intervenir de ninguna manera.

EN MARCHA
El Seat León X-Perience que conducimos durante una semana se apoya en el motor diésel 2.0 TDI de 150 CV de potencia y en el cambio manual de seis velocidades (hay una versión TDI 184 CV con el cambio automático DSG que cuesta casi 4.000 euros más). Salvo para aquellos que vayan a realizar muchos kilómetros por ciudad o alrededores, y beneficiarse de la comodidad del DSG, son unos euros que pueden quedarse perfectamente en el bolsillo, porque: la potencia de 150 CV es más que suficiente para mover el conjunto en cualquier terreno, incluso cargados, y el funcionamiento del cambio manual está muy afinado, tanto por la relación de las marchas como por el tacto y recorrido del pomo.El conjunto motor/cambio probado, quizás, el más recomendable de toda la gama

El León X-Perience diésel de 150 CV acelera de 0 a 100 en 8,7 segundos y alcanza de velocidad máxima los 208 km/h, 1,6 segundos más y 16 km/h menos que el TDI 184, desventaja poco relevante en un uso cotidiano, más si cabe con el contenido consumo de carburante que obtiene: 4,8 litros en ciclo homologado que sube hasta los 6,6 litros combinando kilómetros en ciudad y carretera (aunque en autovía a velocidades legales bajamos de los 5).

Dinámicamente en asfalto se comporta como un León más, es decir, muy bien. Es un turismo compacto muy bueno en cuanto al equilibrio entre confort y agilidad, si no es el mejor del segmento. En autovía se siente un coche muy asentado y con una alta calidad de rodadura, mientras que en carretera con curvas los cambios de apoyo son relativamente rápidos para un coche, no lo olvidemos, que está basado en una carrocería familiar de 4,54 metros de longitud y con unas suspensiones más elevadas.El cambio de geometrías no afecta a su comportamiento, impecable como cualquier otro León

Fuera de asfalto, obviamente no se comporta como un SUV/todoterreno, entre otras cosas, porque no lo es. Sin embargo, por su geometría, tipo de tracción y protecciones de carrocería, está más cualificado que un turismo convencional para salir a pistas con piedras, surcos, charcos o barro; o para moverse en carreteras de baja adherencia por acumulación de hielo o nieve (siempre con precaución porque no monta neumáticos específicos para ello).

a favor- Chasis- Prestaciones y consumos- Versión casi sin sobrecosteen contra- Sin sistemas off road- Estética conservadora- Sin neumáticos M+S

¿POR CUÁNTO?
El Seat León X-Perience es en sí mismo un acabado (alto) de la gama León ST, aunque comercialmente Seat distinga una carrocería de la otra. Su precio de partida es de 19.200 euros, mientras que la unidad probada asciende a los 24.490 (extras aparte). Un León ST 2.0 TDI 150 CV 4Drive con el acabado FR (de aspecto deportivo) cuesta 500 euros menos. Fuera de la casa española, sus principales rivales son los Skoda ScoutVolkswagen Golf Alltrack. Ambos pueden contar con la misma mecánica que el León, teniendo un precio similar el modelo checo y 7.000 euros superior el alemán (que eso sí, es el único que monta de serie un setting off road que activa el control de descenso y modifca la respuesta del motor y la electrónica). Tú decides…

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