Range Rover SDV8 4.4 Vogue

Algo está cambiando radicalmente en la marca inglesa fabricante de todoterrenos Land Rover, así como en su hermana de fabricación de coches de lujo y deportivos Jaguar, fundamentalmente desde que están bajo el amparo del capital indio de Tata Motors. Los hindúes se han percatado, inteligentemente, que los ingleses con medios para invertir e innovar saben hacer coches de calidad, con un feeling de elegancia y exclusividad suprema, y con una carga tecnológica excelente. Por ello les han dejado cierta libertad a la hora de desarrollar sus modelos más emblemáticos, y la verdad hemos de decir que les va de cine.

a favor-Diseño suavizado mucho más moderno-Exquisito interior tremendo y de lujo-Comportamiento muy equilibradoen contra-Tamaño inmenso de la carrocería-Precio desorbitado a la altura de su lujo-Peso y volumen perceptible en conducción rápida
Por ello escalamos a una de sus últimas novedades, la cuarta generación del Range Rover, un todoterreno legendario que se mantiene fiel a su concepto de brindar el mayor lujo para transitar por campo. Históricamente muchos han intentado arrebatarle ese privilegio, pero a los mandos de la última generación os podemos asegurar que no pueden estar más lejos…, lo han intentado, pero no lo han conseguido. De hecho sus rivales más cercanos que encontramos en los reconocidos Mercedes GL, Audi Q7, BMW X5 o incluso todoterrenos auténticos como el Toyota Land Cruiser, por buscarle algunos, se encuentran claramente en un nivel de acabado más bajo que nuestro contendiente.

El Range Rover presenta lo mejor de dos mundos en uno. El lujo, la exclusividad y el cuidado por los detalles y los pasajeros llevado hasta el extremo y propios de la mejor berlina de representación, con las excelentes cualidades en conducción Off-Road del todoterreno más capaz. A esto le suma un comportamiento dinámico en asfalto cada vez más exquisito, gracias a la nueva incorporación de carrocería monocasco de aluminio, contando siempre eso sí con que se trata de un auténtico mastodonte y los tramos virados y de curvas no son su hábitat natural.

Diseño soberbio
Lo más llamativo a primera vista del nuevo Range Rover es el diseño renovado que presenta, que a pesar de mostrar un volumen tremendo se mire por donde se mire y un aroma conservado con el paso de los años, no resulta tan voluminoso como su antecesor gracias a las suaves formas que redondean una carrocería típicamente cuadradota, para presentar unos rasgos dinámicos similares a los de su hermano pequeño Range Rover Evoque, un auténtico superventas.Del nuevo Range Rover destaca una carrocería más dinámica y musculosa, al tiempo que mucho más ligera gracias a ser de aluminio
Destaca fundamentalmente una carrocería en general mucho más musculosa y dinámica que la de su antecesor, con unos tremendos pasos de rueda muy prominentes que albergan llantas de inmenso tamaño, en nuestro caso de 20 pulgadas, unos grupos ópticos delanteros y traseros muy rasgados, delante con sistema de iluminación diurna con formas muy particulares, y detrás con una original iluminación formando dos cuadrados redondeados. Las medidas son todas más proporcionadas, con una gran longitud y anchura y menor altura que en la anterior generación, algo desproporcionada. El frontal conserva el capó superpuesto en forma de concha con los laterales elevados, así como la parrilla en nido de abeja. En la zona trasera con nuevo corte en ángulo transmite movimiento y potencia, mientras el lateral se remata con la tradicional línea a la altura de los hombros que recorre la carrocería, así como con el típico techo flotante o con las branquias verticales marcadas en las puertas delanteras. Con todo se consigue la gran robustez típica del Range Rover, aunque con una aerodinámica muy evolucionada.

El interior del Range Rover es toda una experiencia, combinando magistralmente el clasicismo del estilo inglés, repleto de elegancia y materiales nobles, con la integración de una tecnología de última generación reduciendo el número de mandos en las consola a los más utilizados. Po ello es sin duda la presentación y el cuidado interior lo que nos cautiva definitivamente, permitiendo a cinco pasajeros desplazarse mejor de lo que lo harían en una limusina con los máximos lujos, gracias en parte a unos asientos tapizados con una piel beige de la mejor calidad, ribeteados y con costuras en contraste manufacturadas, y rodeado todos los guarnecidos del salpicadero y de las puertas en el mismo material, mientras que para el techo se emplea la piel vuelta. Además de serie en esta versión Vogue más alta de gama podremos disfrutar de elementos de confort como un sistema de audio Meridian, climatizador independiente en todas las plazas, molduras en madera natural recorriendo el salpicadero y la consola central, los respaldos de las plazas traseras regulables eléctricamente y televisión en la pantalla central de la consola.
Los pasajeros irán a placer en una zona trasera del habitáculo que parece de una limusina, con más de un metro de espacio para las piernas y las rodillas desde el respaldo trasero hasta el delantero. El maletero además, cubica nada menos que 550 litros, una cifra más que aceptable para el equipaje de todos los pasajeros.

Pero es su excelente comportamiento en cualquier terreno lo que más llama la atención, con una agilidad inusitada para su tamaño, quizás porque se mueve con un tremendo motor turbodiésel V8 de 4.4 litros o quizás por la estructura monocasco de aluminio de su carrocería que aligera notablemente un conjunto tan voluminoso.
Su motor es exactamente un SDV8 de 4.4 litros V8 turbodiésel que entrega nada menos que 340 cv de potencia y un par motor de unos impresionantes 700 Nm desde sólo 1.750 revoluciones, lo que le permite unas prestaciones sorprendentes, acelerando en 6,9 segundos hasta los 100 km/h y logrando los 217 km/h. Por ello se sitúa en la zona más prestacional del segmento SUV Premium. Esta fuerza del motor se gestiona con un nuevo cambio automático ZF de 8 velocidades que combina refinamiento y rapidez de cambio. Se centraliza todo en la palanca giratoria de la consola central, mientras que permite cambiar manualmente desde las levas del volante. Sus consumos, sin embargo no son proporcionados a esas prestaciones, con una media homologada a los 100 km de 8,7 litros y unas emisiones de CO2 de 229 gr/km.Ofrece varios modos de conducción a través del Terrain Response para adaptarse a los distintos terrenos
Por otra parte, la gran agilidad y eficiencia que demuestra en general, se debe principalmente a su carrocería monocasco de aluminio que supone toda una primicia en el segmento SUV, con un peso aligerado en un 39% a su equivalente realizado en acero, dando en báscula 2.360 kilos, una cifra nada despreciable que a nivel dinámico evidentemente se deja notar. Para contrarrestar este tremendo peso, el Range Rover Vogue incorpora de serie una suspensión neumática aligerada que permite regular la altura de la carrocería y la dureza de la amortiguación dependiendo de los trazados que vayamos a afrontar. Incluye además de serie con el motor SDV8 el sistema Dynamic Response de control activo del balanceo, con el que se anulan por completo las inclinaciones en apoyo, así como permite trabajar independientemente a cada amortiguador, fundamentalmente cuando se realiza conducción Off-Road. La suspensión es tan exquisita que absorbe totalmente todas las irregularidades y vibraciones del terreno, dando en el interior una gran sensación aislamiento del mundo exterior.

En conducción Off-Road un sistema le hace realmente especial, el sistema de tracción Terrrain Response 2, que incorpora una tecnología inteligente que analiza las condiciones del terreno y selecciona automáticamente el programa más adecuado de configuración del chasis, actuando también al tiempo sobre la dirección para mejorar la maniobrabilidad y la tracción adaptando la respuesta del motor, la caja de cambios y el diferencial central. Con esto la respuesta siempre es la más confortable y eficaz para superar cualquier obstáculo.
Pero el problema de tanto despliegue técnico y de confort es evidentemente el coste que acarrea, teniendo que desembolsar nada menos que 123.000 euros para adquirir una de las versiones más altas de la gama del Range Rover.

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