Peugeot 207 GT

A fondo

A favor:
-Tacto global deportivo
-Superficie acristalada en abundancia
-Imagen rejuvenecidaEn contra:
-Tacto del cambio
-Consumo ligeramente elevado
-Posición de tiradores de las puertas Con el mar revuelto, el viento picado y la tempestad azotando sobre sus cabezas, las marcas generalistas se agarran a los valores seguros, de beneficio estable: reputados productos para la crítica y el público. Y aunque la tendencia, más de cara a la galería que otra cosa en la mayor parte de casos, está marcada por una vorágine casi compulsiva por prototipos y nuevos modelos orientados a la eficiencia ecológica (híbridos, EV, EV enchufables), el fabricante francés Peugeot sigue un rumbo fijo, una gama completa, adaptada a las costumbres de conducción más cercanas, sin mirar a horizontes más lejanos. En los últimos dos años ha cargado, por un lado con tres vehículos de nueva creación, dos de ellos, el 3008 y 5008, para cubrir dos segmentos, los SUV y monovolúmenes compactos, al alza, y otro, el 508, una berlina de postín de imagen noble y distintiva; y por otra parte, revitalizando sus modelos franquicias, con el 308 y 207, nuestro protagonista de hoy, a la cabeza, ambos fuera del Top 10 de superventas en el acumulado de 2011 en el mercado español.

a favorA favor:Tacto global deportivoSuperficie acristalada en abundanciaImagen rejuvenecidaen contraTacto del cambioConsumo ligeramente elevadoPosición de tiradores de las puertas
Si por algo se caracteriza el utilitario galo es por su comodidad a bordo, y eso que nuestra unidad de prueba de hoy, el 207 GT asociado al motor gasolina THP 1.6 de inyección directa y turboalimentado de 155 cv (19.830 ), nos provoca un soplido deportivo y una fina capa de diversión al volante en su reducida y exclusiva carrocería de tres puertas que se contiene longitudinalmente en 4,03 metros, con una distancia entre ejes de tan sólo 2,54 m, y una anchura y altura de 1,74 y 1,47 metros, respectivamente. A nivel estético, el restyling sufrido en 2009 aporta leves cambios que agudizan su dinamismo: luces traseras de freno con tecnología LED, aumento de las superficies cromadas, más volumen en los paragolpes delantero y trasero, llantas multiradio de 17 pulgadas, y siempre presente esa impronta de boca de tiburón gracias a su portentosa parrilla delantera y sus rasgados faros.

‘Por dentro, los matices incorporados hacen que gane en exclusividad y confort’Por dentro, continúan las ligeras modificaciones, matices que le dotan más exclusividad que antes. Aumenta la calidad de materiales y los ajustes de plásticos duros (de muy buena presencia), brillando sobremanera en el apartado de la ergonomía y de la posición al volante. En el acabado Allure, el único disponible con esta motorización, el 207 incorpora unos muy bien resueltos asientos tapizados en cuero-tela y regulables manualmente en las diferentes cotas: fijan muy bien el cuerpo en terrenos revirados al tiempo que son cómodos para viajes más largos. En la parte superior del salpicadero, decorado por una franja que quiere imitar a la fibra de carbono, se integra una pantalla a color protegida por una visera de plástico que incluye, entre otras funciones, el sistema de navegación. En la consola central, de diseño vertical y muy limpia de botones, se encuentran los mandos del audio CD-MP3 con conexión por vía bluetooth, climatización, ESP Todas estas aplicaciones se pueden modificar desde el volante de tres radios gracias a una palanca acoplada a la derecha, mientras que a la izquierda de aquel sobresale otra para manejar el control de velocidad. El cuadro de mandos cuenta con dos relojes analógicos velocímetro y cuentarrevoluciones- y una pantalla informativa de LCD en el centro.Por dentro, los matices incorporados hacen que gane en exclusividad y confort
La superficie acristalada permite una visibilidad más que notable. Además, aunque únicamente sea un punto decorativo, nuestra unidad de prueba incluía en su equipamiento de serie un techo panorámico de cristal. En cuanto a las plazas traseras, su acceso es el correcto para este tipo de carrocerías. Su baja altura, de 1,47 metros, impide que personas de talla alta viajen cómodamente detrás. El 207 GT está homologado para cinco personas, pero salvo casos de fuerza mayor lo ideal son cuatro pasajeros. En cuanto a su maletero ofrece unos reseñables 310 litros de capacidad (1.195 l con los asientos abatidos), con unas formas muy aprovechables y un plano de cargo que queda por debajo de la apertura del portón.
El acabado Allure, el más exclusivo de la gama, incorpora como elementos distintivos en su equipamiento de serie: sensor de inflado de ruedas, rueda de repuesto del mismo tamaño, limitador de velocidad, WIP Bluetooth, faros direccionales, techo panorámico, cristales traseros tintados, sensor de parking trasero, Pack Confort (climatizador, limpiaparabrisas y encendido de luces automáticos, parabrisas atérmico y acústico) y llantas de aluminio 17” Hockenheim.

Asociado a un cambio manual de seis velocidades, el motor gasolina 1.6 de inyección directa y turbocompresor de 155 cv, fruto de la colaboración entre los grupos PSA y BMW, ya lo pudimos probar en el Citroën DS3. Entonces y ahora, su rendimiento estuvo a la altura en todos los apartados cuestionados: dosis de diversión un motor redondo que reparte su fuerza de manera más progresiva que lineal-, refinamiento exquisito y la justa rumorosidad brama como buen motor gasolina con turbo pero sin incomodar dentro del habitáculo-.Divertido y refinado
‘Un juguete equilibrado y perfectamente preparado para el recreo’Con sus dimensiones y una mecánica vitaminada para la ocasión, este 207 se convierte en un juguete equilibrado y perfectamente preparado para el recreo, los adelantamientos y las cabriolas. Sus prestaciones hablan por sí solas, con 216 km/h de velocidad punta y 8 segundos de 0-100 km/h. Sus reacciones son deportivas, pero nunca violentas. Se aproximan más a las de rivales aburguesados en la categoría de pequeños GTI, véase el Volkswagen Polo GTI o el Skoda Fabia RS, que a un pura sangre, con una configuración del conjunto chasis-suspensiones tremendamente seca, como el Abarth Punto Evo. El 207 GT, que tiene como principales adversarios al Ford Fiesta 1.6 Ti- VCT Sport Match y a su gemelo Citroën DS3, es un prodigio de estabilidad, apoya en los cambios de dirección con firmeza, apenas se perciben balanceos reseñables, si a caso en situaciones de conducción muy extremas. Con un peso de 1.234 kg, la amortiguación sí que se aprecia más dura en travesías empedradas, a cambio, apretando a fondo el pie en el acelerador, nos encontramos con un coche fidedigno a nuestros toques de volante, que tracciona bastante bien a la salida de una curva, aunque fruto de su considerable fuerza par motor máximo de 240 Nm a las 1.400 rpm– pierde algo la compostura en su tren delantero. Los frenos son de tacto firme y hay que hacer un uso prolongado y muy intenso para que les alcance la fatiga.Un juguete equilibrado y perfectamente preparado para el recreo

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