Jeep Grand Cherokee V6 Diésel Overland

Jeep renovó profundamente su Grand Cherokee el pasado verano, a pesar de que la actual generación es bastante joven, pues data de finales de 2010. Realmente con la reciente actualización se logró un conjunto más atractivo, ya que mejoró su presencia exterior con diversos detalles, como los nuevos grupos ópticos con leds para la iluminación diurna, y modernizó su interior con un nuevo cuadro de relojes con pantalla TFT así como con el nuevo mando de la palanca de cambios perteneciente a la eficaz caja automática ZF de 8 velocidades.

a favor-Rendimiento mecánico y capacidad off road-Presencia imponente-Equipamiento y lujoen contra-Peso elevado -Maletero algo justo
Para comprobar cómo se posiciona ahora en nuestro mercado el nuevo Grand Cherokee nos subimos a la exclusiva versión Overland con el motor diésel 3.0 V6 de 250 cv, una combinación muy sugerente que rezuma lujo por los cuatro costados e incluye un equipamiento de serie amplísimo. No es económico, pues su precio de tarifa antes de descuentos promocionales se fija en 71.834 €, pero comparado con la competencia, en caso de igualar acabados el Jeep sale muy bien parado. No obstante, encontrarle rivales directos al Jeep Grand Cherokee no es fácil, ya que por una parte bien podría competir frente a los BMW X5, Mercedes ML o Range Rover Sport entre otros; pero por capacidad off road y peso quizá sea el Land Rover Discovery su mayor enemigo. Veremos más adelante en que se parece y se diferencia de los modelos mencionados.
La presencia del nuevo Grand Cherokee impone, tanto que levanta muchas más miradas a su paso que, por ejemplo, un X5 o un ML. Esta atracción la consigue por su poderoso frontal con parrilla cromada y modernos faros de leds, así como por el equipamiento de nuestra unidad de pruebas que, entre otras cosas, trae de serie las llantas de 20 pulgadas. Con sus 4,83 metros de longitud no es excesivamente largo, pero sí resulta verdaderamente ancho y alto como lo demuestran sus 1,94 metros de anchura y 1,79 metros de altura. Por lo que se refiere a habitabilidad, las considerables cotas de altura y anchura le aportan un espacio sobrado; mientras que el maletero, con sus 457 litros (ampliables a 1.554 litros abatiendo la fila trasera), es razonablemente grande pero no tanto como el de sus rivales. Y en cuanto a decoración, el modelo probado venía en negro (941 euros), uno de los seis colores disponibles. El único que no tiene coste adicional es el blanco, en el que tampoco queda nada mal.

Si por fuera agrada este Grand Cherokee, por dentro esta versión Overland colmará las expectativas de los más exigentes. La tapicería estándar cuenta con una piel todavía más selecta que la del Limited (que también trae piel de serie, pues sólo el básico Laredo tiene los asientos de tela), y el nuevo volante de cuero y madera presenta un brillante aspecto lujoso y deportivo; pero lo más llamativo es la avanzada tecnología, pues la pantalla de la consola central es más grande (ahora 8,4 pulgadas frente a las 6,5 de antes) y en el cuadro de relojes se cuenta con un TFT de 7 pulgadas configurable que preside la zona central, quedando como instrumentación analógica los relojes laterales de cuentarevoluciones, temperatura e indicador de combustible (tanto el TFT del cuadro como la pantalla central son de serie desde el acabado Laredo).El salpicadero resulta mucho más tecnológico que el de antes del restyling del pasado verano
Arrancamos mediante botón, pero para iniciar la marcha nos topamos con el único elemento que desentona con la gran modernidad del vehículo: un rudimentario freno de estacionamiento de pie. Perdonado este pequeño detalle manejamos el nuevo y pequeño joystick del cambio y nos ponemos en movimiento. Si queremos la función manual podemos cambiar con las levas ubicadas en el volante, aunque en posición “D” o “S” los cambios de una marcha a otra se suceden a la perfección sin que tengamos que manipular elemento alguno. La respuesta del retocado motor 3.0 V6 es contundente. Respecto al anterior Grand Cherokee 3.0 V6 Diésel Overland gana 9 cv con la reciente actualización para situarse en la redonda cifra de 250 cv, una cifra muy habitual y lógica para este tipo de vehículos. En el Grand Cherokee es más que suficiente para mover el conjunto (aún con su considerable peso de 2,4 toneladas) con gran rapidez. Declara una aceleración de 0 a 100 km/h 8,2 l/100 km, y la verdad es que la sensación de empuje es muy fuerte, pues los 570 Nm de par motor desde 2.000 rpm se hacen notar. Además no gasta demasiado, y aunque los 7,5 l/100 km que declara como media sea prácticamente imposible verlos en el ordenador (como sucede con la inmensa mayoría de las marcas y modelos con sus cifras homologadas), en una conducción normal oscila entre 9 y 10 litros, un valor correcto para su tamaño, peso y prestaciones.

En cuanto a comportamiento dinámico se refiere, al volante del Grand Cherokee todo sucede de forma muy refinada, pues entre otras cosas nuestra unidad de pruebas traía de serie la suspensión neumática, la cual beneficia claramente al confort de marcha. No obstante, este vehículo tiene un condicionante que le diferencia de otros SUV como los mencionados al comienzo de este texto, pues de media pesa entre 300 y 350 kilos más que sus rivales, lo cual se manifiesta en una agilidad algo inferior a la de los grandes y lujosos SUV de moda. Pero ¿qué ocurre? Pues que el Grand Cherokee es un todoterreno de verdad, y en caminos en mal estado va mucho mejor que los mencionados rivales europeos, e incluso cuenta de serie con reductora, diferencial trasero de deslizamiento limitado ELSD en las versiones con sistema Quadra Drive II (de serie en este acabado), la suspensión neumática Quadra Lift que permite variar la altura hasta en 28 centímetros, el control de descensos o el sistema Select Terrain mediante el cual se pueden seleccionar diferentes modos según el tipo de firme (barro, nieve, arena, roca o auto). Con todo ello, el Jeep Grand Cherokee es mucho más apto para circular fuera de carretera que cualquiera de los lujosos SUV (en todo caso el Range Rover Sport sí podría hacerle frente), por lo que quizá un rival más cercano que los X5, ML, etc sería el Land Rover Discovery.La capacidad fuera de carretera de este Jeep Grand Cherokee es superior a la de sus rivales europeos
En este último caso, si enfrentamos al Jeep con el Land Rover –las dos marcas con mayor tradición todoterreno del mundo- sí que vemos como el Discovery es incluso más pesado y menos ágil que el americano, y por relación entre precio, motor y equipamientos el Jeep sale favorecido. Tan sólo en espacio interior y maletero gana el británico. Otro de los argumentos de este Jeep para convencer a la clientela es la enorme dotación de equipamiento y su relación con el precio final. Hay un Grand Cherokee disponible por menos de 50.000 euros (un Laredo de 190 cv y aplicando los descuentos promocionales), aunque nuestra unidad de pruebas cuesta 67.552 euros con el descuento ya aplicado (que puede ser todavía mayor dependiendo de la vinculación con la marca). Pero es que lo que incluye esta versión Overland en la mayoría de sus rivales de precio similar hay que pagarlo aparte. No falta como dotación estándar el techo panorámico eléctrico, el portón trasero de accionamiento remoto y eléctrico, el navegador y la cámara de ayuda al parking trasero, el equipo de música de 9 altavoces y 506W o las diversas ayudas electrónicas a la conducción: control de crucero adaptivo mediante radar, aviso de colisión frontal con mitigación de impacto, aviso del ángulo muerto, etc.

En definitiva, el nuevo Jeep Grand Cherokee convence por su contundente imagen, por su modernizado y lujoso interior, por la eficacia del conjunto motor-caja de cambios y por la relación precio/producto frente a la competencia. Puede que para quien nunca vaya a abandonar el asfalto la agilidad y precisión de conducción en carretera de los lujosos SUV europeos sea superior, pero el Jeep Grand Cherokee no se queda muy descolgado en este terreno, y como contraprestación, cuando pisa la tierra les supera claramente. Una vez decididos por el Grand Cherokee también nos queda alguna duda a la hora de elegir potencia y equipamiento, ya que con el mismo motor 3.0 V6 Diésel, de elegir el básico Laredo de 190 cv al completísimo Summit (un paso más del Overland) de 250 cv van nada menos que 24.000 euros de diferencia. Nosotros nos quedaríamos con la evolución mecánica de 250 cv, y bien con el probado y glamuroso Overland o bien con el inmediatamente inferior Limited (9.000 euros de diferencia), y esta última decisión ya sería cuestión de cuanto valorásemos equipamientos como la suspensión neumática, llevar o no el diferencial trasero de deslizamiento limitado ELSD del sistema Quadra Drive II, o las llantas bien de 18 o bien de 20 pulgadas. En cualquier caso, ambas opciones resultan plenamente recomendables.

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