Citroën DS4 THP 200

Compacto de cinco puertas, con silueta de coupé y sobreelevado. Así de poliédrico es el segundo niño pijo de Citroën, el DS4, uno que en su cuerpo esconde varios yos y que muestra una apariencia deliciosa, de avanzada exclusividad respecto a su “hermano pobre”, el generalista C4. Con respecto a este, es más corto, ancho y alto, con unas dimensiones totales de: 4,27 metros, 1,81 m y 1,53 m. A pesar de su altura libre hasta el suelo, a este DS4 no se le puede posicionar como un crossover: ni mucho menos está preparado para salir fuera de asfalto. Quizá sea más el sueño (o quimera, pensarán algunos) de Citroën porque exista un compacto premium francés entre tanto lujo alemán y nórdico: Audi A3, Volvo V40, BMW Serie 1 y Mercedes Clase A.

a favor- Respuesta del motor gasolina THP- Interior tremendamente cuidado- Diseño exterior originalen contra- Plazas traseras- Sensiblidad acelerador/consumo- Ruido de rodadura
Como puente entre el DS3 y el DS5, la unidad que tenemos ante nosotros es el Citroën DS4 THP 200, esto es, el tope de gama: mecánica de gasolina fruto del acuerdo de colaboración PSA-BMW, un 1.6 litros sobrealimentado de 200 cv de potencia.DS3, DS4 y DS5 conforman la división de lujo DS de Citroën, que tiene en el C4 la alternativa generalista a nuestro protagonista de hoy
De su diseño, todo es rompedor. Bueno, todo, menos el frontal, que comparte muchos elementos con el C4. A partir de ahí, Citroën ha sido hasta cierto punto transgresora con su filosofía de fabricante generalista. Aplica buena cantidad de cromados (al estilo de su fiel aliado Peugeot) y se decanta por unos cortes más agresivos en perfil y zaga. Más despegado del suelo que el C4, la vista lateral del Citroën DS4 destaca por la abombada curva de su techo en confrontación con una tensa y ascendente cintura que concluye en un acentuado ángulo que esconde los tiradores de las puertas traseras (como el Alfa Giulietta), con la intención de enfatizar su imagen de coupé. Las llantas deportivas de 19”, el alerón trasero y los grupos ópticos LED muy estilizados, nos acercan más a la idea que poco después vamos a constatar: sí, tiene pinta de “deportivillo pintón”, pero por dentro no debe ser el coche más espacioso.
HABITABILIDAD TRASERA LIMITADA
Viajar en la parte trasera de este DS4 puede resultar agobiante. Las puertas traseras son pequeñas, su ángulo de apertura es más que discreto y la superficie acristalada queda lastrada por el diseño exterior y viene acompañada de una sorpresa final: las ventanillas laterales son fijas. Además, los pasajeros traseros se verán perjudicados por la pronunciada caída del techo (limitada altura) y unos pasos de ruedas demasiado intrusivos (limitada anchura). Por su parte, el maletero, con 370 litros, está en la media del segmento C, aunque es bastante más pequeño que el del Citroën C4, con 408 l.


En el puesto de conducción, las cosas cambian. El conductor sentirá una rápida adaptación. La posición elevada del asiento y un parabrisas panorámico delantero (con un salpicadero muy profundo) hará las delicias de un conductor, que al volante de este Citroën DS4 tendrá como único hándicap una visibilidad trasera algo justa por culpa del tamaño de la luneta. Por lo demás, agrada ver cómo un fabricante como Citroën incluye de serie en este DS4 THP 200 tres equipamientos ciertamente exclusivos: el techo superior panorámico, unos increíbles asientos delanteros en piel con calefacción, reglaje lumbar eléctrico y función de masaje y el sensor de vigilancia del ángulo muerto.
Dimensiones aparte, la vida abordo en este DS4 rezuma tecnología por todos sus poros. La sensación general es que nos subimos al habitáculo de un coche de gran calidad, excelentemente rematado y con unos materiales más típicos de marcas de lujo. Es un Citroën muy pintón, con un muy buena aplicación de plásticos blandos en las zonas visibles y superiores de puertas y salpicadero; con una consola central muy bien acabada y ordenada; tres relojes digitalizados de inspiración deportiva; iluminación ambiental personalizable; volante deportivo con la parte inferior achatada; pedales en aluminio; y el navegador. Vamos a los mandos de un Citroën DS4 THP 200 Sport, cuyo PVP es de 28.490 €. ENCUENTRA LA MEJOR OFERTA EN AUTOCITY.
Ya en marcha, el Citroën DS4 es un coche sorprendente: es más deportivo que confortable. A pesar de su mayor altura, es un turismo extraordinariamente ágil de reacciones, gracias a que los reglajes generales (suspensión más firme y desmultiplicación de la dirección endurecida) son de tacto más deportivo. Apenas apreciamos inercias o balanceos de la carrocería: pisa duro y bien. Claro que todas estas especificaciones corren en contra de la comodidad: los enormes rodillos de 19” transfieren mucho ruido de rodadura al interior del coche.

Por su parte, el motor de gasolina 1.6 litros THP sobrealimentado de 200 cv, también se hace sentir. Acariciamos el acelerador y enseguida nos damos cuenta de que lo que se esconde bajo nuestro capó no es un motor cualquiera. Aparte de sus prestaciones (235 km/h de velocidad punta y 7,9 segundos de 0 a 100 km/h), la respuesta del motor THP es contundente ya a bajas vueltas (275 Nm a 1.700 rpm), pudiéndonos olvidar del cambio manual de seis velocidades. Su respuesta es rapidísima y para cerrar el círculo sólo faltarían unos frenos más incisivos, cuyo tacto algo esponjoso limitan una conducción deportiva. Hay que ser muy sensible con el pedal del acelerador si no queremos que se dispare el consumo medio, que en nuestra prueba fue de 8,5 l/100 km (6,4 l/100 km en ciclo oficial).El motor ofrece una respuesta rapidísma y su sonido bronco es muy sugerente si lo que buscamos es dinamismo y no confort

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