S60 2.4 140CV VS 170CV: Estampa dinámica

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ESTAMPA DINAMICA

Con sus 4,58 m de largo, es el modelo representativo de la gama media/alta de Volvo, entre el S40 y el S80. Elegante y audaz, el S60 compite con los compactos medios de los especialistas germanos sin superar los 5 millones de pesetas en estas versiones de acceso (nivel Optima), ambas con el mismo motor pentacilíndrico atmosférico de 2.435 cc, una con 140 CV y otra con 170.
En realidad, la mecánica del S60 es la ya conocida en los S70 y V70, a su vez heredada de los 850, con los que Volvo estrenó su esquema de motor transversal de 5 cilindros con tracción delantera. Un motor modular en aluminio de carrera larga, cuyas cotas de 83 x 90 mm se repiten en bloques de 4, 5 y 6 cilindros, aprovechando al máximo sus elementos comunes y recurriendo en los bloques turbo de mayor potencia (T5) a paredes más gruesas (cilindros de 81 mm) para soportar mejor sus exigencias térmicas. Eso sí, sus masas internas son ahora menores, con culata de 4 válvulas por cilindro con distribución variable en ambas versiones.

Diseño

ESTETICA LOGRADA

Mayor novedad incorpora la carrocería del S60, desarrollada sobre la misma plataforma del S80, acortando 7 cm su batalla (de 2,79 m a 2,72 m, 3 cm menos de los 2,75 m del V70), y adoptando el mismo aire de familia de su hermano mayor, con los grupos ópticos traseros repitiendo el relieve marcado por las aletas, y el frontal, con la clásica parrilla con la barra diagonal del anagrama de la marca.
El parecido es tan grande que por detrás se confunde con el S80, aunque el S60 posee características propias y específicas, como los faros antiniebla circulares y más centrados al interior del paragolpes, y sobre todo la rápida caída del techo, inspirado en el del coupé C 70, que unida a la prolongación en resalte sobre la tapa del maletero le da un cierto aire de «coupé 4 puertas». Pese a esa caída del techo, Volvo pone el acento en la habitabilidad posterior, así como en la capacidad del maletero, que supera los 425 litros oficiales anunciados para ofrecer casi 460 reales, volumen aceptable aunque nada extraordinario en un coche de 4,6 m de largo.

El bastidor es nuevo, aumentando un 20 por 100% su resistencia a la torsión frente al S70, compartiendo las mismas suspensiones independientes de sus hermanos mayores (eje anterior Mac Pherson y posterior multibrazo). Ambas versiones 2.4 llevan los mismos frenos, y los mismos neumáticos llantas de 16 pulgadas calzadas con cubiertas de medida 205/55 VR 16, en ambos la Pirelli 6000, y ambos equipaban el pack Optima, con climatizador, ordenador de a bordo (por cierto, de pocas funciones y no muy preciso en la indicación de consumos, pecando claramente por exceso en el 2.4 170 CV), control de velocidad, faros antiniebla, retrovisor interior electrocrómico (antideslumbrante), etc, amén de una serie de opciones (techo, piel, DSTC, etc) que acaban por elevar su precio final muy por encima de la frontera de los 5 millones.

Habitabilidad

HABITABILIDAD MEJORABLE

En el interior, ante todo se aprecia que se trata de un coche muy cómodo y silencioso. El puesto de conducción resulta muy confortable, aunque los asientos delanteros del 170 CV nos han parecido algo incómodos de banqueta por culpa del excesivo resalte lateral, que empuja las piernas al centro, pareciendo más estrechos de lo que son. Pero los ajustes de volante y asiento permiten encontrar sin problema la posición ideal a cualquier talla. La anchura tanto delante como detrás es muy notable, pero atrás hay poco sitio para piernas, pese al hueco practicado en los respaldos y la posición es demasiado tumbada, lo que acentúa el problema.
Además, dada la caída del techo, los que midan más de 1,80 tocarán con la cabeza en él con facilidad. En realidad, no es mucho más habitable que el S40 (pese a medir 6 cm más) y tampoco el maletero es mayor. Es el precio a pagar por su afilada línea, que al menos le asegura una muy buena aerodinámica (Cx de 0,28). Abundan los detalles funcionales de Volvo (bolsillos, pinzas portatarjetas, asiento del acompañante abatible, etc) que multiplican sus posibilidades prácticas, por no hablar del nivel de seguridad pasiva, con seis airbags (incluidos los de cabeza), apoyacabezas con sistema WHIPS de protección de nuca, etc.

Comportamiento

BUEN COMPORTAMIENTO

En marcha, el tacto del S60 recuerda al del S80, pero más ágil. Los tarados de la suspensión están claramente pensados para el confort, pero aún así no resultan demasiado blandos, salvo el balanceo en apoyos fuertes, especialmente en el 2.4 140 CV, que se acuña en curva algo más de la cuenta, pero sin que ello afecte a la precisión de trayectoria. Ambos presentan un moderado subviraje inicial, con un eje trasero muy firme que sólo se insinúa forzándole adrede con el freno, y entonces el STC se encarga de que las aguas vuelvan a su cauce (y si monta DSTC, el ESP de Volvo ni siquiera nos apercibiremos de ello). Un comportamiento noble y fácil que sólo se ve ligeramente empañado por el tacto de la dirección, que peca de demasiado suave sin acabar de dejarnos sentir lo que pasa entre el piso y las ruedas, y eso que no va tan asistida como en el S80.
El cambio es bastante preciso y suave, no tan lento como en otros modelos de la marca sueca, y los frenos, con discos ventilados de buen tamaño delante y hasta mayores pero macizos detrás, tampoco admiten mayor crítica, salvo cierto acuso del trato duro en uso intensivo, lógico en un coche de su peso, con desarrollos largos y buena aerodinámica.

Mecánica

MECANICAS DE BAJO TONO

Y ya que hemos mencionado los desarrollos, subrayaremos su importancia en el rendimiento dinámico de estos S60 atmosféricos, que cuentan con idénticas relaciones y desarrollo final, pese a su distinta forma de entregar la potencia. El 2.4 de 170 CV tiene su zona óptima de empuje entre las 3.500 y las 5.500 rpm, con el par máximo 23,4 mkg a 4.500 rpm, y la potencia máxima a 5.900, lo que supone poder estirar sin problema el motor hasta las 6.200/6.300 rpm en caso de necesidad. El 2.4 140 CV sin embargo, con distinta gestión de motor, da su potencia máxima a sólo 4.500 rpm, con 1 mkg menos de par a 750 rpm menos (3.750), lo que significa que se mueve muy a gusto entre 2.500 y 4.500 rpm, sin que compense superar las 5.000 rpm.
En la práctica, las diferencias de rendimiento entre ambos son menores de lo que deberían marcar 30 CV de diferencia. Los dos superan los 200 km/h (208 el 170 y 203 el 140), pero las aceleraciones son un tanto decepcionantes (10,8 segundos de 0 a 100 km/h el 140 CV y 9,4 el 170 CV, por debajo de los cronos oficiales, con unos registros en el km desde parado 32,6 y 31,8 segundos respectivamente que no son nada del otro jueves.

En cuanto a las recuperaciones, son impropias de un turismo de su clase, sobre todo en el 2.4 170 CV, que obliga a bajar una o dos marchas si queremos un mínimo de agilidad, mientras que el 140 CV se aguanta mejor, dando la sensación de que anda más hasta los 140/150 km/h, en que el 170 CV empieza a superarle. Lo mejor es su capacidad para el llaneo rápido en autopista, donde gracias a su aerodinámica se permiten cruceros de 160/170 km/h a poco más de 3.500 rpm en 5ª, con consumos muy aceptables (de 8,5 a 9 litros/100 km) bajo un nivel de silencio y confort realmente sorprendente.
A cambio, el consumo mínimo no destaca en ninguno (7,2 y 7,6 litros/100 km cada uno a 90/100 km/h, que sube a 8,3 y 8,7 a 120/130) conformándose en ciudad con menos de 12 el 140 CV y 12,4 el 170 CV. En conducción deportiva gastan casi lo mismo, ya que el uso intensivo del cambio pasa factura rápidamente a la hora de repostar.
En realidad, para quien desee un S60 de mejor andar que el básico 2.4 de 140 CV, la mejor opción es el 2.4 turbo de 200 CV, cuyo rendimiento sí marca ya un grado apreciable de diferencia respecto al 2.4 de 170 CV, y seguramente sin que el consumo lo acuse, gracias a su mayor par (29,1 mkg) con desarrollos muy similares. Por no hablar del turbodiesel 2.4 de inyección directa «common rail», derivado del mismo bloque modular de 5 cilindros de los demás, también de aluminio, que no llegará hasta abril, y que con 163 CV (a 4.000 rpm) y 34,7 mkg (a 1.750 rpm) debe ofrecer un rendimiento práctico igual si no superior al 2.4 170 CV de gasolina, con un consumo mucho menor.

Equipamiento

EQUIPAMIENTO

Tampoco hay que olvidar el factor peso de estos coches, que en estas versiones Optima sobreequipadas se sitúa claramente por encima de la tonelada y media (1.427 kg oficiales), lo que también se deja sentir en sus prestaciones. A cambio tenemos un tapizado mixto piel/Alcántara, una suspensión algo más firme, y un acabado muy completo, susceptible de ampliarse de modo sustancial con la lista de opciones (DSTC el ESP de Volvo, sistema de navegación, teléfono manos libres, alarma antirrobo, etc) y cuya combinación conjunta nos permite una protección total activa y pasiva a través de un centro específico de información de la marca (Volvo On Call), desde el que se puede obtener desde información instantánea en caso de perderse, a localizar el coche en caso de robo, previa inmovilización del mismo vía satélite, pasando por su apertura a distancia (si lo hemos cerrado con las llaves puestas) previa comunicación telefónica de un número PIN de seguridad. Y en caso de accidente se activa automáticamente un aviso de urgencia al centro que permite localizar el vehículo dando parte a la policía y hasta a un servicio de ambulancia.
Claro que todo eso se llama 718.000 pesetas, y es que como siempre en Volvo, hay demasiadas opciones y demasiado caras, algunas de las cuales deberían formar parte del equipamiento de serie. Porque el nivel Optima no significa más que dos «packs» extra de serie (Confort y Design), quedando los demás opcionales. Y eso que los concesionarios están dando el STC y las llantas de aleación de 6,5 x 16 (teóricamente opcionales) como equipo de serie. Cuando marcas generalistas están dando de serie hasta el ESP en sus modelos de gama alta, este S60 merecería un poco más de atención por parte de Volvo en este aspecto.

Conclusión

CONCLUSION

Pero por los 4,9 millones de pesetas originales para el S60 2.4 Optima de 140 CV y apenas 270.000 más para el 170 CV, la duda en este nivel de precios ya nada bajos es si compensa la disyuntiva en el caso de buscar más prestaciones, en lugar de irse directamente al 2.4T de 200 CV, que sale por 5,6 millones en nivel Optima y 5.145.000 en el normal.
En cualquier caso, por lujo, confort, silencio y seguridad, el S60 es un rival de cuidado para los tradicionales especialistas germanos, con el plus de una estampa más dinámica, bella y personal, sin traicionar al espíritu de la marca.

Características técnicas

CARACTERISTICAS TECNICAS

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