Toyota Corolla TTE

Un samurai muy aguerrido

Ante las recientes apariciones en el segmento de los compactos de multitud de modelos de muy altas prestaciones, las marcas japonesas con larga tradición deportiva, como el fabricante de coches deportivos con gran éxito y aceptación por el público, no se podían a quedar quietos a esperar que todas las marcas europeas le quitaran su parte del pastel en el mercado.

Y para ser la referencia del segmento, la japonesa Toyota ha desarrollado sobre una base ya conocida, que ya incorporaba una mecánica de altas prestaciones, un propulsor aún más avanzado tecnológicamente. La base elegida es el compacto por excelencia de la marca, el Corolla, principalmente con el motor que ha experimentado esa gran evolución, el 1.8 VVTL-i que montaba hasta ahora sólo en su versión T-Sport, como también lo montaba esta versión sobre el modelo Celica, que en esas ediciones entregaba una nada despreciable cifra de potencia de 192 cv con un bloque de 1.8 litros atmosféricos.

Extenso es el curriculum de Toyota como creador de modelos deportivos y de altas prestaciones que se han preparado para la competición, véase el modelo superdeportivo Supra (el Ferrari japonés junto al Honda NSX), que tanta pasión ha creado siempre, o el modelo Celica, siempre un deportivo de referencia en su segmento. El Corolla no lo ha sido menos, sobre todo en Japón, puesto que como compacto que es tiene muchas cualidades, algo que se refleja demasiado en el precio, colocándose en esta versión deportiva tope de gama en los 33.600 euros, el precio más alto entre todas las versiones deportivas de la competencia, solo justificable por unos interiores de muy alta calidad y un equipamiento que lo incluye todo, hasta el navegador DVD con pantalla táctil.
El diseño exterior del Corolla está en línea con el resto de compactos, con unas medidas de 4,180 metros de longitud y 1,710 de ancho, destacando por ofrecer un diseño atractivo pero sin grandes alardes, únicamente en esta versión TTE Compressor con unos elementos aerodinámicos y algunos rasgos exteriores muy discretos, como los faldones delantero, laterales y trasero, un alerón sobre el portón trasero con el sello de la preparación TTE, unas llantas de aleación multirradio exclusivas de 17 pulgadas para esta versión y una doble salida de escape a los lados que emite un sonido muy ‘racing’ que pone los pelos de punta, sobre todo en aceleración a fondo. La imagen general muestra fuerza y potencia, así como unas capacidades dinámicas fuera de toda duda.

El mismo ambiente deportivo se refleja en el interior, pero como es habitual en Toyota, sin descuidar en absoluto la mejor y más elegante terminación interior, con unos acabados excelentes rápidamente perceptibles, como en el mejor de los Toyota. De hecho, los elementos del salpicadero se comparten casi totalmente con los del Avensis, así como los guarnecidos de las puertas. Los materiales son de un plástico de primera calidad, de tacto suave y mullido sobre el salpicadero y las puertas, combinado con un material en plata satinada más rígida en la consola central y alrededor del cambio. La tapicería es muy atractiva, en un tejido de rejilla bicolor, negra y roja, este último color designado para la zona central de los asientos. Son de un mullido que se aprecia duro nada más sentarnos en ellos, aunque con el paso de los kilómetros se agradece la consistencia. Los asientos muy anatómicos abrazan el cuerpo de forma fantástica, resultando perfectos en conducción deportiva. Multitud de elementos cromados recorren el habitáculo, dándole ese toque deportivo al interior, es más, convirtiéndose en las únicas concesiones al diseño moderno en un interior muy sobrio. El cromo está sobre los pedales, en la consola central, detalles sobre el volante y los tiradores de las puertas, que se combinan con el fondo blanco de las esferas de los relojes.
La posición de conducción es muy buena gracias a la multitud de reglajes en altura y profundidad que permiten el volante y el asiento del conductor. En este 3 puertas la habitabilidad trasera no es su fuerte, pero dos personas irán perfectamente cómodas en sus plazas. La plaza central está diseñada para realizar trayectos cortos. El maletero tiene un volumen bastante amplio de 289 litros.

Equipamiento sorprendente

El equipamiento de serie de este Toyota Corolla TTE Compressor brilla por su gran cantidad y calidad de elementos disponibles, como los aditamentos deportivos exteriores, las llantas de 17 pulgadas, el interior deportivo con asientos bicolor de gran sujeción, volante y pomo de cuero, control de tracción desconectable TCS, control de estabilidad, climatizador automático, airbag frontales y laterales, radio CD con mandos en el volante, espejos retrovisores exteriores eléctricos, cambio de 6 velocidades y un avanzado sistema de navegación con pantalla táctil de gran tamaño.

De carreras

El motor destaca entre todos los de la competencia por tener un régimen de giro del motor muy alto, como es habitual en Toyota, llegando a mostrar en el cuentarrevoluciones hasta las 9.000 rpm y comenzando la zona roja en las 8.200 rpms. Este motor es el 1.8 litros VVTL-i de 192 cv al que le han montado un compresor, que introduce mayor cantidad de aire en las cámaras de los cilindros, permitiendo aumentar el rendimiento desde los 192 cv hasta los 225 cv de este modelo. Este motor se muestra muy dinámico y progresivo desde bajas vueltas, mostrando su generosidad en la zona roja, que permite obtener unas cifras de aceleración de 0 a 100 km/h de 6,9 segundos, mostrándose como uno de los más poderosos en aceleración frente a su competencia directa como el VW Golf GTI, el Renault Megane F1 Team, el anterior Honda Civic Type-R, el nuevo Ford Focus ST o el mismo Opel Astra OPC, algo más radical que el de este análisis. Gran ayuda en esta medición le presta su caja de cambios cerrada de 6 velocidades, con escalonamientos muy cortos entre relaciones. La falta de turbo, en lugar del compresor que monta, le hace más escaso de prestaciones en la medición de las recuperaciones, puesto que a altas vueltas el turbo entrega más potencia, dejando el par motor máximo en ‘sólo’ 21,9 mkg a 3.600 rpm. Esta caja de cambios cerrada genera también unos consumos algo más altos, alcanzando los 10 litros a los 100 kilómetros fácilmente, aunque el comportamiento y el sonido racing del motor le coloca como una de las opciones más deportivas del plantel de los supercompactos actuales. Otra característica de este motor es la suavidad del conjunto motor y cambio.

El chasis está totalmente adaptado a las altas prestaciones de esta versión, con unos tarados de suspensiones muy duros que, aunque filtran las irregularidades con poca dedicación, en conducción deportiva se comporta de forma excelente. Frente a la competencia deportiva del segmento compacto posee los reglajes más radicales del grupo, aunque se convierten en un punto a su favor en conducción deportiva combinado con un peso muy reducido de 1.220 kg que se convierte en un plus a su favor.

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