Skoda Octavia Scout 1.8 TSI 4X4

Familiar, campestre y barato

Skoda vendió en todo el mundo más de 22.000 unidades de su campestre Scout en la pasada generación. El proyecto, pues, de continuar con la producción de este modelo complicado de encuadrar para algunos familiar, para otros un pequeño SUV con raza y carácter-, que al fin y al cabo es una revisión del Octavia Combi (familiar) con particulares adaptaciones, ya es una realidad, aunque las diferencias que encontramos con el modelo 2007 son escasas, mecánicamente, ninguna.

a favorRelación calidad/precioEquipamiento de serieCapacidad de cargaen contraImagen poco renovadaConsumo algo elevadoMecánica áspera
La principal distinción con el resto de la gama Octavia es una altura libre al suelo mayor, concretamente de 179 mm, y que incluye en sus grupos ópticos delanteros función de alumbrado en curva. Los rasgos que le definen son una prolongación de los últimos Skodas que hemos tenido la suerte de probar, aunque detalles como las molduras que cubren toda la parte inferior de la carrocería, los faros antinieblas (redondos en lugar de rectangulares), una entrada de aire frontal de diseño de panal de abeja y unos paragolpes con protecciones de distinto color, le desmarcan de sus hermanos.

Con unas sensibles mejoras en el equipamiento de serie dentro de este segmento tan reñido en el que tendrá que luchar contra rivales tan asentados como el Audi A4 Allroad, el Subaru Outback, el Volvo XC70 o incluso el Seat Altea Freetrack, el Superb destaca por su imagen vigorosa, su tracción permanente a las cuatro ruedas, un espacio abrumador en cabina y maletero, y evidentemente por ser un Skoda, que siempre te garantiza una recomendable relación calidad/precio (27.400 euros, la versión probada: 1.8 TSI 4X4).

Bien presentado y equipado

Estéticamente el Scout incorpora faldones delantero y trasero, perfiles en los umbrales de las puertas y en los pasos de rueda, doble salida de escape, llantas de aleación de 17 pulgadas y barras longitudinales en el techo que le imprimen este toque off-road que ha buscado con tanta ansia mantener la firma checa. Con una longitud de 4.58 metros, una altura de 1.53 metros y una anchura de 1.78 metros, el campestre de Skoda saca cierto margen a los rivales citados anteriormente. Por ejemplo, ni el Altea ni el A4 están disponibles con semejantes motores gasolina ¡160 cv y un precio sensiblemente inferior! Su lastre, lo poco que varía en comparación con el Octavia Combi.

Por dentro, muy parecido también al Octavia Combi, el coche respira elegancia y sobriedad y unos muy buenos materiales, que no son extensibles al plástico que copa todo el salpicadero y que se retuerce sin mucho apretar a la altura de los relojes. Su punto fuerte es un espacio interior superlativo, que tiene su punto culmen en un maletero de 580 litros, que puede alcanzar una capacidad de carga de 1665 litros con los asientos abatidos (35 litros más que el modelo anterior). La rueda de repuesto es más pequeña que el resto.
El Scout, con una confortable posición de conducción, presenta algunas mejoras en el equipamiento de serie, incluyendo así unos óptimos reposacabezas activos, seis airbags, control de estabilidad, sistema de ayuda de arranque en pendiente (autohold), climatizador bizona o nuevos sistemas de audio y navegación con pantalla táctil que refuerzan su competitividad en el mercado.
Opcionalmente puede llevar faros de xenón con iluminación adaptiva, faros antiniebla con función de alumbrado lateral, sensores de aparcamiento en ambos paragolpes y asientos delanteros y traseros con calefacción. Gran parte de estos elementos están agrupados en paquetes, que pueden adquirirse por unos 1.000-1.500 euros que redondearían un habitáculo de muy buena presentación y acabados.

Con raza para los caminos

La mecánica que porta la unidad probada es un 1.8 TSI de 160 CV, sobre un sistema de tracción permanente 4X4 Haldex, con el que las ruedas traseras reciben fuerza del motor cuando el eje delantero pierde adherencia gracias a un embrague multidisco, que nos ha dejado un sabor final muy bueno, la verdad. Es complicado, para este segmento, encontrarle alguna laguna al bueno del Scout a nivel de comportamiento.

Lo cierto es que su respuesta en carretera es más que óptima, con una aceleración de 0-100 km/h de 8,4 segundos y una velocidad punta de 211 km/h para un consumo mixto de 8 litros a los 100. Su tacto es muy suave y la dirección responde con exactitud a nuestras exigencias, sea cual sea el terreno. El coche tiene aplomo, nunca se descompone, salvo que queramos hacer salvajadas como si estuviésemos montados en un Jeep o Land Rover. El motor, al ralentí, nos ha parecido algo áspero. En cuanto a su conducción fuera de asfalto, nos ha agradado la reacción de una dirección que se ablanda a menor velocidad y el poco rebote que se percibe dentro de la cabina en caminos irregulares.
El todocamino checo, que pesa 1.545 kilos, es la adquisición perfecta para un público que quiera iniciarse en la conducción off road sin tener que rascarse en exceso el bolsillo. Hablamos de una unidad (160 cv gasolina sobre una tracción total a las cuatro ruedas) que no tiene parangón en el mercado. Son 27.400 euros bien invertidos si se tiene en cuenta que el único rival que tiene una mecánica similar, el Subaru Outback 2.5i de 167cv, cuesta 10.000 euros más en su versión más cargada.

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