Skoda Octavia 2013

En su tercera generación, la popular berlina compacta Skoda Octavia es mucho más que un turismo medio con capacidades interiores de récord. En marzo de 2013, y tras la llegada de su hermano pequeño Skoda Rapid, saldrá a la venta el mejor Octavia (y por extensión Skoda) que se recuerda. Basado en la plataforma modular MQB (la misma utilizada por otros primos del Grupo VW como Audi A3, Volkswagen Golf o Seat León), el fabricante checo transforma su modelo franquicia en una atractiva berlina disimulada muy capaz, eficiente, tecnológica y con calidades de diseño (interior y exterior) elevadas como para competir en el segmento D generalista (Opel Insignia, Citroën C5, Peugeot 508 o Volkswagen Passat). Todavía no se conocen los precios oficiales, aunque la marca habla de PVP similares a las versiones actuales pero con una ganancia considerable en equipamiento añadido: el Octavia II más barato se vende por 16.810 euros y la miniberlina Rapid desde 14.990 €.

En marzo se inicia la venta del nuevo Octavia 2013. Su precio todavía no es oficial, pero estará próximo a los 17.000 € del actual Octavia II

El Octavia venidero mantiene la carrocería de cinco puertas de su predecesor. A partir de ahí, las diferencias entre uno y otro son considerables. Para empezar las medidas exteriores crecen, y mucho: 4,66 metros de longitud (9 cm más que antes), 1,81 m de anchura (+4,5 cm), y lo más importante, la distancia entre ejes aumenta de 2,58 a 2,69 metros lo que además de dotarle de una figura exterior más aplomada, permite hablar de un Skoda Octavia mejor aprovechado por dentro, destacando el maletero y el espacio para las piernas de los asientos traseros. En el primer caso hablamos de 590 litros de cofre (30 más que antes) y 1.580 l con los asientos traseros abatidos (también se puede abatir el del acompañante): ningún otro turismo de 4,70 m ofrece dimensiones tan descomunales; la segunda cota pasa de 47 a 73 mm para que los ocupantes traseros estiren sus piernas con independencia de la configuración de las butacas delanteras.El Octavia destaca por ingeniosos detalles muy prácticos como un maletero con suelo reversible impermeable y en moqueta, elementos de carga con velcro para fijar diferentes objetos al piso del maletero, o en el depósito de combustible un rascador de hielo
El diseño exterior no enamora (el fabricante habla de intemporalidad) aunque es probable que sobreviva mejor al paso del tiempo. Destaca el nuevo logo de la marca (que debutó en el Rapid) sobre una nueva parrilla delantera con láminas verticales oscurecidas, apoyándose en unos nuevos grupos ópticos (que por primera vez en el Octavia incluyen la función de luz diurna mediante LED) que acentúan la horizontalidad del coche. Lateralmente, la berlina checa gana en empaque con unas llantas de hasta 18 pulgadas, una línea de cintura más alta, un pilar central biselado, un pilar C “engordado” y un pequeño y gratificante detalle como es el acentuado “codo” en las ventanillas traseras apuntando a una zaga que disimula mejor los clásicos tres volúmenes del modelo gracias, en parte, a las brutales dimensiones del portón trasero y unos faros traseros más modernos.

QUIÉN TE HA VISTO Y QUIÉN TE VE, OCTAVIA
La alta tecnología alemana del Grupo VAG alcanza, por fin, al Skoda Octavia 2013. Como si de un Golf se tratase, el fabricante checo, posicionado tradicionalmente como la marca low cost de Volkswagen, se beneficia de los últimos avances en materia de asistencia a la conducción que, por ejemplo, incluye el compacto superventas alemán en su última generación. Por primera vez un Octavia (y un Skoda) incluye los siguientes sistemas: el asistente de precolisión frontal que trabaja en colaboración con el control crucero adaptativo, el detector de fatiga, el asistente de carril que primero alerta y en caso necesario rectifica el movimiento del volante, el reconocimiento de señales de tráfico, el cambio automático de luces y el sistema de aparcamiento automático (en línea y batería); gestionados por una cámara-radar en la parrilla delantera inferior y otras dos bajo los retrovisores exteriores. En materia de seguridad pasiva, el Skoda Octavia 2013 se refuerza de serie con 9 airbags, incluidos el de rodilla para el conductor y los laterales para las plazas traseras.
Por dentro, la sencillez habitual de Skoda. Es tan complicado no encontrar o no saber para qué funciona un botón, como subir a un colega al coche y presumir de algún detalle extraordinario que ofrezca este Octavia 2013. Eso sí, en los acabados más altos, el nuevo Octavia puede resultar un coche de alta sofisticación para lo que nos tenía acostumbrado, con equipamientos novedosos en el modelo como, el sistema KESSY de apertura/cierre y arranque sin llave, el techo solar panorámico corredizo, o una radio/navegador Columbus asociada a una pantalla a color, táctil con sensores de proximidad y de 8” con conexiones USB y aux-in Media, que puede redondearse con el sistema de sonido Canton disponible para el Octavia 2013 con 8 altavoces y 570 vatios de potencia.

En materia mecánica, al mercado español llegarán seis de los ocho motores disponibles, tres gasolina y otros tantos diésel, todos sobrealimentados y en función de la potencia, con cambio manual de cinco o seis velocidades o DSG de seis o siete. Los primeros serán 1.2 TSI de 105 cv, 1.4 TSI 140 cv y 1.8 TSI 180 cv; los segundos, 1.6 TDI 105 cv, 1.6 TDI GreenLine 110 cv (para finales de año) y 2.0 TDI 150 cv. En Ginebra se presentarán las versiones familiares (Combi) 4×4 del Octavia 2013. A mitad de año llegarán las cajas de cambio DSG para los motores gasolina más potentes. Habrá un Skoda Octavia impulsado por Gas Natural, así como variantes deportivas “RS” tanto en gasolina como gasoil. Cuando llegue a finales de año, el Skoda GreenLine diésel de 110 cv será con 3,4 l/100 km el coche que menos consuma de su categoría: su autonomía oficial es de 1.470 km
EN MARCHA
Dinámicamente, apreciamos un Skoda Octavia 2013 más ligero (hasta 102 kg, según versión), más aerodinámico (Cx de 0,29), más aplomado en carretera abierta (los 11 cm más de batalla tienen mucho que ver) y, aunque no es el paradigma de las sensaciones de conducción, las versiones más potentes con el nuevo eje trasero multibrazo (eje de torsión para los Skoda más básicos) y el revisado eje delantero tipo McPherson, le dotan de un equilibrio confort/deportividad interesante. 
A los mandos de las versiones manuales TSI 180 cv (maravillosamente acompañado por el turbo a bajas vueltas y más lineal a medio-alto régimen; con un consumo de 10 l/100 km sin ningún miramiento por carretera de montaña) y TDI 150 cv (sobrado de potencia desde 1.500 rpm, ideal para cruceros de 150 km/h con buena capacidad de respuesta y consumos siempre razonables), el Octavia 2013 es notable como rodador (le falta un pizca en el apartado de insonorización para alcanzar el nivel del Golf), y es suficiente para disfrutar de unas cuantas curvas antes de fatigar sus frenos: la dirección es rápida aunque poco informativa, el tacto del cambio manual es preciso, la posición de conducción acompaña a la causa porque la butaca se puede colocar muy abajo (cuesta más adaptarse al tacto de los pedales) y al chasis hay que exigirle una barbaridad para descolocarle. Además, Skoda incluye por primera vez un sistema denominado “Selector de Tipo de Conducción” que modifica parámetros como la dirección, el control crucero adaptativo, el alumbrado y el climatizador según el modo seleccionado, existiendo un modo “Sport” que endurece notablemente la dirección, pero lejos de poder hablarse de un chasis adaptativo como en otros modelos del Grupo Volkswagen.También probamos el pequeño diésel TDI 105 de cinco velocidades con un interesante consumo real de 5 litros; echamos en falta una sexta velocidad y algo más de potencia para salir con asiduidad a carretera

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