Porsche Panamera

Un nuevo espacio deportivo

En la última década, Porsche ha dado un giro radical a su concepto de realización y desarrollo de automóviles, en parte por voluntad propia de ampliar su gama y explorar nuevos segmentos, y por otra parte por la eterna búsqueda de la rentabilidad y de alguna forma obligados por la demanda del mercado. Cuando lanzaron el todoterreno Cayenne de altas prestaciones nadie lo podía creer, y hasta la fecha el producto ha experimentado un éxito sin precedentes con unos volúmenes de ventas desconocidos para la marca de Stuttgart. Hace poco más de un año y atendiendo aún más las demandas del mercado, aderezaron a su todoterreno con una mecánica diésel V6 de origen Volkswagen fruto de su importante participación accionarial en el grupo alemán, adaptando el excelente 3.0 V6 con 240 cv a su todoterreno deportivo logrando unas prestaciones elevadas y unos reducidos consumos nunca vistos en Porsche.
Bajo la perenne directriz fundamental de realizar coches con espíritu deportivo y divertidos de conducir, ahora lanzan al mercado, tras varios avances informativos, el esperado Panamera, su primer GT de cuatro puertas y cuatro plazas con un sorprendente compromiso entre deportividad al volante y confort para los pasajeros. En sucesivas informaciones, hemos podido ir descubriendo en imágenes cómo iba a ser el nuevo Panamera, pero la realidad es que hasta que no se tiene delante no se es consciente realmente de las proporciones y de la exquisitez de su diseño, así como mientras no se está tras el volante no se es capaz de intuir las prestaciones y el comportamiento deportivo que ofrece.

Porsche con este deportivo de gran tamaño con cuatro puertas se desmarca claramente de la competencia donde militan coupés de cuatro puertas, desde el más conservador CLS de Mercedes en sus versiones más potentes o el clásico Maserati Quattroporte, hasta los más radicales Lamborghini Estoque o Aston Martin Rapide, pudiendo considerarse rivales también berlinas de corte deportivo como el Jaguar XF o los futuros Audi A5 Sportback o BMW Serie 5 GT. Las claves exclusivas del Panamera frente a estos duros rivales es la mayor anchura y la menor altura de sus rivales, con una combinación exquisita de la máxima deportividad con un confort y habitabilidad ejemplares, así como unas prestaciones de infarto con unos consumos muy por debajo de lo habitual en el segmento. Además es pionero en el segmento en ofrecer un cambio automático de doble embrague con 7 velocidades, sistema Start/Stop de parada automática del motor, sistema aerodinámico activo con spoiler posterior de accionamiento automático de inclinación variable y un modo Sport que actúa sobre la entrega del motor, el tren de rodaje y la caja de cambios.
Por precio se coloca en la media de este segmento de élite, partiendo desde los 105.525 euros del Panamera S, hasta los 150.111 euros del Panamera Turbo, pasando por los 113.958 euros del Panamera 4S. Evidentemente todos ellos van equipados de serie como una nave espacial, aunque siempre quedan algunos detalles de personalización en el campo del confort y del comportamiento más deportivo a elección del propietario.

ADN Porsche

En cuanto al desarrollo del diseño, la máxima ha sido conseguir el ADN de Porsche en una carrocería de casi 5 metros de longitud, el mismo que se pueda percibir en el coupé 911, pero ofreciendo un novedoso concepto de espacio tanto para la marca como para el mercado. Simples trazos transversales a la altura del capó, del paragolpes, o en la zaga sobre la luneta trasera y los musculosos hombros laterales sirven para descubrir su desarrollo a partir de los modelos más deportivos de la gama, principalmente del 911. Esta herencia es intencionada para que sea reconocido como un Porsche, colocándose por estilo cerca del 911 y por dimensiones próximo al Cayenne. Exteriormente llama la atención su techo redondeado con suave caída hacia la zaga, terminando en el mismo plano que las ópticas traseras, mientras el frontal destaca con unos elementos fácilmente reconocibles, como unos paragolpes con tres aberturas y unos faros rasgados de forma circular ligeramente elevados muy al estilo de los nuevos modelos de la marca.

La aerodinámica es ejemplar, hasta el punto en que visto de frente parece un nuevo modelo coupé de la firma de Stuttgart, consiguiendo unos mínimos coeficientes aerodinámicos de resistencia a la rodadura inferiores a 0,30 Cx, lo que garantiza mayores prestaciones y reducción de ruidos y consumo de combustible. Esto se logra mediante una carrocería diseñada al detalle y con unos bajos totalmente panelados, exceptuando las aperturas necesarias para la refrigeración del motor.
El interior también se caracteriza por ofrecer el exclusivo ADN de Porsche en cada esquina, con la llave de arranque colocada a la izquierda, el cuentavueltas en posición central en el cuadro de mandos o el característico navegador Porsche. Al observar el interior nos sorprende la gran sensación de espacio que hay delante y detrás, a pesar de sus proporciones deportivas. Presenta un diseño realmente innovador y lujoso, con un salpicadero realizado en piel y maderas nobles y una consola inclinada hacia el condutor y continuada hasta las plazas traseras que dividen las posiciones de los pasajeros. Está repleta de botones de funciones electrónicas de confort y de conducción, imitando el teclado de un moderno teléfono móvil, haciendo su actuación muy intuitiva y ergonómica, a un simple gesto del conductor. Estas funciones varían dependiendo de la versión que tengamos y las opciones elegidas. De serie el Panamera S y 4S incluyen climatizador bi-zona, asientos de piel regulables eléctricamente y un sistema de audio de alta calidad con pantalla táctil en la consola, mientras el Turbo ofrece una regulación de asientos más completa y con memoria y el sistema de navegación combinado con un equipo de audio de la marca BOSE. Opcionalmente se puede elegir un climatizador multizona, un sistema de entretenimiento trasero con unas impresionantes pantallas TFT de gran tamaño tras los asientos, así como se puede optar por un sistema de audio de la marca Burmester con nada menos que 1.000 Watios y una calidad de sonido inigualable.
Como es típico en la marca alemana, los asientos están colocados en una posición muy baja, incrementando el espacio disponible y brindando sensaciones muy deportivas con el asfalto muy cerca. El diseño de los asientos es muy deportivo, en todos los modelos son de piel y ofrecen regulación eléctrica en 8 posiciones, mientras que el Turbo incluye varias memorias que actúan sobre la distancia de la banqueta, los apoyos lumbares y la columna de dirección eléctrica. En la zona central trasera hay un amplio reposabrazos y una consola desde donde manejar todos los sistemas de confort que afectan a la zona. Los dos asientos traseros son individuales y muy cómodos, pudiendo elegir como opción unos más deportivos de mayor sujeción y otros con mayor número de ajustes eléctricos enfocados al confort. Ejemplar para el segmento es el espacio disponible en el maletero, que va desde los 432 litros hasta los 1.250 litros con los respaldos traseros abatidos en la versión Turbo.

Mucha potencia bajo control

Los tres modelos que inician el lanzamiento del Panamera en Europa son el Panamera S, el Panamera 4S y el Panamera Turbo, todos ellos movidos por un mismo motor V8 de 4,8 litros de cilindrada, que únicamente para la versión Turbo añade la turboalimentación para entregar unas prestaciones aún más deportivas. Para la primavera de 2010 se espera la llegada de una versión V6 con una potencia y un precio algo más recatados y una versión híbrida y muy ecológica. Por ahora no está previsto la incorporación de un motor diésel para el Panamera, pero tampoco estaba prevista para el Cayenne y ya vemos lo que ha sucedido

El Panamera S lleva asociado de serie un cambio manual de 6 velocidades, aunque opcionalmente se puede solicitar con cambio automático de doble embrague PDK de 7 velocidades, mientras que el 4S y el Turbo recurren al PDK como equipo de serie, que de nuevo confirma que es capaz de reducir el consumo de combustible. En el caso del S y del 4S su motor atmosférico entrega 400 cv de potencia a 6.500 rpm y un par motor de 400 Nm entre las 3.500 rpm y las 5.000 rpm , mientras que en la versión Turbo aumenta hasta los 500 cv a 6.000 rpm y a un par de 700 Nm desde las 2.250 rpm hasta las 5.500 rpm pudiendo alcanzar con Overboost los 770 Nm cuando tenemos activado el modo de conducción Sport Plus, brindando unas prestaciones propias de los modelos más deportivos de la marca. De hecho, el Panamera S acelera de 0 a 100 km/h en sólo 5,6 segundos con cambio manual y en 5,4 segundos con PDK, mientras el 4S lo hace en 5,0 segundos y el Turbo en 4,2 segundos (4 segundos con el modo Sport Plus activado). En cuanto a velocidades máximas, el S alcanza los 285 km/h, que queda en 283 km/h con cambio PDK, mientras que en el 4S debido a su mayor peso y rozamiento con la tracción total baja hasta los 282 km/h y, ya en el Turbo traspasa la frontera de los 300 con 303 km/h de punta, todos sin ningún tipo de restricción electrónica, como es costumbre en la marca de Stuttgart.
Algo muy destacado en todos ellos son las reducidas cifras de consumos y emisiones, gracias a un importante trabajo de ingeniería realizado sobre el cambio PDK, el aligeramiento de la carrocería con aluminio y magnesio, los motores de inyección directa, una servodirección inteligente y la buena gestión del interruptor Sport. Además, de forma pionera en el segmento, cualquiera de ellos se puede adquirir con la función Start/Stop que detiene el motor automáticamente en paradas prolongadas. Son las menores cifras del segmento tratándose de vehículos de esta gran potencia y un elevado peso que parte de los 1.845 kilos y nunca alcanza las dos toneladas. El Panamera S se queda en 12,5 litros a los 100 km con cambio manual de 6 velocidades (293 gr/km de CO2), mientras que con el cambio automático PDK lo rebaja hasta los 10,8 litros (253 gr/km de CO2), ). El 4S lo deja en 11,1 litros (260 gr/km de CO2), ) y el Turbo en 12,2 litros a los 100 km (286 gr/km de CO2), ), todas unas cifras sorprendentes para un coche con su aceleración y su cubicaje.
En cuanto al chasis, está realizado con una amalgama de aceros de alta resistencia en su mayor parte, aluminio y alguna zona de magnesio, consiguiendo un conjunto muy rígido y seguro. Las versiones S y 4S ofrecen de serie una suspensión activa que varía la dureza automática o manualmente mediante un interruptor adaptándose al terreno y al tipo de conducción, mientras que en opción o de serie en la versión Turbo es neumática, con una capacidad de adaptación al medio mucho mayor, y que además se acompaña de estabilizadoras activas (también opcionales para las versiones básicas) para mantener la carrocería totalmente estable en fuertes apoyos. Todos ellos ofrecen dos modos de control del chasis, el modo Comfort y el Sport, que actúan sobre las reacciones del acelerador, la gestión electrónica del cambio, la dirección y el tren de rodaje, retrasando al máximo la actuación de los controles de tracción y estabilidad. En cuanto al sistema de frenos, desde el acabado básico, incorpora pinzas de 6 pistones delante que muerden discos ventilados de 360 mm (390 mm en el Turbo), mientras que en opción están disponibles para toda la gama los frenos cerámicos que aumentan notablemente la frenada con una mayor capacidad de enfriamiento.

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