Peugeot 307 SW HDI

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EL FAMILIAR MAS TRANSPARENTE

Derivado del 307, uno de sus mayores éxitos actuales, Peugeot aporta con el 307 SW una originalidad especial al dotarle de una carrocería familiar con techo de vidrio fijo y la posibilidad de dos plazas traseras adicionales (5+2). Con el motor turbodiesel 2.0 HDI de 110 CV, constituye una de las opciones más atractivas del mercado al filo de los 21.000 euros (3,5 millones de pesetas).

En realidad, la originalidad de este 307 SW hay que buscarla sobre todo en su techo de vidrio fijo -que da lugar realmente a la denominación SW, que juega con el equívoco de las siglas tradicionales de familiar en los EE.UU. -‘station wagon’- al hacerlas coincidir con las de ‘sky wagon’ o ‘sky windows’, que es lo que significan en este caso. Una finta estética original aunque discutible, ya que al fin y al cabo le aporta peso y vulnerabilidad sin aumentar su uso ‘plein air’, ya que se trata de un techo fijo no practicable. Más práctica resulta la posibilidad de incorporar dos plazas más traseras (5+2), eso sí, opcionales, con lo que el 307 SW se iguala en funcionalidad teórica con el Opel Zafira.
14 Noviembre de 2002.
FORMULA MIXTA

Con todo, Peugeot ha echado el resto en su diseño, manteniendo en el frontal el dinamismo del 307 berlina, y alargando discretamente el resto de la carrocería, tanto en el cuerpo central como en el voladizo posterior, gracias a una batalla ampliada -2,71 m, 10 cm más que la berlina- que le permite gozar de un gran habitáculo junto a un diseño exterior muy compacto, de cortos voladizos (el delantero no varía y el posterior sólo aumenta 12 cm mayor sobre el de la berlina), arrojando una longitud total de 4,42 m, nada exagerada para sus proporciones y altura, aunque mayor que la de los monovolúmenes compactos rivales, que se mueven sobre 4,2/4,3 m.La incorporación del techo panorámico de vidrio (1,33 m2) en prolongación del gran parabrisas atérmico del 307 refuerza la sensación de amplitud interna de este SW, pero también hace más caluroso el habitáculo, lo que en verano obliga a un mayor uso del aire acondicionado. No hay que olvidar que entre techo, parabrisas y demás lunas tenemos casi 5,5 m2 de superficie acristalada, o sea el tercio de la superficie total de su carrocería. Eso sí, el techo puede ocultarse con una cortinilla eléctrica, aunque no baste para impedir el calentamiento interno del habitáculo (y eso que es atérmico).Sus nuevas dimensiones le permiten acoger hasta 7 plazas en tres filas (2+3+2), todas individuales, con las delanteras ajustables en tres dimensiones y los tres asientos centrales que pueden deslizarse longitudinalmente, plegarse en forma de mesa o totalmente, pudiendo además retirarse o desplazarse hasta la tercera fila.

Habitabilidad

HABITABILIDAD

Más 5+2 que 7

Finalmente, los dos asientos traseros auxiliares son igualmente plegables, inclinables y desmontables, permitiendo cuando están en uso un maletero útil de casi 140 litros, nada generoso e insuficiente para el equipaje general de 7 plazas, lo que obliga a recurrir al techo como zona auxiliar de carga (para eso están las barras). Nuestra unidad probada no contaba con estas dos sillas extra (son opcionales), pero tal y como las hemos visto en un concesionario no nos parecen tan funcionales y prácticas, sobre todo por su acceso (hay que plegar un asiento del medio para acceder a ellas, y ello en dos fases), por no hablar del escaso espacio al suelo y al techo. Son realmente dos plazas de emergencia para niños, y más un guiño de cara a la competencia (para poder decir ‘me too’ al Opel Zafira), que una auténtica solución de uso permanente (si se llevan siempre plegadas roban casi 80 litros de volumen útil, además de forzar a adelantar la fila central de asientos).
Eso sí, con 5 plazas el volumen útil anunciado del maletero es de 420 litros oficiales (unos 450 reales), y con las tres centrales eliminadas se dispone de más de 1.500 litros, capacidad muy importante en un turismo de menos de 4,5 m de longitud total. Aún así, no gana en volumen útil al Zafira, pese a ser más largo. Es el precio del diseño mixto ‘break monovolumen’, frente al monovolumen puro Pero su modularidad de ajustes es casi ilimitada, con cerca de un centenar de posibles configuraciones.
En el interior contamos con múltiples espacios portaobjetos, cajones bajo los asientos delanteros, bandejas plegables tras los respaldos de éstos y asideros sobre los pasos de rueda traseros para los pasajeros de la tercera fila, además de la guantera climatizada. Todas las plazas disponen de cinturones con tres puntos de anclaje, y cuenta de serie con seis airbags, los delanteros frontales, los laterales y los de cabeza de cortinilla, que protegen tanto a los ocupantes delanteros como traseros. El salpicadero hereda el del 307 berlina, con una pantalla opcional 16/9 útil tanto para el navegador como para contemplar un DVD o practicar cualquier videojuego.

Un motor ideal

UN MOTOR IDEAL

Este 307 SW cuenta con el motor más adecuado a sus características de toda la gama, el 2.0 HDI de 110 CV, el turbodiesel de inyección directa ‘common rail’, que con casi 26 mkg de par máximo se permite igualar de hecho las prestaciones del 2.0 16V de gasolina y 138 CV, con un consumo realmente bajo, aunque no tanto como el oficial (la casa anuncia un promedio combinado de 5,4 litros de gasóleo cada 100 km). Sin embargo sus prestaciones sí alcanzan y hasta superan las oficiales (ver cuadro), lo que para un coche de su peso y sin pretensiones deportivas no está nada mal.
Es un motor muy agradable y está muy bien filtrado en esta carrocería, dotado además del filtro de partículas FAP, con el que teóricamente da 3 CV menos (107) aunque Peugeot mantiene los 110 en su cuadro de especificaciones técnicas. Sólo quizá el cambio manual de 5 relaciones, cuyos desarrollos no varían respecto a la berlina, se quede ya algo largo en este 307 SW, sobre todo a plena carga. Porque aunque las aceleraciones siguen siendo francamente buenas, las recuperaciones en 5ª ceden más de 2 segundos frente al 307 HDI berlina Una 4ª de 36 km/h por 1.000 rpm y una 5ª de 44 le habrían dejado perfecto, y seguramente hasta el consumo incluso sería menor.

Porque aunque el consumo no es nada elevado -el mínimo en carretera permanece por debajo de los 6 litros/100 km, y el normal, a 120/130 km/h, no llega a 7- sí es mayor (y se nota) que en la berlina 307 HDI 110 CV y sobre todo, bastante más sensible a los cambios de ritmo. En conducción rápida, si hay que recurrir un poco al cambio, se superan los 8 litros, y en plan abiertamente deportivo llega fácil a los 9 litros, tanto como en ciudad Nada exagerado, pero desde luego ya no son consumos de mechero.

Comportamiento intachable

COMPORTAMIENTO INTACHABLE

En cuanto al comportamiento dinámico del 307 SW, lo mejor que se puede decir es que no se notan los 22 cm más de largo, ni la batalla ampliada respecto al 307 normal. El coche tiene la misma respuesta en curva, apenas ligeramente más lenta por la mayor batalla, un excelente tren delantero, con una neutralidad exquisita, y un eje trasero nada sensible a los cambios de gas, que le permite una conducción rápida en manos de cualquiera, porque en caso de graves errores de trazada tenemos aquí el ESP de serie al quite. Pese a su altura no balancea demasiado y se muestra muy ágil en los cambios de apoyo en curvas encadenadas, y sin embargo, se aguanta con un aplomo extraordinario en las curvas rápidas de radio largo.
A esta agilidad ayuda también una dirección (de asistencia electrohidráulica variable) muy precisa y bastante rápida (2,8 vueltas de volante entre topes) y unos trenes rodantes muy bien elegidos (con llantas de aleación de 16 pulgadas de diámetro y 6,5 de ancho, calzadas con cubiertas de 205/55 VR 16, en nuestro caso de las excelentes Pirelli P 6000), en su justa medida y dimensión. En suma un coche noble y divertido, que además con el ESP se convierte en un turismo absolutamente seguro incluso en conducción extrema.

Los frenos cumplen bien, sobre todo si pensamos que son los mismos de la berlina, con discos delanteros ventilados de 283 mm y macizos traseros de 247 mm, con ABS de serie. Un buen tacto al pedal y una resistencia suficiente al trato duro (y eso que en verano se nota más el abuso) le permiten salir del paso con buena nota, bajando en todas las frenadas a fondo de los 60 m en el 120-0 km/h. Y eso con un peso de más de 1.400 kg en vacío

Precio y equipamiento

PRECIO Y EQUIPAMIENTO INTERESANTE

En el capítulo del equipamiento, y sin olvidar que este es el nivel más lujoso (denominado Pack), no cabe echar en falta casi nada, como no sean los dos asientos opcionales que le convierten en un 7 plazas. Además de la gracia específica del techo de vidrio, tenemos un equipamiento base igual al del 307 XT berlina, al que se añade el del nivel Pack que incluye las llantas de aluminio, los faros antiniebla, el climatizador automático del aire acondicionado, radio CD con cargador para 5 discos, el ordenador de viaje y los elevalunas eléctricos traseros, además del ya citado ESP.
Si pensamos en que el precio final de esta versión se sitúa en 21.470 euros (poco más de tres millones y medio de pesetas) -y 20.170, o sea 1.300 euros menos (unas 216.000 pesetas) si escogemos el 307 SW normal (aunque casi no merece la pena, porque las llantas, el climatizador y la radio CD ya cuestan lo mismo)-, lo cierto es que este 307 SW transparente resulta una compra muy atractiva para quien busque espacio, capacidad y un ‘casi monovolumen’ sin dejar de ser un turismo con imagen propia y distinta. Y todo ello con una mecánica turbodiesel brillante y económica.

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