Nissan Juke 1.5 dCi

El Nissan Juke, que ya probábamos hace dos años también con la mecánica 1.5 dCi que ahora se renueva, y hace solo unos meses en su deportiva y radical versión Nismo, recibe un nuevo motor diésel 1.5 dCi. Junto con otras mejoras, el nuevo Nissan Juke 1.5 dCi consigue una importante reducción de consumo, y además, un mayor dinamismo en la conducción. El esfuerzo de Nissan por actualizar una mecánica, que ya en la prueba que realizábamos en el momento de su lanzamiento, nos dejó un buen sabor de boca y unos registros de consumos muy contenidos, responde a que más de un 40% de las unidades vendidas del Juke en Europa, incorporaban el propulsor diésel que ahora se renueva.

a favor-Consumos contenidos-Emisiones de CO2 por debajo de 110 gr.-Respuesta más vivaen contra-Modo Eco demasiado limitado-Suspensión demasiado dura
Este motor, fruto de la alianza Nissan-Renault, se ha puesto a punto especialmente para el Juke en el centro técnico de Nissan en Barcelona, donde se ha conseguido bajar el consumo (homologando ahora un consumo combinado de 4,2 litros) manteniendo la potencia en los 110 CV, y aumentando el par motor de los 240 Nm de la anterior evolución, a los 260 Nm. Además, se incorpora la tecnología Stop & Star de última generación, nuevos inyectores piezoeléctricos, nuevo turbo, y nuevas relaciones en la caja de cambios, con las 2 primeras marchas más cortas, lo que no impide que la tercera velocidad sea ya más larga que en la versión anterior.
Para probar como mejora el Juke, nada mejor que enfrentarlo a los desplazamientos más habituales para un pequeño SUV urbano: la ciudad y los recorridos interurbanos. Para ello, en Nissan nos han preparado un completo recorrido por la ciudad de Bratislava y su entorno, donde nos enfrentaremos con el Juke a carreteras de todo tipo, algunas con pavés y asfalto en mal estado, y también algunos tramos cortos por vía rápida y autovía, que permitirán en esta prueba de contacto, valorar qué tal va el Nissan Juke en lo que podríamos calificar como “su terreno”.

Nada más iniciar la marcha, es evidente que los 20 Nm de par máximo extra, así como su mejorada curva de par y las dos primeras relaciones del cambio más cortas, le otorgan un plus en respuesta a baja velocidad, que no era malo en el anterior 1.5 dCi, pero que es aún mejor en esta nueva versión. Según Nissan, se ha mejorado la respuesta en el modo Eco, donde el par está limitado a 220 Nm, pero la diferencia de respuesta frente al modo Sport, sigue siendo más que notable. De todas formas, si estamos circulando en modo Eco, y necesitamos de toda la potencia, por ejemplo en la incorporación a una autovía, basta con pisar el pedal a fondo, y el propulsor nos entregará toda la potencia y par disponibles.
El tacto del cambio es bueno, y el agrado de conducción en general, incluso cuando circulamos sobre asfalto en mal estado, es bueno. También el funcionamiento del sistema Stop & Star es muy correcto, más silencioso y suave que en algunos modelos de la competencia. Nuestra unidad de pruebas contaba con el equipo de entretenimiento Nissan Connect con la nueva pantalla táctil en color de 5,8 pulgadas, que incluía navegador GPS, cuyo funcionamiento nos ha sorprendido gratamente por su precisión en cuanto a la ubicación, y respuesta y tiempo necesario para recalcular rutas.

Por lo reducido de esta prueba de contacto, no podemos precisar con exactitud la reducción real de consumo frente a la versión a la que sustituye, si bien durante las más de dos horas que estuvimos al volante, el ordenador marcó en todo momento consumos bastante contenidos, no demasiado superiores a los buenos números que homologa este modelo. Lo que si queda patente, es la mejora de respuesta, que hace que la conducción de este pequeño SUV urbano de tracción delantera sea más dinámica y gratificante, potenciando de manera importante el carácter deportivo de este modelo.

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