Mercedes-Benz Clase SLS AMG E-Cell

Modelos de altas prestaciones que no gasten ni un litro de gasolina. Así está el asunto. Obligados por las circunstancias políticas, económicas, sociales y medio ambientales, hasta las marcas Premium se lanzan al cuadrilátero de las tecnologías alternativas. Y lo hacen con unidades de alto standing, de circuito. La última ha sido Mercedes-Benz, que comercializará a partir de 2013 el SLS AMG E-Cell, 100% eléctrico y capaz de desarrollar hasta 526 cv de potencia gracias a sus cuatro motores independientes colocados próximos a cada una de las cuatro ruedas. El prototipo, en pleno desarrollo, es capaz de esta manera de suplir casi completamente la vorágine del motor V8 de gasolina del que deriva, que alcanza los 570 cv.
Con un precio estimado de 250.000 euros, Mercedes responde al órdago lanzado por sus rivales más directos: el BMW Vision EfficientDynamics y, sobre todo, el R8 e-Tron de Audi, que, con 313 cv de potencia máxima, es superado por estas alas de gaviotas electrificadas. La joya de Stuttgart será una bestia desde el primer momento que hundamos nuestro pie en el acelerador, con un par motor de 880 Nm, una cifra más alta que la del modelo original, con 650 Nm. Podemos decir, pues, que los superdeportivos eléctricos ya sí que son una realidad. A pesar de las dudas que han levantado por sus detractores, los motores eléctricos ya no sólo son cosas de marcas generalistas que buscan limpieza, eficiencia y comodidad a bordo.
Técnicamente, son pocos los retoques que sufre esta unidad eléctrica con respecto al modelo de serie. Y es que las baterías han sido colocadas justamente en el espacio que ha dejado libre el depósito de combustible de 85 litros, colocado entre los asientos delanteros, en una posición centrada. Esta mejora permite ganar en seguridad y sobre todo baja el centro de gravedad del coche, manteniendo sus prestaciones de alto rango: 4 segundos de 0-100 km/h, tan sólo dos décimas más que el SLS AMG normal.
Pero evidentemente no todo es color de rosas. Mercedes tiene dos grandes dudas respecto a este modelo, y de hecho sigue trabajando en ellas: la autonomía y la refrigeración de las propias baterias. Para esto último, ha introducido un sistema de ventilación que garantice que las baterías, de 480 KW, estén siempre a una temperatura idónea. Mientras que Mercedes estima que la autonomía del E-Cell es de 170 km, por 250 km del e-Tron.
Con cuatro motores independientes que pueden girar a 12.000 rpm, el E-Cell presenta algunos arreglos a nivel aerodinámico, como por ejemplo, un faldón delantero que se despliega cuando el coche circula a más de 120 km/h y se repliega a una velocidad inferior. Con esta medida se consigue que el aire que circule por debajo de la plataforma del E-Cell lo haga de manera más rápida, creando el denominado efecto suelo, tan típico en coches de circuito y competición.

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