Mazda MX-5 Roadster Coupé 2.0 Auto

El legendario roadster deportivo de Mazda que ha cosechado un éxito sin precedentes para la marca, ha experimentado gran cantidad de cambios en los últimos tiempos desde morfológicos, hasta mecánicos, pasando incluso por algunos de concepto. Pero sin duda una de las novedades más llamativas es la esperada incorporación a la gama para Europa de la versión Roadster Coupé con techo rígido abatible, que aumenta notablemente la polivalencia y la seguridad de este pequeño roadster.

a favorExclusividad cabrioSensaciones muy deportivasHabitabilidad y ergonomía para dos pasajerosen contraEspacio de maletero mínimoPrecio altoCambio automático por convertidor de par
Tras algo más de tres años en el mercado, el pequeño biplaza de Mazda necesitaba una puesta al día del diseño para identificarse más con sus hermanos de gama y para resultar más competitivo frente a la competencia, con lo que han realizado un ligero rediseño a la tercera generación que lo hace más distinguido, dotando por primera vez al modelo y en el momento más demandado de un nuevo cambio automático de 6 velocidades con levas en el volante, una cualidad que aumenta el refinamiento general y que atiende la demanda del público más conservador.
Todas estas cualidades han elevado los precios ligeramente, sobre todo en la versión Roadster Coupé 2.0 Sportive con cambio automático que probamos que se va a los 35.040 euros, algo lógico contando con la exclusividad que supone disponer de un cambio automático con posibilidad de uso en modo manual mediante palanca y levas, con una capota rígida semi-automática que hace de la conducción un placer mucho mayor, con los mismos 160 cv de la versión con cambio manual y con un equipamiento muy completo donde no se echa de menos ningún elemento ni de confort ni de seguridad. Se muestra como una opción muy interesante frente a roadsters deportivos bastante más caros como el BMW Z4, el Audi TT, el Volkswagen Eos o el Alfa Romeo Spider.
En todas las generaciones del MX-5, Mazda ha mantenido la filosofía de ofrecer uno de los biplazas más divertidos de conducir a un precio realmente asequible para el público, y no podía ser de otra manera en este restyling. Sin alterar demasiado los precios respecto a su predecesor, el MX-5 presenta ahora un aspecto mucho más actual gracias a la incorporación de un nuevo paragolpes frontal más abombado, en el que destaca una gran toma de aire frontal de cinco puntas, característica de las últimas novedades de la marca, y unas entradas laterales en forma de ala que integran unos faros antiniebla redondos. Las ópticas también han experimentado un rediseño, mostrando ahora unos intermitentes blancos que sugieren mayor calidad. El conjunto general muestra una imagen más aerodinámica y deportiva que en la anterior generación.

Estos cambios estéticos también se han extendido al habitáculo, que muestra una calidad percibida muy superior e integra a la perfección al conductor con su espacio de conducción. Lo más característico es el salpicadero, la consola central y el túnel muy prominentes para acercar los mandos al conductor, encontrando en el primero cantidad de detalles en color plata que le dotan de mayor elegancia y deportividad, como en la moldura decorativa transversal que recorre el salpicadero, en las ruedas giratorias del climatizador, en los biseles de los nuevos relojes con iluminación en color rojo o en el interior de los brazos del volante deportivo. Plateadas también son las nuevas levas que ofrece nuestro MX-5 2.0 Automático, tanto las de gran tamaño situadas tras el volante para subir marchas como las pequeñas sobre los brazos del volante para reducir velocidades, que añaden más distinción al pequeño deportivo. La consola incorpora un nuevo sistema de audio Bose de gran calidad con cargador de cd´s y lector MP3, mientras que bajo este módulo se encuentra el de climatización, los mandos de los asientos calefactados, un enchufe de 12 vóltios y una entrada auxiliar de audio para conectar fuentes externas de audio. Los asientos deportivos realizados por el especialista Recaro llaman realmente la atención en nuestra unidad Sportive, puesto que están realizados en piel combinada con Alcántara perforada y presentan una estructura de gran sujeción perfectos para realizar una conducción dinámica. El espacio tanto para depositar objetos como para llevar equipaje en el maletero es su gran laguna, puesto que en el interior únicamente encontramos dos portavasos y unas gomas en las puertas que permiten dejar pequeñas cosas eso sí, a la vista, y un hueco en la consola central con tapa, mientras que el maletero solo nos deja 150 litros de capacidad.
La verdadera novedad de este MX-5, a parte de la actualización de su diseño, es que para el motor 2.0 de 160 cv se ha desarrollado un nuevo cambio automático convencional de 6 velocidades con levas en el volante con dos nuevas funciones, la Direct Activematic, que permite cambiar de marcha manualmente aun en modo manual y vuelve a modo automático cuando la situación lo requiere, y el Cambio Activo Adaptativo que evalúa de forma electrónica las condiciones del trazado, el tipo de conducción, la posición del acelerador y del freno y el giro de la dirección para seleccionar la marcha más adecuada a cada momento y brindar la aceleración más adecuada. Damos fe de que el sistema se ajusta con bastante precisión al tipo de conducción, haciéndola más cómoda y bastante dinámica aunque irremediablemente algo menos deportiva y directa que con el cambio manual. Los cambios no son lentos pero tampoco tan rápidos como nos tienen acostumbrados otros tipos de cambio, como por ejemplo los de doble embrague, aunque de todas formas resulta bastante inmediato causando una buena sensación.

El motor de 2.0 litros se ha retocado para disminuir las cifras de consumos y emisiones, pero transmitiendo sensaciones más deportivas permitiendo subir más de vueltas. Con el cambio automático, los 160 cv de potencia se consiguen a 6.700 rpm, permitiéndonos alcanzar las 7.000 rpm antes del corte de inyección, y consiguiendo un par motor de 188 Nm a 5.000 rpm, lo que nos asegura unas dosis de aceleración y unas prestaciones bastante destacadas para divertirnos al volante, puesto que sólo pesa 1.186 kilos en vacío. Acelera de 0 a 100 km/h en 8,9 segundos y alcanza una velocidad máxima de 194 km/h. El consumo sin embargo se queda en unos comedidos 7,9 litros a los 100 km en ciclo combinado, tan sólo 0,4 litros más que con cambio manual.
Las cifras de prestaciones en sí mismas no llaman la atención pero lo que hay que tener en cuenta para darnos cuenta de sus capacidades dinámicas y lo divertido que puede llegar a ser en tramos virados es su bajo peso, poco más de 1.000 kilos, el buen reparto de pesos con propulsión trasera, su bajo centro de gravedad y su escasa altura, unido a un cambio automático muy bien regulado y bastante rápido y a una dirección muy directa que nos introduce en las curvas sin apenas esfuerzos. La verdad es que conducir un MX-5 siempre resulta divertido, delicioso y fácil, y ahora con el nuevo cambio automático que lo hace todo por nosotros, más cómodo que nunca. No tenemos más que pisar acelerador, y ¡a disfrutar!

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