Una Maserati de récord

Los criterios del lujo están cambiando muy rápidamente en el sector del automóvil. Hace años era impensable que Aston Martin comercializase un microurbano (Cygnet), que BMW tuviese una división propia de coches eléctricos (BMW i), que Mercedes ensamblase coches de tracción delantera (Clase A, CLA, GLA o Clase B), o ¡que Maserati comercializase automóviles de gran lujo… diésel! Es el año 2014, la vieja industria de Detroit está soterrada y los focos de la automoción mundial giran hacia nuevas tendencias de diseño, fórmulas de movilidad de lo más variopintas, nichos y subnichos que revientan los viejos segmentos, mercados emergentes, y en definitiva una globalización que acerca más que nunca a un conductor de Johannesburgo, con uno de Chicago, o un tercero en Pekín.
Maserati es el mejor ejemplo de la dulcificación del mercado de lujo. Perteneciente al Grupo Fiat-Chrysler, la marca del tridente se ha reinventado, intentando respetar los cánones de distinción y deportividad que presiden su historia. ¿Es posible congeniar un pasado tan hermético con un posible futuro de marca premium de volumen? Implantar mecánicas diésel en su nuevo y más económico modelo, la berlina Ghibli, y también en su archiduque con ruedas Quatroportte, es un signo evidente de apertura y, si se quiere, de rebaja de estatus: el Ghibli Diesel (V6 de 275 cv) cuesta 71.429 euros. Esta misma motorización se ha incluido en la gama Quattroporte, que por 107.000 € cuenta con una versión de gasoil de 275 cv y 6,2 de consumo mixto homologado.
Quién le iba a decir a un viejo cliente de la centenaria Maserati que entrar a uno de sus pocos concesionarios iba a ser tan ‘asequible’, o peor, que iban a disponer de un motor diésel en alguno de sus modelos. Son los nuevos tiempos, y aunque por imagen los más puristas recelarán de estas políticas, nada mejor que dejar hablar a los números. Los principales mercados europeos -Holanda, Bélgica, Francia, Alemania, Reino Unido y Suiza- han matriculado en junio 535 unidades, un incremento medio del +414% con respecto al mes de junio del 2013. En Italia, mercado de origen y principal de la marca, se han realizado 112 ventas en junio con un acumulado de 690 unidades desde el inicio del 2014, lo que supone un incremento cercano al 600% con respecto al mismo periodo del 2013.Italia roza las 700 matriculaciones en medio año, casi un 600% más que en los primeros seis meses de 2013
En España se ha registrado un acumulado de 76 unidades frente a las 13 matriculaciones del mismo periodo del 2013, lo que significa un incremento del 485% y un total de 150 coches pedidos en los primeros seis meses del 2014. En el mes de junio se han realizado 19 nuevas matriculaciones en nuestro país frente a las 2 registradas en junio del año pasado, con un incremento del 850%. Además, la empresa de alquiler de automóviles Sixt Rent a Car ha incorporado a su flota los exclusivos modelos del fabricante italiano, con el Quattroporte, Ghibli, y Gran Turismo Sport a la cabeza. Los motores diésel de Ghibli y Quattroporte disparan las ventas en España
Con un 2013 de récord absoluto con 15.400 coches vendidos a nivel mundial, los próximos años prometen grandes novedades en todo lo relacionado con Maserati. Y es que desde el consorcio Fiat-Chrysler pretenden que la marca sea una alternativa real al oligopolio alemán en el mercado premium. Para tener posibilidades, Maserati necesita aumentar su gama, y eso pasa, por comercializar el primer SUV de su historia: Maserati Levante (2015) que contará con motores gasolina V6 y V8 y también con mecánicas gasoil. Un año después, en 2016, está prevista la llegada del Maserati Alfieri, que tanto con carrocería coupé como cabrio será un rival para el Porsche 911 y se colocará un escalón por debajo del GranTurismo, cuya renovación se espera para 2018.
Una futura Maserati como alternativa real al dominio alemán en el mercado premium

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