LANCIA NEA : Fruto de la evolución

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LANCIA NEA

Nea, es decir, nuevo. Como lo puede ser un concept-car que propone características nacidas de las necesidades que aún son latentes en el mundo del automóvil: en primer lugar, la capacidad de comunicarse. Lo que significa aprovechar al máximo las posibilidades de diálogo, tanto entre el vehículo y el conductor como entre el automóvil y el resto del mundo. Y también la seguridad. Lo que significa asistir al conductor vigilando junto a él la carretera y los demás vehículos, y ayudándole en situaciones peligrosas.
El Lancia Nea, pues, no es un únicamente un proyecto de ingeniería, sino el fruto de la evolución de los tiempos. Internet y el boom de la comunicación móvil han acostumbrado a las personas a conectarse de manera sencilla y rápida con todo el mundo. Estén donde estén. Así, ha nacido una comunidad virtual que está creando normas de convivencia inéditas, costumbres distintas y nuevas mentalidades y necesidades. Son las de un consumidor acostumbrado a encontrar una respuesta a sus necesidades en cualquier momento del día o de la noche. Las de un cliente que ha aprendido a comprar, visitar museos, reservar billetes de avión, tren o habitaciones de hotel sin hacer ni un minuto de cola; a dialogar y trabajar con un interlocutor que se encuentra a millones de kilómetros de distancia sin tener que moverse de casa o de la oficina.

Estas nuevas necesidades y estilos de vida también se reflejan en el modo de fabricar y utilizar los automóviles. Ya ha sucedido en el campo de la seguridad, donde en los últimos años ha habido mejoras determinantes: tanto en la protección de los ocupantes, gracias al uso de nuevos dispositivos y materiales y mediante las simulaciones de choques virtuales que permiten calibrar la estructura de la carrocería a la perfección, como en la seguridad activa, con la creación de sofisticados sistemas electrónicos que mejoran el manejo y el agarre a la carretera de los automóviles. Hoy, los fabricantes se concentran precisamente en este segundo aspecto: el sueño de conseguir un automóvil capaz no sólo de minimizar los daños, sino también de evitar los accidentes.
La respuesta de Fiat Auto a estas necesidades es un concept-car que propone las soluciones más avanzadas en el campo de la seguridad activa y que lleva el mundo de la telemática y de la informática al interior del vehículo. Así, no sólo resulta extremadamente fácil de disfrutar para el conductor, sino que también permite modernizarse a la par que la tecnología.
La idea de la que han partido los diseñadores del Lancia Nea (4,10 metros de longitud), que tiene algo del Dialogos, es la de un automóvil que es un auténtico compañero de viaje, siempre presente pero ‘discreto’ y oportuno, capaz de ‘coger de la mano’ al conductor y conducirlo (literalmente) hasta la meta, asistiéndolo y protegiéndolo en las situaciones peligrosas. Un automóvil con el que dialogar de manera sencilla y natural. Como un amigo.

Diseño

DISEÑO INTERIOR Y EXTERIOR

El Lancia Nea, futurista por dentro y por fuera, tiene un estilo sugerente, coherente con su contenido tecnológico. Está caracterizado por líneas fuertes y hombros anchos, que sugieren solidez. Es alto y compacto, para adaptarse mejor a las necesidades urbanas.

A primera vista sorprende el techo transparente. Éste descansa sobre el armazón que en la parte delantera del automóvil se hunde por debajo del cristal como un bastón sumergido en el agua. Es el juego de las transformaciones entre visible e invisible, entre físico y virtual, que caracteriza al coche.
El aspecto escultural del Nea se ve reforzado por la integración en el capó de la calandra, que se percibe como un bajorrelieve, una calandra virtual. Los faros también contribuyen a proporcionar un aspecto futurista. Son autoadaptativos y están dispuestos como las láminas de una cortina veneciana.
El Nea ha sido diseñado pensando también en los jóvenes. Por eso el interior está revestido en madera clara, que da un toque elegante y moderno al mismo tiempo. Y no faltan los metales y los tejidos que recuerdan la fuerza del titanio y la suavidad del cachemir.
A primera vista el habitáculo destaca por su sobriedad y por la ausencia de elementos redundantes. El piso es completamente plano y hay un gran ambiente habitable en el que ‘navegan’ los asientos. Es el espacio que se convierte en ‘lujo’ y en el intercambio de objetos físicos con objetos virtuales (servicios e información) crea una posibilidad nueva.
En la zona del conductor, junto al volante y los mandos, se encuentran un tótem superado por el masterizador para los CDs y un salpicadero en forma de ola, casi suspendido detrás del volante, donde están los instrumentos y las tres pantallas que envían las imágenes obtenidas por las cámaras exteriores.
Realizada en un gel blando y antigolpes que ofrece seguridad psicológica, la ‘ola’ es transparente y da la sensación de que las pantallas flotan en el espacio recuperando, por primera vez, el concepto de interfaz virtual que hasta ahora sólo se había visto en las películas de ciencia ficción.
Con el Lancia Nea el futuro se asoma a la actualidad para empezar a acostumbrarnos a nuevos estilos de vida, caracterizados por el crecimiento de la información a nuestro alrededor y por modos diferentes de encontrarla y utilizarla dónde y cuándo queramos.

Equipamiento

EQUIPAMIENTO

Aparcado a un lado de la carretera, con los cristales oscuros, parece una escultura. Pero basta con acercarse con la ‘smart-card’ en el bolsillo (la llave electrónica) y el automóvil (que es más que un automóvil, el automóvil que es ‘trip mate’, es decir, un inteligente ‘compañero de viaje’) reconoce al propietario y todo cambia.

De repente los cristales se vuelven transparentes y el habitáculo se ilumina. Un ligero toque con los dedos en el montante y se abren las puertas, mientras que el asiento gira hacia el exterior para acoger al conductor y acomodarlo. En pocos segundos todo se ajusta a su gusto: respaldo, volante, temperatura interior y configuración de los cuadros de instrumentos de a bordo.
Sentado cómodamente a bordo de este concept-car, la pantalla del cuadro de instrumentos se activa y el Nea le da la bienvenida. Le pregunta si quiere encender el motor o si quiere activar uno de los dispositivos telemáticos. En el primer caso, el conductor especifica la configuración del vehículo: tradicional o ‘amigo’.
La versión tradicional muestra todos los indicadores en la pantalla: velocímetro, cuentarrevoluciones, termómetros, indicador del combustible. En la versión ‘amigo’, solamente aparecen dos datos esenciales: la velocidad y la marcha introducida. Además, evidentemente, de la visualización de los sistemas de alarma conectados a los sensores. Todos los dispositivos de seguridad del automóvil están activos y Nea se encargará de indicar las posibles situaciones de peligro.
Acabar en un atasco es muy difícil, pues el navegador indica la ruta con precisión teniendo en cuenta toda la información sobre el tráfico y las carreteras alternativas (este servicio ha evolucionado respecto a los servicios tradicionales, puesto que ya no utiliza los mapas de carreteras memorizados en un CD-Rom, sino que se facilitan a través de un servidor).
Para obtener cualquier cosa basta con pedirla al Nea hablando de manera natural, como se habla a un amigo: llama a Mario, sube el volumen del equipo, muestra en la pantalla el mapa de Bolonia, sube la temperatura porque tengo frío, vuelve a configurar el cuadro de instrumentos (para las luces exteriores y el limpiaparabrisas existen el sensor crepuscular y el sensor de lluvia, respectivamente). Gracias a las órdenes habladas, en el Lancia Nea se han reducido al mínimo todos los pulsadores y los demás elementos que pueden distraer al conductor o complicarle la vida. Sólo se ve claramente el dispositivo que activa las órdenes habladas. Para lo demás, quien prefiera los mandos manuales puede utilizar la pantalla touch-screen. Los pasajeros, mientras, pueden pasar el rato con su ordenador portátil conectado al de a bordo, quizá viendo una película en DVD o enviando e-mails a sus amigos.
El Lancia Nea también es un tipo de ‘sala de música’ sobre cuatro ruedas: en el centro del salpicadero se encuentra un masterizador en el que se puede cargar el contenido de los CDs archivándolos en formato MP3 y conservar centenares de archivos en la memoria fija del automóvil. Para escucharlos, el automóvil dispone de un equipo estéreo Bose con 19 altavoces, que garantiza un sonido extremadamente limpio y sugerente.
El prototipo italiano es el asistente ideal para aquellos conductores que olvidan donde han aparcado el coche, pues es posible telefonearle para que indique su posición haciendo parpadear las luces exteriores y encendiendo las interiores. Y si algún conductor pierde la smart-card siempre se puede poner en contacto con Nea para que desbloquee la puertas con sólo comunicar un código personal.

Novedades
tecnológicas

NOVEDADES TECNOLOGICAS

Para interpretar las necesidades del mercado y los estilos de vida que surgirán en los próximos años de manera cada vez más decidida, el Lancia Nea, el coche compañero de viaje, reúne en un diseño integrado de automóvil compacto muchos dispositivos modernos, quizás poco conocidos por parte del gran público. Vale la pena, pues, recordar algunos de estos dispositivos.

1-El cinturón de seguridad virtual
Un radar delantero de amplio radio indica todo aquello que aparece delante del automóvil durante la conducción y es capaz, además, de hacer una selección. Así, por ejemplo, no indica los objetos elevados como puentes, o los objetos situados a un lado de la carretera, como los carteles publicitarios y los paneles de mensajes variables.
Una cámara, también delantera, con la que colaboran otros sensores, reconoce el carril de marcha y la posición del vehículo dentro de dicho carril, y detecta si el obstáculo localizado por el radar se encuentra en la trayectoria de marcha (y es, pues, peligroso) o no. Otras dos cámaras situadas en la parte superior, a ambos lados del parabrisas, pueden reconocer las dimensiones del obstáculo (el radar es preciso al determinar la distancia, pero no las dimensiones) y la zona en la que el automóvil puede maniobrar sin peligro para evitarlo (trabajan en estereoscopía, como el ojo humano).
Seis radares laterales de radio corto (tres en el lado izquierdo y tres en el derecho) detectan la presencia de los obstáculos que se encuentran en los carriles laterales. Dos cámaras, en la parte trasera del automóvil, controlan los ángulos muertos e indican los automóviles en adelantamiento.
2-Tres cámaras de retrovisión y una de aparcamiento.
Estos son los sensores que controlan continuamente la zona de maniobra del Lancia Nea, y que crean alrededor de este concept-car un cinturón de seguridad virtual (virtual safety belt) capaz de evitar accidentes. Todos los sistemas de detección descritos disponen de una unidad de elaboración propia que hace una primera selección de la información y envía los datos importantes a un ordenador con funciones de supervisor. Este une y sintetiza toda la información, detecta las posibles situaciones de peligro y, cuando es necesario, envía al ordenador que controla los actuadores de los frenos, el motor, la dirección.
3-Frenar y evitar obstáculos en situaciones de emergencia
Para evitar accidentes, el Lancia Nea frena solo y evita el obstáculo sin la intervención del conductor. Sin embargo es necesario hacer una aclaración. Actualmente, el automóvil efectúa la maniobra solamente en una situación controlada, como la de una pista de prueba, y es necesario que el conductor retire las manos del volante.
En este caso, el concept-car ha permitido una comprobación de viabilidad del dispositivo muy avanzada. Solamente los automóviles que se fabricarán en los próximos años podrán efectuar esta misma maniobra de manera automática e independientemente del hecho de que el conductor tenga o no las manos en el volante. Para obtener este resultado es necesario disponer de un automóvil que se conduzca totalmente en by wire, en el que no haya ninguna conexión física entre los mandos (acelerador, volante, freno, palanca del cambio) y los actuadores que efectúan las maniobras necesarias.
En fin, se frena pero sin actuar directamente en un sistema hidráulico: se envían impulsos que se desplazan a través de un cable eléctrico hasta una centralita. Y será esta última la que ordenará a los actuadores hidráulicos que frenen. Se gira pero sin accionar directamente la cremallera: mediante el típico impulso eléctrico se informa a la centralita sobre la intención de girar; la centralita, a su vez, ordenará a los actuadores que impriman el ángulo necesario a las ruedas.
4-Infocar, en línea con el mundo
Las expectativas de los clientes son claras: encontrar en el coche el mismo mundo que acaban de dejar en casa o en la oficina. Por eso se han diseñado los equipamientos telemáticos de a bordo. Empezando por el núcleo básico formado por un teléfono GSM y un localizador vía satélite GPS (que ya permiten utilizar muchos servicios), para después llegar gradualmente y mediante las nuevas tecnologías que irán estando disponibles (GPRS primero y UMTS después) a Internet, es decir, a las páginas web tal y como se ven en el monitor de su PC.
Dentro de pocos años, desde el automóvil se podrá: obtener información sobre el tráfico, el tiempo, la ubicación de hoteles, gasolineras, restaurantes; hacer llamadas de emergencia con sólo pulsar un botón; recibir asistencia en carretera; recurrir a la telediagnosis; configurar el viaje de vuelta a casa y después encontrar en el vehículo el recorrido establecido.
Y además, disponer de un dispositivo antirrobo vía satélite; llamar por teléfono y enviar mensajes SMS, tal y como hacemos hoy en día con los móviles; reproducir música y películas de cualquier formato (MP3, DAB, DVD) y, cuando no se esté conduciendo, también trabajar, por ejemplo, transmitiendo datos del sistema de a bordo a los nuevos microordenadores y viceversa.
Así, el Nea no sólo representa fielmente los modelos del futuro próximo, sino que da una primera respuesta concreta a los dos grandes problemas que surgen en este frente.
El primero: conectar entre sí los diferentes componentes telemáticos que hasta el momento simplemente estaban uno al lado del otro. En definitiva, rediseñar el espacio dedicado al interfaz hombre-máquina gracias también a la miniaturización de los componentes y a un control unitario de las diferentes funciones.
El segundo: garantizar flexibilidad y actualización dentro del sistema telemático de a bordo. El ritmo con el que una nueva generación de productos reemplaza a la anterior es de tres meses en el mundo de los ordenadores, de seis meses en el ámbito general de la electrónica y de seis años en el mundo del automóvil. Por este motivo es necesario equipar los automóviles con un núcleo telemático en el que tanto el hardware como el software sean reemplazables de manera simple y rápida a medida que estén disponibles componentes más evolucionados.
5-Un dispositivo de interfaz inteligente y discreto
Los técnicos lo llaman HMI, es decir, Human Machine Interface, en español ‘interfaz hombre-máquina’, y está formado por el conjunto de los dispositivos a través de los cuales se comunican el hombre y el vehículo. También en este campo el Nea muestra los resultados obtenidos en el curso de una investigación destinada a agrupar por áreas temáticas tecnologías hasta hoy desarrolladas por separado.
Se trata del uso de las órdenes habladas, que para nosotros son la manera más instintiva de expresarnos. Y he ahí un sistema que no precisa una estructura de diálogo rígida (‘Teléfono. ¿Nombre? Sr. Rossi’, ‘Navegador. ¿Localidad? Milán’), y es capaz de efectuar un reconocimiento vocal natural. Donde el adjetivo natural designa un gran salto tecnológico del dispositivo, que reconoce mil vocablos en lugar de cien y que en cada frase sabe encontrar las palabras clave (Voy a Milán a ver al Sr. Rossi y me gustaría telefonearle antes).
Finalmente, también operan en la lógica de una tecnología amiga todos los dispositivos del prototipo que personalizan las características y las prestaciones del automóvil según los gustos y las costumbres del conductor. Nada más fácil que utilizar un automóvil al que no hay que pedirle nada. Porque sabe cuándo encender las luces y activar el limpiaparabrisas y los frenos. Porque ‘aprende’ solo: gracias al cambio ‘ego-mode’ que aprende nuestro estilo de conducción durante los primeros kilómetros y después lo propondrá cada vez. Porque, gracias a la información incluida en la smart-card, le reconoce y sin necesidad de indicaciones lo regula todo tal y como a Ud. le gusta: el asiento, el volante el cuadro y su gráfica, la intensidad y el color de la luz difusa, la temperatura.
6-Los cristales electrocrómicos
La acogida que el Lancia Nea reserva a su propietario no es la respuesta fría de un automóvil, sino la respuesta ’emotiva’ que se espera de un auténtico compañero de viaje. Las ventanas y el techo del automóvil aparcado pasan poco a poco de oscuros a transparentes y el automóvil se ilumina.

Seguridad

SEGURIDAD

Después de encender el motor, el automóvil activa numerosos sensores perimetrales que hacen las veces de cinturón de seguridad virtual. Son los ojos y los oídos del Lancia Nea, siempre preparados para indicar que se avecina una situación peligrosa con alarmas acústicas, visuales y con flechas de varios colores: verde, cuando todo va bien; amarillo, para avisar del peligro y rojo, para los casos de emergencia.

En las situaciones límite, el automóvil utiliza estos dispositivos para evitar el accidente. Si el conductor no puede actuar a tiempo, el Lancia Nea frena automáticamente, pero si ya no dispone del espacio suficiente, interviene en la dirección para evitar el obstáculo, girando hacia la derecha o la izquierda.
El radar delantero trabaja en colaboración con el cruise control adaptativo, auténtico piloto automático capaz de facilitar la conducción sustituyendo al conductor, que en cualquier momento puede recuperar el control del automóvil. Este dispositivo evita que el conductor tenga que adaptar continuamente la velocidad del automóvil. Se configura la velocidad y el Nea la mantiene automáticamente, calculando la distancia de seguridad respecto al automóvil que lo precede. El cruise control adaptativo del Lancia Nea también se puede utilizar en el tráfico urbano. De hecho, puede circular en caravana (conducción formada por continuos stop and go).
Finalmente para garantizar viajes completamente seguros, los diseñadores de Lancia también han previsto el dispositivo de mantenimiento de carril. Para que el vehículo permanezca en el mismo carril, este sistema aplica continuamente un ligero par a la dirección, fuerza que el conductor siempre puede superar con facilidad cuando decide cambiar de carril voluntariamente. El conductor debe activar voluntariamente el dispositivo de mantenimiento del carril, eligiéndolo desde el menú de la pantalla touch screen. En cambio, la tracción integral se activa de manera automática cuando el Nea reconoce condiciones de escasa adherencia del firme; de esta manera, el conductor no tiene que preocuparse de decidir en qué casos es mejor activarla.
El control de la carga cognitiva también responde al concepto de máxima seguridad. El Lancia Nea mide el comportamiento del conductor y se ajusta según lo calculado. Por ejemplo, reduce el límite de intervención de los dispositivos que evitan la colisión cuando el conductor está hablando por teléfono y utilizando el navegador al mismo tiempo.
Asimismo, el interfaz siempre adapta la interacción entre hombre y vehículo a la situación del momento y, por tanto, puede decidir qué información debe pasar antes que otra. De esta manera, en una situación que podría resultar peligrosa, como cuando el vehículo que lo precede frena bruscamente, este sistema transmite esta información antes que cualquier otra.
Al finalizar el viaje, lo más pesado es aparcar, pero el Nea monta el dispositivo de las cuatro ruedas directrices que, junto con el radar lateral y las cámaras traseras, facilita en gran medida esta operación.

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