Koenigsegg CCXR

El pequeño y exclusivo fabricante sueco de vehículos ultradeportivos Koenigsegg sorprendió a propios y extraños al presentar en el recién clausurado Salón Internacional del Automóvil de Ginebra el coche más potente del mundo: el CCXR de 1.018 cv. Se trata de una nueva versión del impactante bólido CCX nacido en 2006; pero sobre éste –ya con algo más de 800 cv- se ha trabajado para adecuarlo al uso de biocombustible, que gracias al etanol supera los 100 octanos y eleva notablemente el rendimiento.
Para quien no haya oído hablar del Koenigsegg CCX diremos que éste es un superdeportivo capaz de rivalizar con todo un Bugatti Veyron, y de superar a otros de la talla del Mercedes SLR 722 Edition, Lamborghini Murciélago LP640, Porsche Carrera GT, Ferrari Enzo, etc. Eso sí, es todavía más exclusivo y también delicado que todos los modelos antes nombrados, pues se fabrica de forma artesanal a un ritmo de unas tres unidades al mes; y, como era de esperar, los escasos clientes se hayan la mayoría en países árabes, China, Rusia o Estados Unidos.
Mide 4,29 metros de largo, llega a los dos metros de anchura y sólo levanta 1,12 metros del suelo. Pero quizá el dato más sobresaliente es el del peso, pues en vacío la báscula registra unos escasos 1.180 kilos. Para lograr ese liviano peso se ha tenido que emplear masivamente materiales como el kevlar o la fibra de carbono. Este biplaza, aunque se presenta como coupe, tiene un techo duro desmontable que lo convierte en una especie de targa. No es de extrañar, que para transmitir la potencia únicamente a las ruedas traseras calce unos enormes Michelín Pilot Sport2 en medida 335/30 R20, ya que el par que es capaz de generar este Koenigsegg llega a los 1.060 Nm a 6.100 rpm.
El motor de este “coche-récord” es un V8 de 4,7 litros sobrealimentado por dos compresores. Pero sin bien en el CCX “soplan” a 1,2 bar de presión y funciona únicamente con gasolina convencional; en el nuevo CCXR elevan la presión de alimentación hasta 1,5 bar, lo que unido al mayor octanaje del biocombustible logra superar los mil caballos de potencia a 7.200 rpm. Su velocidad máxima todavía no ha podido ser homologada, pero se asegura que supera los 400 km/h. Sí se dan por buenos ya los datos declarados de aceleración y consumo: 3,2 segundos de 0 a 100 km/h y 22 l/100 km de gasto medio.

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