Jeep G. Cherokee CRD

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EL ULTIMO GRAN JEFE

El Grand Cherokee se enfrenta a la que probablemente sea su última temporada comercial manteniéndose como un clásico todo terreno adaptado tanto a carreteras como a terrenos abruptos, algo que ya no está tan de moda y posición en la que se encuentra cada vez más cómodo por la ‘asfaltización’ de la mayoría de sus rivales.

Y es que la demanda de SUV por parte de conductores que ven en ellos mucho espacio, a priori alta seguridad pasiva y la posibilidad de circular por carreteras nevadas sin cadenas hace que ese sea el campo de batalla actual, un terreno en el que el Jeep no da lo mejor de sí, pero en el que sin duda cumple con mucha dignidad.
Por el contrario, fuera de la carretera este lujoso todo terreno puro y duro hace gala de su categoría y ofrece una seguridad y unas cualidades imposibles para la gran mayoría de los modernos SUV. Cuando sustituyan el modelo actual por la versión completamente nueva que llegará en 2004, en Jeep deben respetar el compromiso de ofrecer las mejores aptitudes campo a través y una excelente comodidad y habitabilidad.
Para este año Jeep ha realizado pequeños cambios centrados casi exclusivamente en detalles de equipamiento. Por eso el Grand Cherokee CRD mantiene sus virtudes intactas pero sus puntos débiles siguen presentes y a la espera de que llegue un nuevo Grand Cherokee que pelee de tú a tú con sus más modernos y dotados rivales.
Carlos Lera, Autocity.
24 de enero de 2003.

Lo que cambia en 2003

LO QUE CAMBIA EN 2003

La versión 2003 del Grand Cherokee incorpora unos nuevos amortiguadores en los que se ha buscado fundamentalmente una mayor comodidad, mediante un tarado más suave del sistema hidráulico. La comodidad no admite quejas del mismo modo que tampoco lo hace el comportamiento, que sigue siendo tan noble como el de la versión anterior.
También se ha efectuado una modificación en los componentes del sistema de frenos. El cilindro maestro es más grande ahora y por tanto permite mayor desplazamiento al pedal de freno. Este resulta un poco esponjoso, lo que por un lado hace más suaves las frenadas ligeras pero por otro deja el límite de resistencia al calentamiento ligeramente más bajo, lo que se nota un poco en fuertes descensos de puertos de montaña por carretera.

Los otros cambios se refieren fundamentalmente a detalles más o menos importante del equipamiento, como el indicador de presión de neumáticos opcional (es el primer todo terreno en incorporarlo) o el sensor de lluvia que activa y regula los limpiaparabrisas automáticamente.
El lujoso Overland ahora también diesel
Hasta ahora la versión Overland, de máximo equipamiento, estaba solo disponible con el motor V8 de gasolina bajo el capó (258cv. y 15,8l/100km) y con la incorporación del CRD (163cv. 9,7l/100km) se ofrecerá una variante bastante más racional y homogénea.
Este acabado no solo incrementa el equipamiento respecto al resto, sino además la calidad de algunos materiales y ofrece una terminación interior más distinguida. Exteriormente se diferencia de otras versiones por la tradicional parrilla Jeep pintada en el color de la carrocería y unas vistosas llantas de cinco radios y 17 pulgadas.
En el interior, la tapicería de cuero y ante marca la diferencia junto con el cargador de 10 compactos con mando a distancia. Los asientos son regulables en todos los parámetros eléctricamente, mientras que en las restantes versiones solo lo son en la inclinación de la banqueta, y además están calefactados.
Mecánicamente el Grand Cherokee Overland incorpora de serie la excelente trasmisión Quadradrive (opcional en otros acabados).

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