Citroën C4 Picasso 2.0 HDI CAS Esxclusive

Citroën está en pleno proceso de renovación y los útimos modelos en llegar confirman un salto cualitativo destacado por el Citroën C6 y los nuevos monovolúmenes Grand C4 Picasso (de siete plazas) y C4 Picasso (para cinco pasajeros) -protagonista de esta prueba-, además de los leves retoques introducidos en sus utilitarios C2 y C3.

La marca francesa apuesta fuerte por un segmento importante, en el que el Xsara Picasso tendrá, hasta 2010, aún mucho que decir compartiendo ventas con sus, recién llegados, sucesores. El C4 Picasso ofrece espacio para toda la familia unido a un atractivo diseño, en el que la calidad y la tecnología no se han olvidado, y en el que destaca el Visiospace. Un tremendo parabrisas que se alarga hasta las plazas delanteras.
De esta forma la marca se pone al día ante la gran ofensiva organizada por el resto de fabricantes automovilísticos dentro del segmento de los MPV (Multi Purpose Vehicle), con modelos totalmente nuevos como el Opel Zafira, VW Touran, Renault Scenic, Seat Altea XL, Mazda 5, Mitsubishi Grandis, Ford S-Max, y su hermano mayor Galaxy, entre otros.
La versión elegida para ocupar estas líneas monta el motor 2.0 HDI de 138 cv con cambio automático y opción secuencial de 6 velocidades para cinco ocupantes en acabado Exclusive. Una opción a tener en cuenta por los padres de familia que sitúa por precio –29.050 – al monovolumen francés en un escalón similar al de las berlinas medias, pero con la ventaja de disponer de un habitáculo más práctico y versátil que en un turismo con maletero.1Nombre: FICHA TÉCNICAMotor: 4 lín. / 1.997 c.c Potencia máx.: 138 cv a 4.000 rpmPar máx.: 320 Nm a 2.000 rpmCombustible: Diesel ‘common rail’ Tracción/cambio: Del. / Aut. 6 vel.Frenos: Disco / TamboresNeumáticos: 215/50 R17Carrocería: 5 puertasLarg-Anch-Alt: 4.470 – 1.830 – 1.690 Peso en vacio: 1.715 kgMaletero: 605 l. / 1.734 l.Nº plazas: 5Velocidad máx: 190 km/hAceler. 0-100: 12,1 segundosConsumo mixto: 7,4 litrosEuroNCAP: 5Precio: 29.050Ficha Jato: http://www.autocity.com/coches/nuevos/citroen/c4_picasso/2.0_hdi_cas_exclusive/5_puertas/monovolumen_compacto/index.html
Además la mecánica turbodiesel common rail otorga un comportamiento ágil y dinámico, cercano al que puede ofrecer cualquier cuatro puertas de igual cilindrada y potencia sólo diferenciado por unas inercias más acentuadas. Si buscas un coche para tu familia y no sabes por cuál decidirte, súbete al Visiospace y comprueba la evolución francesa.

Familiar juvenil

El C4 Picasso para cinco pasajeros con unas cotas de 4.470 mm de longitud, 1.830 de ancho y 1.690 mm de alto, llama la atención por su imagen equilibrada de carácter deportivo y agresivo, en la que sólo una palabra ocupa nuestra mente: modernidad.

El nuevo monovolumen francés consigue una vista lateral en la que la línea alta de cintura es la protagonista, enfatizando el carácter dinámico del conjunto, con unos marcados pasos de ruedas en los que destacan las llantas de 17 pulgadas, montadas sobre neumáticos de 215 mm de sección.
Delante, una gran boca -dividida por la barra anticolisión- permite la refrigeración del vano motor y acentúa la agresividad de la parte anterior, en la que la elegancia viene de la mano del doble chevron de gran tamaño que se extiende hasta los grandes faros rasgados que dan paso al parabrisas, donde el Visiospace alcanza parte de las plazas delanteras.

La trasera completa la deportividad del conjunto, teniendo en cuenta los cristales tintados, gracias a la inclinación de su luneta que se abre independientemente del portón -coronada por un alerón-, en el que los faros angulosos que se rasgan hacia los laterales completan las atractivas formas del monovolumen C4 más pequeño.

El habitáculo del monovolumen de Citroën es ante todo espacioso. Y lo primero con lo que choca nuestra vista, al acomodarnos en el puesto de conducción, es con un volante multifunción futurista -con la parte central fija, moviéndose sólo el aro-, casi de nave espacial, que integra en la columna de dirección los indicadores de las luces, intermitentes y luces de emergencia, además de la caja de cambios automática de 6 velocidades con sus levas, montada en nuestra unidad que venía con equipamiento Exclusive.

Después el diseño limpio y de calidad del salpicadero -con plásticos blandos al tacto-, con dos grandes guanteras integradas justo en frente del conductor y el pasajero (esta última incorporaba en nuestra unidad el cargador de 6 CDs), se ve alterado por el voladizo del cuadro de mandos central, dividido en tres pantallas digitales de cristal líquido. Cada una se encarga de dar información al conductor de la velocidad, el ordenador de a bordo y navegador, y el tacómetro de las revoluciones que también muestra la marcha en la que circulamos y el modo del cambio -automático o secuencial-, respectivamente.
Los mandos de climatización desaparecen del centro de la consola central, ocupada por una gran guantera climatizada bajo el equipo de audio y el teléfono -además de la situada en el lado del copiloto-, y se instalan en los laterales debajo de las toberas del climatizador (uno en el lado del conductor y el otro en el del acompañante). Además en los pilares B encontramos los mandos para los asientos traseros -tres plazas individuales- que se mueven aumentando la capacidad del maletero desde 605 hasta 1.734 litros, cuando estos se abaten.
Y para facilitar el acceso al hueco de carga cuenta con un sistema que rebaja la altura de la suspensión, situado sobre la luz que también es una linterna, y alumbra el espacio para las maletas. Sin salir del maletero encontramos un último detalle práctico: un carrito para poder transportar objetos cuando nos bajamos del coche.

Tampoco podemos olvidarnos de los múltiples huecos portaobjetos, ni del pequeño espejo sobre el retrovisor interior -para mantener controlados a los niños-, las bandejas en los respaldos de los asientos anteriores con iluminación para lectura, además de las persianas en las ventanillas traseras y en la luneta del portón. Pero durante el tiempo que pudimos probar este Picasso sólo pensamos en una cosa, ¡qué cómodos son los asientos! Confortables con ajuste lumbar y que nos sujetaron cuando los virajes del trazado se complicaban.

Como colofón, incluyendo los elementos de ayuda a la conducción y de seguridad -como el ESP, los airbags y el freno de mano eléctrico- sólo nos queda por mencionar el Visiospace que además de aumentar la visibilidad y hacer más espacioso el interior, incorpora unas persianas para evitar el deslumbramiento de los ocupantes de las plazas anteriores.

El Citroën C4 Picasso goza de una estética que declara sus intenciones dinámicas al primer golpe de vista, reforzadas por la mecánica turbodiesel de conducto común 2.0 HDI de 138 cv a 4.000 rpm que acelera en 12,1 segundos hasta alcanzar los 100 km/h ayudado por los 320 Nm de par motor a 2.000 rpm. Hay que tener en cuenta que el “pequeño” Picasso pesa 1.715 kg y aún así consigue una velocidad máxima de 190 km/h con un gasto medio de combustible de 7,4 litros a los 100 km.

El comportamiento del conjunto es dinámico y destaca su dirección, suave y precisa, que permite maniobrar con facilidad ante cualquier imprevisto. El confort lo completa un esquema de suspensiones que adopta el compromiso perfecto entre dureza y comodidad junto con los neumáticos 215/50 R17 que pegan el monovolúmen francés al asfalto.
La única pega está en el cambio automático secuencial de 6 velocidades (CAS). La lentitud de su convertidor de par hace notar las inserciones -muy bruscas- de cada una de las relaciones, obligando al conductor a adivinar el momento en el que van a entrar las marchas para relajar el pie del acelerador e intentar disimular las sacudidas ocasionadas por las pérdidas de revoluciones. Además, en ocasiones tales como la entrada a una rotonda -a bajas revoluciones- dicho sistema elige una marcha inadecuada y en lugar de optar por reducir, sube una relación dificultando las recuperaciones. Para estos casos es imprescindible usar las levas de la opción secuencial, situadas a ambos lados del volante, que no suben de marcha a pesar de que el régimen de revoluciones se aproxime al corte.
El Citroën C4 Picasso aporta un toque de aire fresco con su diseño deportivo a un segmento en el que parecía que la estética era algo completamente secundario. Y es que reconocerse poseedor de un monovolúmen -se considera todavía hoy- cuanto menos un delito para los incondicionales del motor, algo que empieza a cambiar con la llegada de este ejercicio de estilo francés.

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