BMW Serie 5: seis veces bueno

El infatigable

La historia de BMW se escribe con letras de oro si hablamos de evolución y tecnología. Ninguno de sus productos corrobora mejor esta teoría que la gloriosa berlina Serie 5, que esta primavera ha debutado en España por sexta vez y que desde 1972, año de estreno, ha vendido 5,5 millones de unidades en todo el mundo. En los 60, la firma alemana había concebido un proyecto de berlina de cuatro puertas del segmento medio, denominado Nueva Gama, con los modelos BMW 1500, 1800 y 2000 como los más exitosos hasta entonces para la marca de Munich. La tendencia al alza en la venta de estos modelos y el asentamiento de los modelos de clase intermedia de Mercedes-Benz (lo que ahora denominamos Clase E) cimentaron la rampa de despegue para introducir una nomenclatura nueva: 5, sinónimo de berlina en la que confluían dinamismo y deportividad como principales valores de mercado. La tradición de Mercedes entre las clases más altas de la Europa de la posguerra obligaba a BMW a acelerar el paso.
Para la marca de la hélice era fundamental distinguirse, imprimir un carácter propio, respecto a Mercedes. Y confirmamos que este fue el primer segmento donde BMW se empezó a distanciar considerablemente de su eterno competidor, sobre todo a nivel de diseño. La primera generación del Serie 5 se caracterizaba por sus líneas tendidas y suaves, sus grandes ventanillas y su baja línea de la cintura, acentuando elementos clásicos de la marca como los faros dobles y la curva Hofmeister en el Pilar C. Este lenguaje vino acompañado de la inclusión del primer motor con seis cilindros en el mercado, el 525i, potente, refinado y que otorgaba una potencia máxima de 145 cv. En apenas diez años de vida, cuando llegó, en 1981, la segunda generación del Serie 5, se habían vendido 700.000 unidades de éste. La sofisticada ingeniería alemana y los retoques en el diseño del frontal y la zaga fueron claves para su triunfo. Entonces, desde Stuttgart, se rumoreaba con que Mercedes preparaba algo grande. Aquello fue nada más y nada menos que la tracción total a las cuatro ruedas 4MATIC, disponible para los modelos de seis cilindros de la serie 124. Las cartas estaban sobre la mesa, y la respuesta, por partida doble, de BMW no se hizo esperar: M5 535i con 218 cv, la berlina más potente del momento, y el motor diésel 524td de 115 cv.
En la segunda mitad de la década de los 80, se buscaba la mejor tecnología para los catalizadores. De nuevo BMW (1984) con Mercedes (1986) pisándole los talones, al frente de la pelea. En 1988, con todos los nuevos modelos de Mercedes equipando de serie el sistema antibloqueo de frenos ABS y un retrovisor derecho calefactable, BMW responde con su tercera generación del Serie 5, en la que sobresalen una remodelación del anterior M5 con 315 cv y el primer Touring (familiar) de la gama. En 1992 se añadió el M5 Touring, con BMW intentando sofocar la admiración mundial que despertó el primer motor V8 en un Mercedes Clase E: 326 cv de potencia y cuatro válvulas por cilindro, para una aceleración de 0-100 km/h de 5,9 segundos y una velocidad máxima limitada a 250 km/h.
En 1995, con la llegada de la cuarta generación, ya se habían vendido 1,3 millones del Serie 5 por los 2.555.861 del Clase E. Las características dinámicas y de seguridad del Serie 5 se mejoraron, con un significativo incremento de la rigidez torsional respecto al modelo anterior y una carrocería construida casi completamente de aleación ligera. Los propulsores de nuevo desarrollo, totalmente de aluminio, también ayudaron significativamente a reducir el peso del automóvil. En marzo de 2002 aterriza una nueva generación de la clase intermedia de Mercedes-Benz, y un año después era el turno de la quinta saga del Serie 5 de BMW. De nuevo, los rivales alemanes midiéndose de tú a tú. Esta pelea puso sobre la mesa todas las innovaciones tecnológicas que ambas marcas había desarrollado durante los últimos años. El Control Dinámico de la Estabilidad DSC, la Dirección Activa y el Adaptative Drive, en la trinchera de BMW; la suspensión independiente multi-link detrás, realizada en aluminio, frenos con control electrohidráulico SBC y el nuevo Airmatic Dual Control (CD), un sistema de suspensión con aire, en el lado de Mercedes. La última batalla entre ambas marcas se ha producido en el terreno de lo ecológico. En otoño de 2006, Mercedes introdujo la tecnología Bluetec, lo que le sirvió para recibir el título de coche verde del año en 2007, cuando BMW lanzó sus motores EfficientDynamics, que, entre otras novedades, incorporaban un alternador para la Recuperación de Energía de Frenado. Con la sexta y última generación del Serie 5 de BMW, el gran reto de las dos marcas Premium es establecer unos cánones de limpieza y eficiencia mecánica compatible con todo su potencial industrial.

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