Audi R8

Mucho tiempo se llevaba hablando del superdeportivo que Audi iba a lanzar. Primero tras la presentación del prototipo Audi Le Mans Quattro, en el año 2003, y después por los éxitos del bólido de competición R10. Pero ahora ya es una realidad, Audi admite pedidos desde esta semana del espectacular R8, un vehículo cuyas primeras unidades se empezarán a entregar a sus afortunados propietarios durante el primer semestre de 2007, momento en el que podrá rivalizar con automóviles de la talla del Ferrari F430, Aston Martin Vantage, Lamborghini Gallardo o Porsche 911 Turbo entre otros.

Y es que el R8 es un vehículo muy especial para Audi, que lo construye en una nave independiente en la factoría de Neckarsulm y de forma casi artesanal, con una frecuencia máxima de 15 vehículos al día. Tiene chasis de aluminio y tracción a las cuatro ruedas, por lo que de los deportivos antes mencionados al que más podría parecerse sería al Gallardo (Lamborghini es marca del Grupo VAG), pero el de origen italiano monta un V10 mientras el de los aros se conforma con un V8 FSI.
Sus proporciones impactan, tanto por la exclusividad de todo un “supercar“ como por su disposición de motor central. Mide 4,43 metros de largo, 1,90 metros de ancho y 1,25 metros de alto, y su motor central queda visible tanto desde la cabina de conducción como desde el cristal de la luneta trasera. Se ha logrado una distribución de pesos del 56% detrás y 44% delante, y la fuerza se transmite a través del sistema Quattro debidamente ajustado para un esquema de motor central.
Con un V8 FSI de 420 cv y 430 Nm de par, el Audi R8 logra una excelente relación peso-potencia de sólo 3,71 kg por cv, lo que unido a una sobresaliente capacidad de tracción le posibilita acelerar de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos. En cuanto a velocidad punta llega a los 301 km/h. Desde 3.500 rpm el nuevo Audi R8 ya tiene un 90% de par disponible, pero además estira hasta muy arriba, pues logra los 420 cv a 7.800 rpm y aún puede estirar hasta 8.250 rpm.
En cuanto a técnica y equipamiento, el Audi R8 admite muchas posibilidades, pudiendo llegar prácticamente a disponer de un vehículo único gracias a sus numerosas personalizaciones. De serie lleva cambio manual, pero se puede pedir uno secuencial R Tronic; lo mismo sucede con la amortiguación, que opcionalmente puede ser adaptativa Audi Magnetic Ride; o las llantas, de serie de 18 pulgadas y con neumáticos 235/40 delante que pueden cambiarse por llanta de 19 pulgadas y hasta 295/30 detrás.
Por lo que se refiere a su interior, la amplia cabina destaca por un puesto de conducción con toda la información orientada al conductor y un volante achatado por la parte de abajo. De serie lleva asientos deportivos en combinación alcantara y piel, pero hay otras dos opciones: una tapizados sólo en cuero, y otra con backets como los de competición. Puede llevar navegador, cámara trasera para aparcar, equipo de sonido Bang & Olufsen de 465 vatios y todas la luces tipo led entre otras cosas. Y por último, decir que para los colores hay ocho opciones, desde el blanco Ibis hasta el negro Phantom efecto perla.

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