VW Golf blue-e-motion

Si no ocurre ninguna sorpresa, Nissan va a ser el primer fabricante que lanzará un compacto totalmente eléctrico. Hablamos del Leaf, que en España se espera para finales de 2011 y con un precio de 30.000 €. Pero si bien Nissan ha creado un coche específico para estrenar este tipo de propulsión limpia, otras marcas apuestan por desarrollar motorizaciones eléctricas sobre modelos ya existentes. Volvo está trabajando sobre un C30 eléctrico, así como BMW con un Serie 1 Coupe eléctrico; pero parece que es Volkswagen la marca que más rápido va a reaccionar a la nueva corriente 100% eléctrica.
Presentado en primicia en el pasado Salón Internacional del Automóvil Ecológico y de la Movilidad Sostenible de Madrid 2010, ahora la marca acaba de realizar unos tests con el prototipo por los alrededores de su sede, en Wolfsburg, con el objeto de dar a conocer algunos datos más de este Golf blue-e-motion. De momento, le sucede lo mismo que a todos sus rivales, que la autonomía es bastante escasa y las infraestructuras para su recarga casi inexistentes; aunque confiamos en que ambas cosas se irán corrigiendo poco a poco. No obstante, un estudio alemán dice que 6 de cada 10 trabajadores se desplazan a diario en coche y, de ellos, el 45,8% tiene un trayecto (sólo se cuenta la ida) inferior a 10 km; un 28,1% de 10 a 25 km; y sólo un 16,2% recorre más de 25 km por trayecto. Por tanto, se supone que el nuevo Golf blue-e-motion será válido para la inmensa mayoría de los casos de trasporte diario.
Unos 150 km sin repostar podrá recorrer este primer Golf totalmente eléctrico. Cuenta con un motor eléctrico que genera una potencia máxima de 85 kw (115 cv) y un par de 270 Nm desde el ralentí, por lo que su agilidad está fuera de toda duda. De hecho declara una aceleración de 0 a 100 km/h de 11,8 segundos. Los 30 módulos de batería repartidos en 180 pilas de ión-litio pesan 315 kilos y están colocados en el suelo, pero a pesar de ellos la capacidad de maletero sólo se ve reducida en 75 litros (volumen de carga de 275 litros) y el peso total respecto a un Golf Bluemotion con motor 1.6 TDI no se incrementa en mucho más de 200 kilos, ya que declara un total de 1.545 kilos.
En cuanto a la conducción, su palanca de cambios parece la de un sistema DSG, aunque en realidad de trata de una caja “EQ 210” de una velocidad. Existen tres modos de conducción, de confort, dinámica o de autonomía. Con la dinámica se obtiene la potencia máxima y las mejores prestaciones, aunque también se acaba antes la energía. Con la intermedia la potencia se reduce a 65 kw y la velocidad máxima se limita a 115 km/h; mientras que la más “ahorradora” baja la potencia máxima a 50 kw y la velocidad a 105 km/h.
Finalmente, decir que el Golf eléctrico admite recarga rápida y convencional, bien a través del logotipo ubicado en la parrilla frontal o bien a través de la tapa que en los Golf convencionales esconde la boca de carga de combustible. Hay que fijarse muy bien para diferenciar desde fuera al Golf blue-e-motion del resto de la gama, pues salvo por detalles como los leds para la luz diurna o la ausencia de tubo de escape, pocas cosas le identifican. También en cuanto a equipo de neumáticos lleva un diseño de llanta y una medida bastante convencionales (205/55 R16). Y si el exterior apenas varía, el interior, a simple vista, tampoco. Ya al detalle observamos como el velocímetro tiene la escala de 160 km/h como velocidad máxima, el cuentarevoluciones se sustituye por un indicador de potencia (en kw), y otros indicadores registran las funciones necesarias para este tipo de coche. Finalmente, la pantalla de la consola central se utiliza igualmente para facilitar información del sistema eléctrico.
Ya queda menos para que los coches 100% eléctricos sean una realidad. En una primera fase irán dirigidos a flotas, se comercializarán a través de renting, y sus ventas será limitadas; pero a buen seguro este tipo de vehículos mejorarán su competitividad y ganarán cuota de mercado progresivamente. Sin duda alguna, el proceso de electrificación del automóvil ya ha comenzado. Será largo, y los diésel y gasolina continuarán muchos años más con nosotros, pero el avance de los eléctricos nadie lo va a parar.

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