Toyota Yaris Feel! 100 Bi-Tono

La tercera generación del Toyota Yaris, la que básicamente se mantiene entre nosotros desde el año 2012, incorporó algunos interesantes cambios en 2016 que hemos querido probar durante la última semana. Sobre la misma base (un hatchback de tres o cinco puertas y 3,95 metros de longitud), el utilitario japonés sigue atesorando como principales argumentos unas excelentes prestaciones en ciudad y un habitáculo interior bien cuidado y agradable.


La principal novedad del modelo afecta a la seguridad. El paquete de elementos de seguridad activa, denominado Toyota Safety Car, llega al Yaris después de implantarse en modelos superiores de la marca. En concreto, incluye el sistema  de precolisión, el aviso de cambio involuntario de carril y el cambio automático de luces cortas a largas. Tres equipamientos valorados en 600 euros (sólo de serie en el Yaris Hybrid Advance).

También se ofrece un nuevo sistema multimedia, de navegación y conexiòn bluetooth, llamado Toyota Touch 2, que se ve y se maneja mejor gracias a una pantalla táctil más grande que antes (de 7 pulgadas) y unos botones auxiliares de gran utilidad para moverte por los distintos menús sin perder demasiado la vista de la carretera (la altura a la que queda la pantalla es algo baja; aunque en un Opel Corsa queda más abajo todavía). Su precio, 600 euros.


El tercer cambio en la la gama Yaris 2016 es el acabado Feel!, que sobre el escalón intermedio Active añade una pizca de ’emoción’ a su diseño exterior e interior. Ese aspecto, digamos que ‘más deportivo’, se fundamenta en una carrocería con la parrilla de panal de abeja pintada en negro y con el borde cromados (como los antiniebla delanteros), unas llantas de aelación en acabado bitono de 16′ y un alerón trasero específico con luz de freno integrada. 

Nuestra unidad de prueba incluía, por 800 euros más, la pintura Bi-Tono en ‘Blanco Glaciar’ combinada con el ‘Negro Frac’ para techo, pilares delanteros y retrovisores exteriores.

El nuevo acabado Feel! del Yaris también transforma (ligeramente) el habitáculo, con tapicería deportiva en negro, así como las molduras en negro piano; y si le sumas la pintura exterior Bi-Tono también añade, a juego con el exterior, modificaciones en los asientos delanteros, con símil de cuero en color blanco en sus extremos.


Por lo demás, el Toyota Yaris sigue presentando una cabina muy apta par su uso más frecuente, la ciudad. Te encuentras con un acceso cómodo y una postura de conducción ergonómica, destacando la buena organización de mandos, la fácil lectura de la instrumentación y la excelente visibilidad para controlar el entorno.

El resto del habitáculo es sencillo, con plásticos duros de buena calidad y con piezas bien encajadas entre sí. Si por algo llama la atención el interior del Yaris es por la gran cantidad de huecos disponibles para depositar distintos objetos: la operación de vaciarse los bolsillos al subirse a bordo, resulta de lo más satisfactoria. 

Por espacio en las plazas delanteras como traseras, el Toyota Yaris queda situado en la parte alta del segmento. Atrás, sin plafón en el techo, dos ocupantes viajan bastante holgados a nivel de rodillas y de altura libre al techo. En lo que no destaca el Yaris es en su maletero, que se debe conformar con 286 litros, un dato inferior a la mayoría de sus alternativas.

El modelo probado es el Yaris 100, esto es, el motor de gasolina 1.329 centímetros cúbicos y 99 CV de potencia máxima que, asociado a un cambio manual de seis marchas, alcanza los 175 km/h de velocidad máxima, acelera de 0 a 100 km/h en 11,7 segundos y homologa un consumo mixto de 5,1 l/100 km.

¿Cómo se traducen estos números en el día a día? Las prestaciones son las que son para un motor de inyección indirecta -sin turbo- que se apoya en unos recorridos cortos del cambio en las primeras marchas, para acelerar con cierto brío entre semáforo y semáforo. Fuera de ciudad, su capacidad de respuesta es más limitada, aunque anticipándonos con un pomo del cambio que queda muy a la mano, el Yaris 100 es un coche apto para moverse por carreteras de circunvalación a un ritmo ágil. En cuanto a los consumos, en un uso combinado de ciudad y carretera y a velocidades legales, se quedó en 6,2 litros durante la semana de prueba.

Pero si por algo destaca el Yaris, en cualquiera de sus versiones (Yaris Hybrid y Yaris 70), es por su excelente capacidad de maniobra. Necesita muy poco espacio para dar la vuelta (10,2 metros) y su dirección tiene 2,7 vueltas entre topes. En otras palabras, que si vas a ‘culebrear’ por ciudad con frecuencia, el Toyota Yaris te pondrá las cosas algo más fáciles que modelos como Seat Ibiza, Ford Fiesta o Renault Clio.

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