Subaru Forester 2.0 XT

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TURISMO Y TODO TERRENO, EL COMODIN PERFECTO

El nuevo Subaru Forester se acaba de poner al día, asegurando su posición de honor entre los especialistas en todo terreno SUV (Sport Utilities Vehicles). Presenta un especial atractivo, al ofrecer un auténtico turismo y todo terreno a la vez que no sacrifica a esta característica ni confort ni prestaciones, con la presencia de una versión turbo, capaz de superar los 200 km/h.

Todos los modelos Subaru disponen de tracción total no como una opción, sino como elemento consustancial de su diseño. Y además con el Forester, Subaru acaba con el mito de que un todo terreno de verdad tiene que ser incómodo y menos seguro que un turismo sobre asfalto. Así el nuevo Subaru Forester ofrece auténticas prestaciones de todo terreno fuera de carretera y un comportamiento envidiable en ésta, superior al de muchos turismos de tracción simple. Y ello no mediante las soluciones de compromiso a que han llegado otros constructores, a base de realizar vehículos todo terreno limitados en su uso ‘off road’ a fin de mejorar su comportamiento sobre asfalto.
18 Noviembre de 2002.
DISEÑO

La carrocería del Forester ofrece una versatilidad de turismo familiar, con todo su confort y refinamiento y su mismo nivel de prestaciones, a un precio muy atractivo. Así el nuevo Forester surge como el todo terreno más próximo a un turismo familiar, sin dejar de ofrecer las principales ventajas de un 4×4 de campo, con reductora incluida (en la versión 2.0 atmosférica de 125 CV).
Las líneas del Subaru Forester forman un conjunto muy armonioso y de bella estampa, con su carrocería familiar 5 puertas de sólida y a la vez estilizada silueta, con parachoques envolventes y un atractivo frontal de faros cuadrados y parrilla más grande y rectangular. Con una altura total más contenida que en los clásicos todo terreno (1,59 m), ofrece un cómodo acceso más parecido al de un turismo sin detrimento de mantener una notable altura libre al suelo (19 cm) y cortos voladizos, que le permiten un uso ‘off road’ sin problemas. Los laterales van protegidos por unos paneles plásticos tan eficaces contra las rozaduras y salpicaduras campo a través como contra los toques urbanos. Y para que no falte de nada cuenta con el techo solar más grande del mercado.

Habitabilidad

HABITABILIDAD

Por dentro encontramos la misma cuidada terminación de los turismos de la marca, con múltiples detalles de acabado (apoyacodos plegables delanteros, portabotes, consola central, portagafas, etc) y numerosos compartimentos portaobjetos, incluso con tapa, como es el caso de los de las puertas o del portadocumentos del salpicadero sobre la consola central, que agrupa los mandos accesorios de forma racional y práctica. La postura al volante es tan cómoda o más que la de un turismo, con un cambio de muy cómodo accionamiento, tanto en la versión manual como en la automática (E-4AT), que cuenta ahora con un sistema de división activa de la transmisión de par que ajusta automáticamente el reparto entre ambos ejes ante cualquier cambio en las condiciones de adherencia.
La amplia superficie acristalada, además de permitir una excelente visibilidad, da una sensación de amplitud interna, mayor de la que se espera de un coche de menos de 4,5 m de largo. Con el volante graduable en altura y el asiento también, la postura de conducción adecuada está al alcance de cualquier talla, disponiendo los asientos delanteros de reposabrazos centrales individuales ajustables en los respaldos. La amplitud transversal es muy notable, reforzada detrás al marcarse sólo dos asientos en la banqueta, abatibles simétricamente los respaldos.
Cuenta con un maletero muy aprovechable de más de 400 litros de capacidad, un volumen poco usual en un 4×4 de su longitud, que puede llegar a los 1.500 litros con los asientos posteriores plegados, con el mérito de que la rueda de repuesto no va colgada en el portón, sino en su propio compartimento bajo el plano de carga, donde también se ofrece un hueco adicional portaobjetos al abrigo de miradas indiscretas. La funcionalidad y racionalidad de la concepción del Forester se aprecia en los detalles. Por todas partes vemos inteligentes soluciones de acabado (la sujeción de la cortinilla tapaequipajes a la base de los apoyacabezas, los huecos laterales con toma de corriente, la tapa de la rueda de repuesto, etc.) rematados con una terminación a la altura de un turismo de lujo.

Motor

MOTOR

Pero estas cualidades no servirían de mucho de no contar con una mecánica a la altura de las posibilidades del bastidor, como es el caso. Porque del excelente rendimiento del Subaru Forester es responsable en gran medida el conocido y experimentado motor ‘boxer’ 2.0 de cuatro cilindros opuestos refrigerado por líquido. Con 1.994 cc, este motor con 4 válvulas por cilindro y distribución biárbol simple da 125 CV a 5.600 rpm, con un par máximo de 18,8 mkg a 3.600 rpm. Un rendimiento muy notable para el recortado peso del Forester, que con poco más de 1.300 kg es uno de los 4×4 más ligeros de su clase. No es de extrañar que con este motor y su transmisión, el Subaru Forester se presente como la alternativa más válida entre los vehículos todo uso, rápido y cómodo en carretera y funcional y manejable en ciudad, gracias a sus 4,45 m de largo, y perfectamente utilizable como todo terreno. Una alternativa refrendada por los 6 años de garantía que ofrece la marca nipona en España.
Quien desee un plus dinámico extra, puede optar por el Forester 2.0 XT, la versión turboalimentada de este motor, que con la ayuda del turbocompresor sube su potencia hasta los 177 CV al mismo régimen del motor atmosférico, subiendo su par máximo hasta la importante cifra de 25 mkg a 3.200 rpm. Respecto al anterior Forester turbo, el nuevo XT logra 7 CV más y 0,5 mkg suplementario, siempre al mismo régimen, lo que le confiere unas prestaciones a la cabeza entre los automóviles de su categoría, con 202 km/h de velocidad máxima. Y todo ello con unos consumos muy razonables para un 4×4, menores a los anteriores, con sólo 9,8 litros/100 km en el promedio combinado de la versión turbo, que se quedan en 8,5 en la versión atmosférica.

Comportamiento

COMPORTAMIENTO

A pesar de esta imagen de confort interior y exterior, el Subaru Forester demuestra con creces su capacidad ‘off road’ a la hora de dejar el asfalto, a la altura de los mejores todo terreno, y no sólo gracias a la suficiente altura de los bajos y a los contenidos voladizos de la carrocería. Con un homogéneo reparto de tracción, su ágil comportamiento en campo a través es sensacional, faltan palabras para explicarlo, y sobre piso poco adherente (barro y arena) muestra una capacidad de tracción muy superior a la de sus rivales ‘light’ en 4×4.
Subaru ha sabido combinar en el nuevo Forester las cualidades de un ‘Sport Utility’ y la tradicional ranchera, para ofrecer lo mejor de ambas fórmulas en un mismo coche. Y esta versatilidad la ha logrado gracias a unas inteligentes soluciones de tracción y suspensión, que aseguran un comportamiento de primera sobre asfalto, ayudado por unos ajustados trenes rodantes, con neumáticos de 205/70 R 15 que en el caso de la versión turbo 2.0 XT pasan a ser de 215/60 R 16.
Para empezar, el Subaru Forester monta suspensiones independientes en ambos ejes, con un eje delantero Mac Pherson de brazos auxiliares y un trasero por dobles tirantes, ambos sobre muelles y con barras estabilizadoras que limitan notablemente el balanceo. Con bastidor autoportante y una batalla de 2,52 m, en asfalto tenemos un impresionante agarre en curva una vez apoyado el coche, gracias al bajo centro de gravedad que garantiza el motor ‘boxer’ y a la tracción total permanente. En carretera y autovía el Forester se comporta como un turismo, permitiendo rodar muy rápido dentro de un margen muy alto de seguridad, gracias a la tracción total permanente AWD, con un diferencial central de reparto y otro de tipo viscoso LSD de deslizamiento limitado.
Este sistema permite un buen agarre sobre suelos de baja adherencia, repartiendo la tracción al 50% entre ambos ejes y alterando este reparto cuando alguno pierde tracción, en favor del que más agarra, y desde luego resulta más eficaz que el consabido reparto automático al 95% al tren delantero que sólo se altera cuando éste pierde agarre, tan en boga en los 4×4 ‘light’. Además el Forester 2.0 atmosférico lleva también reductora sobre la caja manual de 5 marchas, lo que resulta muy práctico no sólo campo a través, sino incluso en carretera a la hora de efectuar algún adelantamiento a baja velocidad, pues basta pisar el embrague para meter la reductora sin problemas siempre que se ruede a menos de 100 km/h. El 2.0 XT turbo prescinde de esta reductora, ya que su nivel de par y potencia (177 CV) le permiten la suficiente capacidad de respuesta en todo momento.

Equipamiento

EQUIPAMIENTO

Por si fuera poco, el equipamiento del Subaru Forester se sitúa en lo más alto entre los coches de su segmento. El 2.0 X viene de serie con climatizador, frenos ABS (+EBD en el XT), cinturones de 3 puntos para todos con pretensor y ajuste regulable de altura en los delanteros, limpiaparabrisas de 3 velocidades, retrovisores exteriores y elevalunas eléctricos, volante regulable en altura (lo mismo que el asiento del conductor), tomas de corriente, spot de lectura, bandeja cubreequipaje, cierre centralizado y bloqueo interior (con mando a distancia) de puertas, molduras protectoras, sistema antirrampa (que evita el deslizamiento trasero en cuesta), cierre de seguridad para niños, techo solar, barras portaequipajes, etc. Además, en el aspecto de seguridad, el nuevo diseño TPS (Total Protection System) ha elevado considerablemente la protección interna con airbags frontales y laterales, estos últimos incluyendo la protección a la cabeza, anclajes para sillitas infantiles Isofix, apoyacabezas activos, anillos de seguridad en el habitáculo central, barras laterales, etc…
El 2.0 XT añade a todo lo anterior un sistema de autonivelación de altura bajo carga, muy práctico a la hora de aprovechar su capacidad de carga fuera del asfalto. Y los espejos retrovisores eléctricos con control remoto, faros antiniebla, limpiaparabrisas de intermitencia variable… rematado todo con detalles como volante y pomo de palanca de cambio forrados en piel, limpiaparabrisas térmico (lo mismo que los espejos exteriores calefactados), toma de aire extra en el capó para el ‘intercooler’, llantas de aleación de 16 pulgadas y sistema LSD trasero.
Es lógico que ante tal equipamiento las opciones de los Forester sean mínimas, limitadas a la pintura metalizada (330 euros) y los faros antiniebla (334) para el 2.0 X. Lo que tiene su importancia cuando el precio final es francamente contenido, 25.350 euros el 2.0 X atmosférico (26.850 con cambio automático) y 29.450 el 2.0 XT turbo (30.950 con cambio automático). Unos precios realmente muy competitivos para un vehículo ejemplar por sus características y comportamiento, de los que se disfruta probándolo.

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