Rosberg saldrá a contener el ataque de Hamilton, que busca su quinto triunfo en Hungría

Alonso, que en 2003 se convirtió en ese momento en el piloto más joven de la historia y en el primer -y hasta la fecha único- español en ganar un Gran Premio de F1, logró en el Hungaroring el primero de sus 32 triunfos, pero este fin de semana optará, sobre el papel, logros menores en las afueras de Budapest, en un campeonato dominado de forma casi tiránica por los Mercedes.

Las ‘flechas de plata’ han ganado todas las carreras menos una (la de Canadá, en la que se impuso el australiano Daniel Ricciardo) y, salvo en Alemania, donde Hamilton acabó tercero, tras remontar desde el vigésimo en parrilla, por detrás del finlandés Valtteri Bottas (Williams) -una de las revelaciones de la temporada-, han firmado ‘dobletes’ cada vez que han llevado ambos coches a meta.

Rosberg culminó una semana de ensueño en Hockenheim, adonde llegó, con casco alusivo al éxito de su selección de fútbol en el Mundial de fútbol de Brasil, recién casado y recién renovado -presumiblemente hasta 2017- con el mejor equipo del momento.

Nico, de 29 años -que lleva en su coche el número 6 en honor a su padre, Keke Rosberg, ganador del Mundial del 82 para Finlandia- firmó en la pista de Baden-Württemberg su séptimo triunfo en F1, el cuarto del año, tras haber arrancado primero por novena vez en su carrera desde la ‘pole’. Lideró la prueba de principio a fin y no completó un ‘Grand Chelem’ porque la vuelta rápida la hizo Hamilton.

Traspasado su ecuador, el alemán lidera el campeonato con 190 puntos, catorce más que Lewis, con Ricciardo tercero, a 84; y Alonso cuarto, a 93. En el de constructores, Mercedes pasa rodillo y encabeza con 366, 178 más que Red Bull y con 245 sobre Williams, que ha desbancado del tercer puesto a una Ferrari en horas muy bajas.

El equipo que capitanea Alonso, sexto en Alemania, presenta como mejor resultado el tercero del doble campeón mundial asturiano (2005 y 2006, con Renault) en China. Con su compañero finlandés Kimi Raikkonen, campeón en 2007, mostrando un séptimo por tope. Algo que llevó a manifestar -y a disculparse, posteriormente- al legendario Niki Lauda que Ferrari había hecho este año ‘un coche de mierda’.

Lauda, que ganó para Austria dos de sus tres títulos con Ferrari, estaba considerado, hasta la eclosión del alemán Michael Schumacher, santo y seña de la ‘Scuderia’, de la que fue asesor durante largas temporadas. Sabe, por tanto, lo que dice. Y por qué se disculpa.

Hungría, que debutó en 1986, convirtiéndose en esos momentos en el primer país del desaparecido ‘telón de acero’ en albergar una carrera de la categoría reina del automovilismo, será la última prueba antes del parón estival en Europa, previo a las dos últimas carreras que tendrán lugar en el Viejo Continente: en Bélgica (en Spa-Francorchamps) el penúltimo fin de semana de agosto; y en la mítica pista de Monza (Italia), el primero de septiembre.

Si Rosberg pasa por uno de los momentos más dulces de su carrera, su compañero y rival intentará no desaprovechar su oportunidad en el Hungaroring, donde sólo el ‘Kaiser’ Schumacher -que se recupera lentamente del grave accidente de esquí que sufrió a finales del año pasado- iguala sus cuatro victorias.

El inglés, que el año pasado lo hizo por primera vez con su actual equipo, buscará su tercer triunfo seguido en la pista húngara, donde también se impuso en 2009 y en 2007. Esta última, al igual que las anteriores, con McLaren: el fin de semana más polémico de su tenso año de convivencia con Alonso en el equipo de Woking.

Lewis, asimismo de 29 años, intentará amargarle las vacaciones a Nico con el que sería su quinto triunfo en un circuito de 4.384 metros, al que el domingo está previsto se den 70 vueltas, para completar un recorrido de 306,8 kilómetros.

Donde se esperan de nuevo altas temperaturas, cuando, a partir de mañana, viernes, se empiece a rodar, con neumáticos de compuestos blando (reconocible por la raya amarilla) y medio (blanca), en unos ensayos libres que se completarán el sábado, previos a la calificación que ordenará la parrilla de la carrera del domingo.

Los mexicanos Sergio Pérez (Force India) y Esteban Gutiérrez (Sauber), contentos por la reciente confirmación de que su país entrará en el calendario del Mundial a partir del año que viene, buscarán celebrarlo con un buen resultado en tierras magiares.

‘Checo’, undécimo en el Mundial con 29 puntos, que este año firmó en Bahrein su cuarto podio en F1, intentará volver a puntuar en Hungría, tras acabar décimo en Hockenheim, donde Esteban, que aún no ha sumado puntos, fue decimocuarto.

Pastor Maldonado, único venezolano que ha ganado una carrera de F1 -el Gran Premio de España de 2012, en Barcelona-, duodécimo en Alemania, buscará olvidar el flojo arranque de temporada de Lotus y marcharse de vacaciones con algún punto en su casillero.

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