Renault reivindica un lugar en el segmento de gama alta con el Initiale Paris

El Initiale Paris es sexto concept car, el sexto pétalo de la margarita ideada por el diseñador Laurens van den Acker que ha cambiado por completo el diseño y la imagen de marca de Renault, incorporada ya en la familia Megane fabricada en España y que es uno de los atractivos de la marca en el Salón de Fráncfort.

La estrategia de diseño de Renault, basada en el ciclo de la vida, recoge las distintas experiencias vitales de los clientes: encontrar el amor, descubrir el mundo, fundar una familia, trabajar, disfrutar del ocio y acceder a la sabiduría. Un diseño para cada etapa vital.

‘Wisdom’, nombre que se le da al sexto pétalo (Love, Explore, Family, Work y Play, son los pétalos restantes), simboliza el ocio y la sabiduría, mediante una experiencia del viaje, en clase ‘premium’, con todas las emociones que la marca pretende asociarle.

Con 4,85 m de largo, Initiale Paris es un coche de alto nivel , espacioso, que presenta los rasgos de una berlina, el carácter de un SUV y la luminosidad de un movolumen.

Initiale Paris prefigura el sucesor del monovolumen Espace, con una versión ‘Initiale Paris’

La línea del vehículo se inspira tanto de los códigos de la arquitectura como de la aeronáutica, con un contorno de los cristales laterales que evoca la forma de una pluma, en tanto que la trasera recuerda a la silueta de una cola de aeronave.

En esta zona se alojan unas originales trampillas aerodinámicas motorizadas que se despliegan lateralmente, como los «flaps» del ala de un avión.

Laurens van de Acker ha explicado que esta composición es también un guiño al Grand Palais o a la Torre Eiffel, dos monumentos emblemáticos de la capital francesa.

El techo del concept-car de aluminio y plexiglás con el dibujo grabado del plano de París, con zonas opacas y transparentes que representan sus barrios, sus grandes arterias y el Sena.

Para acceder a su interior, el vehículo cuenta con unas puertas de apertura opuesta y con un peldaño motorizado que se baja para facilitar la subida a bordo.

El conductor cuenta con una instrumentación de estilo depurado y de una consola central que parece suspendida en el habitáculo. Desprovista de montantes laterales, la consola se inscribe con ligereza en el habitáculo como un puente que une el túnel central con el cuadro de instrumentos.

Da cobijo a dos pantallas que difunden vídeos e información sobre los puntos de interés de la ciudad. Estas pantallas siguen la curvatura de la superficie de la consola.

Sobre la base del motor diesel Energy dCi 130, los especialistas del motor de Renault han extrapolado un concept-motor que ofrece hasta 400 Nm de par en un amplio margen de utilización.

Renault explora con este motor dos nuevos ejes de actuación: la tecnología twin-turbo (un pequeño turbo de baja inercia está dedicado a los bajos regímenes mientras que un segundo turbo asume el relevo en los regímenes más altos) y el mando Shift-by-Wire para la caja de doble embrague EDC, una solución procedente de la Fórmula 1 que favorece la precisión y suavidad de uso.

Con un tamaño similar al de un Grand Espace, el concept car Initiale Paris pesa 250 kg de peso menos que este último.

Este concept-motor ofrece un balance de 40 gramos menos en términos de emisiones de CO2/km, esto es, un 25 % de carburante menos, para una motorización diesel equivalente.

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