Renault Clio dCi 90

Con permiso del Megane, el Clio es para Renault el modelo más importante de su gama, el que más éxitos le ha dado en las dos últimas décadas y que ahora, de la mano de su cuarta generación, promete un crecimiento a todos los niveles que invita a pensar que estamos ante el Clio más maduro y convincente de la historia. Un diseño más atractivo, un interior mucho mejor presentado, motores eficientes y refinados, una carrocería aligerada y un chasis altamente mejorado lo convierten en un fijo en las quinielas de todo cliente que se planteé comprar un utilitario de cinco puertas.

a favor- Consumos y funcionamiento motor dCi- Imagen y equipamientos- Puesta a punto del chasisen contra- Tacto del pomo del cambio- Dirección poco informativa- Escalón del piso de carga
Hemos elegido el motor diésel 1.5 dCi de 90 cv de potencia y cambio manual de cinco velocidades junto al acabado superior ‘Dynamic’ que, sin promociones, se oferta por un precio oficial de 17.500 euros. Es un montante elevado; hay alternativas significativamente más baratas (Hyundai i20, Skoda Fabia o Chevrolet Aveo); hay modelos equiparables por calidad y que también se mueven en márgenes de precio similares (Ford Fiesta o Peugeot 208); hay otros más caros y con una solidez interior a prueba de bombas (Volkswagen Polo); y hay uno, sólo uno, el Seat Ibiza, con un nivel dinámico tan alto como el del utilitario francés que hoy analizamos.

Aunque el Clio pertenezca al segmento de los utilitarios grandes (4,06 metros), por su imagen juvenil, desenfadada, estilosa y personalizable, bien podría equipararse con los pequeños urbanitas del segmento A. Acusado años atrás de rancio y no tener personalidad, el Clio de cuarta generación sufre una transformación estética absoluta: con elementos de serie (calandra y logo frontal prominentes; ópticas más modernas y LED diurnos; molduras de plástico bajo las puertas y el paragolpes; aletas traseras ensanchadas; o alerón posterior) y elementos opcionales a través de paquetes de personalización (llantas de aleación diamantadas de 16”, carcasas de los retrovisores en diferentes colores, adhesivos para el techo; o listones cromados en parrilla y parte inferior de las puertas).


En el haber de Renault también está mejorar una de las características claves para triunfar en la categoría: la funcionalidad. El nuevo Clio 5 puertas, que ha tenido que reducir la altura (1,45 m.) y camuflar los tiradores de las puertas traseras para acentuar sus atléticas proporciones, es sin embargo más largo en la distancia entre ejes (ahora de 2,59 m.) y más ancho (1,73 m.), lo que se traduce en un habitáculo muy aprovechable para cuatro ocupantes, con multitud de huecos bien repartidos y de mucho volumen, y con un maletero líder en el segmento de 300 litros, ampliable a 1.146 l. con los respaldos traseros abatidos. Destacar el buen acceso al habitáculo, también en las plazas traseras, algo no muy habitual en coches de este tamaño, con puertas grandes y de buen ángulo de apertura; y por el contrario, ensombrecer la posición elevada de la boca de carga y el acentuado escalón que conforma y que puede dificultar las maniobras de carga más laboriosas.

Frente al puesto de conducción, el Renault Clio multiplica exponencialmente sus virtudes. Donde antes había un utilitario algo anodino, ahora se presenta un turismo de mayor calidad a todos los niveles: bien terminado y mejor prestando. La instrumentación es al mismo tiempo moderna y de sencilla lectura; los asientos en tela (los de serie) ofrecen un mullido más duro y sujeciones con más relieve que se agradecen al paso de los kilómetros; con el acabado ‘Dynamic’ se incluye el sistema de navegación y entretenimiento ‘Nav N’Go’ y por 590 euros más lo sustituye y mejora el sistema ‘R-Link’ basado en una pantalla tipo Tablet, táctil, a color, y de 7′ que preside la consola central y que además ofrece conexión por USB, minijack y a Internet, elegir el sonido del motor que pasa al habitáculo a través de los altavoces, y un programa de conducción ecológica ‘ECO’.
De serie, cualquier Clio de nueva generación está equipado con cuatro airbags, control de estabilidad, asistente en cuesta, anclajes ISOFIX en las tres plazas traseras, regulación en altura de la banqueta del conductor… con el acabado ‘Dynamic’ la dotación de serie aumenta significativamente (acceso y arranque sin llave, tapicería ‘Mikano’, volante en cuero… ) y por muy poco dinero más se puede aderezar con equipamientos muy interesantes: algunos en forma de pack, como el ‘Confort Plus’ por 600 € (luces, limpias y elevalunas traseros automáticos, climatizador, cámara posterior, sensor trasero de parking, reposacabezas central, o espejos exteriores plegables eléctricamente) o el ‘Look interior’ por 175 € (molduras decorativas en volante, salpicadero, salidas de ventilación, pomo del cambio y tiradores), o elementos nuevos como el techo panorámico por 500 €.

Este aumento del tamaño y en las posibilidades de equipamiento no lastran su peso; al contrario. Nuestro Clio diésel de 90 cv pesa 1.071 kg., casi 100 menos que su antecesor, un aspecto que junto a un chasis mucho más eficaz que antes y un habitáculo relativamente bien insonorizado nos permite disfrutar de una conducción alegre, estable y cómoda. Es el mejor Clio de la historia en calidad de rodadura y, aunque los recorridos de la palanca del cambio no son del todo precisos y la dirección de asistencia variable a la velocidad no es muy informativa, también es uno de los mejores utilitarios del momento para realizar una conducción rápida y bajo control por carreteras reviradas.

Por calidad de rodadura y comportamiento en carreteras reviradas, la puesta a punto del chasis ha sido muy notable

Como siempre fiel aliado para moverse en ciudad –buenos ángulos de giro, apta visibilidad en todas las direcciones o Stop&Start muy suave-, el Clio IV está mucho más cualificado que antes para salir a autovía con él, incluso con equipaje y cuatro ocupantes. Y en esto tiene mucho que ver, además del chasis, el motor turbodiésel dCi: agradable por funcionamiento, ahorrador en sus consumos medios reales de 5,5 litros, y enérgico en su capacidad de aceleración desde 1.500 rpm y lineal en su entrega de la potencia a medida que subimos de revoluciones. Eso sí, una sexta velocidad no estaría de más para desahogar en carretera abierta y poder rebajar un par de décimas el consumo final.

El motor dCi 90 destaca por su alta capacidad de empuje y su bajo consumo en cualquier circunstancia

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