Ranking de superdeportivos históricos

De los supercars, los deportivos más excesivos jamás concebidos, sólo se recuerdan dos cosas: la primera, lo que sus clientes han pagado por ellos; y la segunda y la que hoy nos ocupa, el momento en que la aguja del velocímetro dice ‘basta’, es decir, su velocidad punta. Lo demás, fiabilidad, lagunas técnicas para aguantar apoyos laterales, lo que los expertos de la industria llaman precisión y efectividad, o por supuesto el confort a bordo, son datos periféricos, de escasa importancia en este reportaje.
Para ensamblar el superdeportivo de turno, ya sea en la década de los 20 del siglo pasado (Bugatti Atlantic, por el que en una subasta se ha llegado a pagar 30 millones de euros) o en los últimos salones de Ginebra (McLaren MP4-12C de 600 cv y 330 km/h o Ferrari F12 Berlinetta de 740 cv y 340 km/h) todos los diseñadores e ingenieros parten de una fantasía, una imagen mental, un estado de ánimo. Es su forma de expresarse, de verbalizar sus pensamientos más íntimos. O como dijo Gordon Murray, uno de los diseñadores más célebres en la historia de la F1, el responsable, ente otros, del monoplaza MP4/4 de McLaren con el que el brasileño Ayrton Senna ganó su primera corona mundial: “muchos de mis desarrollos están basados en un recuerdo de niñez”, un sueño inalcanzable para el común de los mortales.De una fantasía o de un recuerdo de la niñez, diseñadores como Gordon Murray han creado algunas de las joyas automovilísticas más célebres
En la memoria de los más mitómanos, los primeros Lamborghini, el pionero Miura (1966) con el primer motor central V12 en un modelo de calle (262 km/h), y más tarde el Countach (1974), con sus particulares puertas de apertura vertical y un diseño que en la actualidad resultaría todavía moderno. Este Lamborghini Countach, que desde Ford catalogaban como una imitación de su GT40 (1964), alcanzaba los 290 km/h con una potencia máxima de 375 cv.
En la década de los ochenta, Ferrari y Porsche tomaron el relevo. Eran tiempos del ‘Grupo B’ del mundial rallys, los años locos de la competición más salvaje, y los fabricantes aprovechaban para importar y adaptar sus máquinas del mundial de rallys a modelos de calle. De aquel contexto nació el Porsche 959 (1987) con propulsión a las cuatro ruedas: un seis cilindros turboalimentado de 450 cv que alcanzaba los 317 km/h.¿Fue el 959 el mejor Porsche de todos los tiempos?
Por su parte, los del ‘Cavallino’ demostraron al mundo entero, era 1984, en pleno Salón de Ginebra, que podían construir los coches más bellos del planeta: en aquella muestra helvética el Ferrari 288 GTO (Gran Turismo Omologato, su nomenclatura en italiano) latía al ritmo de un motor V8 longitudinal auxiliado por un doble turbo, de 400 cv, 4,9 segundos en el 0 a 100 km/h y ¡305 km/h de velocidad punta! Tres años después, en 1987, surge el Ferrari F40, basado en el prototipo GTO Evoluzione del que heredó su sistema de sobrealimentación biturbo: su relación peso/potencia rompe con las pesadas carrocerías del pasado y abre un nuevo camino para los investigadores e ingenieros, la fibra de carbono.
Ya en los años 90, Gordon Murray creó para McLaren una obra sublime, ingeniosa desde el punto de vista artístico y más valiosa si cabe a nivel técnico: el McLaren F1 de 1994 con el primer bastidor de fibra de carbono en un coche de calle, ya estrenado por la propia escudería británica en los años 80 en la competición de monoplazas más célebre del planeta. Aquella criatura, que además de aligerar su peso (de apenas 1,2 toneladas) tenía unas dimensiones más compactas (4,28 metros de longitud) que sus antecesores, fue considerado por crítica y público el ‘Supercar de los 90’. Suponemos que sus 380 km/h de velocidad punta tendrían algo que ver.Con el primer bastidor de fibra de carbono en un coche de calle, el McLaren F1 de 1994 fue considerado el mejor superdeportiva de su época
Contra McLaren, la ‘dolce vita’ de los italianos de Lamborghini, que en las dos últimas décadas (1990-2012) han encadenado tres modelos sucedáneos: Diablo (492 cv), Murciélago (580 cv) y Aventador (700 cv), coches ingobernables por su elevado peso, entorno a 1,6 toneladas de peso, con robustos motores V12, pero con velocidades supersónicas, 325, 330 y 350 km/h, respectivamente.
LOS SUPERDEPORTIVOS DEL SIGLO XXI
Con el cambio de siglo toma el mando de este ranking de superdeportivos históricos el ‘recordman’ Bugatti Veyron (2005), con cifras inalcanzables para el resto: 1.001 cv de potencia y 405 km/h de velocidad máxima (2,5 segundos de 0-100 km/h) gracias a dos motores V8 con 8.0 litros de cilindrada y cuatro turbocompresores. El propio Veyron fue evolucionado cinco años más tarde, dando lugar al Veyron Super Sport, 1.200 cv de potencia y 431 km/h de velocidad máxima homologada.
En los últimos años han calado los superdeportivos elaborados casi artesanalmente, lejos de los centros de desarrollo de los grandes fabricantes de siempre, creando coches aparatosos, estrambóticos en algunos casos, con una evolución aerodinámica pluscuamperfecta (que impiden a estos coches despegar del suelo, y no es una exageración). Hablamos de artilugios como, el Pagani Zonda C12 S (2001), con un propulsor V12 de 7.3 litros de origen Mercedes-AMG capaz de desarrollar 543 cv y con una velocidad tope de 355 km/h; o el Koenigsegg CCX de 800 cv y 388 km/h de punta.Si no fuese por la aerodinámica, algunos de estos superdeportivos volarían
Nuestro ranking de superdeportivos históricos (velocidad máxima) es:

1. Bugatti Veyron Super Sport (2010)     431 km/h
2. Bugatti Veyron (2005)                       405 km/h
3. Koenigsegg CCX (2006)                      388 km/h
4. McLaren F1 (1994)                             380 km/h
5. Pagani Zonda C12 S (2001)                 355 km/h
6. Lamborghini Aventador (2011)             350 km/h
7. Ferrari F12 Berlinetta (2012)                340 km/h
8. Lamborghini Murciélago (2002)             330 km/h
9. McLaren MP4-12C (2011)                    330 km/h
10. Lamborghini Diablo (1990)                  325 km/h
11.  Ferrari F40 (1987)                            323 km/h
12. Porsche 959 (1987)                          317 km/h
13. Ferrari 288 GTO (1984)                     305 km/h
14. Lamborghini Countach (1974)             290 km/h
15. Lamborghini Miura (1966)                   262 km/h
16. Ford GT40 (1964)                             257 km/h

*Se ha buscado la ecuanimidad con coches influyentes de todas las décadas

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