Peugeot 308 SW

El espectro de carrocerías ‘break’ del mercado crece y crece con la intención de combinar su tradicional funcionalidad con un incipiente atractivo estético capaz de cautivar a públicos de diferente índole, principalmente, para que negarlo, competir con los demandados SUV, que en el segmento C arrasan en Europa gracias a su imagen moderna, mientras que monovolúmenes y sobre todo berlinas pierden adeptos anclados en sus patrones de diseño tradicionales, inmovilistas.

En este contexto, todas las marcas generalistas han lanzado una ofensiva masiva para no dejar escapar ni un solo cliente que, cansado de sus anodinos sedán o monovolumen pero a los que los todocaminos compactos se les queda corto por espacio, necesita una tercera vía que conjugue espacio e imagen: los familiares compactos. Es el caso del Peugeot 308 SW, presentado en el último Salón de Ginebra 2014, y que cuenta con el mejor aval posible: derivar del compacto Peugeot 308, Coche del Año en Europa 2014.La segunda generación del 308 SW pierde la tercera fila de asientos en relación al modelo que se vende desde 2011
Del nuevo Peugeot 308 SW (Station Wagon), que llegará a España el 12 de mayo, ya se aceptan pedidos por un precio base de 17.850 euros (promociones y descuentos oficiales al margen), esto es, 600 euros más caro que su 308 5 puertas equivalente. Esa tarifa corresponde al motor diésel 1.6 HDi de 92 cv de potencia, con cambio manual de cinco velocidades –en el resto, de serie, la caja es de seis relaciones- y el acabado básico “Access” que incluye de serie aire acondicionado, radio con conexión bluetooth, LED diurnos en las ópticas delanteras (“Full LED” en los acabado superiores), la dotación de airbags al completo, o el control crucero, entre otros elementos.A igualdad mecánica y de nivel de acabado, el 308 SW es 600 euros más caro que el compacto
Precios oficiales:
Peugeot 308 SW 1.2 e-THP 130 CV Access: 18.050 €
Peugeot 308 SW 1.2 e-THP 130 CV Active: 19.700 €
Peugeot 308 SW 1.2 e-THP 130 CV Allure: 21.750 €
Peugeot 308 SW 1.6 HDi 92 CV Access: 17.850 €
Peugeot 308 SW 1.6 HDi 92 CV Active: 19.500 €
Peugeot 308 SW 1.6 e-HDi 115 CV Access: 19.250 €
Peugeot 308 SW 1.6 e-HDi 115 CV Active: 20.900 €
Peugeot 308 SW 1.6 e-HDi 115 CV Allure: 22.950 €
Peugeot 308 SW 1.6 BlueHDi 120 CV Active: 21.300 €
Peugeot 308 SW 2.0 BlueHDi 150 CV Active: 22.750 €
Peugeot 308 SW 2.0 BlueHDi 150 CV Allure: 24.800 €
Peugeot 308 SW 2.0 BlueHDi 150 CV Allure Automático: 26.000 €
Actualmente, la red de concesionarios de la marca sigue vendiendo el Peugeot 308 SW de primera generación (2011), un familiar muy especial que destaca por la modularidad de sus siete plazas interiores, particularidad que el nuevo modelo ha perdido por completo, ciñéndose a los moldes vigentes: un maletero descomunal, ganancia de espacio en las plazas traseras y todo en un envoltorio más aparente, y al mismo tiempo ligero, concretamente 140 kg. de rebaja total, entre otras cosas, al derivar de la nueva plataforma modular EMP2 que el Grupo PSA ya utiliza en el 308 o en el Citroën C4 Picasso.

Este tipo de plataformas, al estilo de la MQB del Grupo Volkswagen, permiten jugar con la distancia entre ejes y los anchos de vías ahorrando costes, como un niño moldea la plastilina. En el caso del Peugeot 308 SW, la longitud de la carrocería crece en 33 centímetros (4,58 metros) respecto al compacto, distribuidos en 11 cm. extras de batalla (logrando 3 cm. más de espacio para las rodillas de los ocupantes traseros) y 22 cm. más de voladizo posterior (consiguiendo un maletero de 610 litros, por los 420 l. que tiene el 5 p.).

En comparación con el anterior 308 SW (todavía vigente), a simple vista el nuevo modelo se caracteriza por una imagen exterior mucho más aplomada, con menos superficie acristalada, 8 cm. más de longitud (el 308 SW de primera generación mide 4,50 m.) y 6 cm. menos de altura (1,46 m. por 1,52 m.). Con este molde, las tres plazas centrales dejan de ser independientes, transformándose en una banqueta corrida en configuración 60/40 para ser abatida, y las dos plazas posteriores desaparecen.Deriva de la plataforma modular EMP2 de PSA, gracias a la cual se rebaja en 140 kg su peso total y se incrementa en 11 centímetros la batalla
Los 610 litros de maletero -con un piso de carga muy bajo- le colocan en las posiciones de privilegio del segmento por espacio de carga, igualado con el Skoda Octavia Combi y únicamente superado por los 624 l. del Honda Civic Tourer. El resto, cubican menos litros: VW Golf Variant (605 l.), Seat León ST (587 l.), Toyota Auris Touring Sports (530 l.), Renault Megane Sport Tourer (524 l.), Kia Ceed Sportswagon (510 l.) o un Opel Astra Sports Tourer, que con 4,70 metros de longitud (12 cm. más que el 308 SW) se conforma con 500 l. de maletero.610 litros de maletero colocan al 308 SW en los puestos de honor de la categoría
Además de los números, al 308 SW también le avalan todos los elementos útiles para ordenar la carga que puede montar, como por ejemplo, un cubre-equipaje que se enrolla con gran facilidad, los tiradores para abatir los respaldos traseros desde el mismo maletero conformando una superficie totalmente plana y pudiendo introducir objetos de hasta dos metros de largo (con 1.660 l. de capacidad total), unas guías laterales con ganchos cromados y una red para fijar maletas, un doble fondo con kit anti-pinchazos o dos guanteras laterales para almacenar pequeños objetos. Por el contrario, el separador de carga está disponible únicamente como opción en lista de accesorios de los concesionarios y no ofrece la opción de montar una apertura eléctrica para un portón trasero, que dicho sea de paso, es grande pero se abre con mucha facilidad por su ligereza.

El resto del interior no ofrece novedades respecto al 308 compacto, con la configuración de volante-cuadro de instrumentos-consola central tan sui géneris, que odias o amas, pero que con el paso de los kilómetros (y en Autocity entre ambas carrocerías del 308 ya llevamos bastantes), terminas por adaptarte e incluso añorarlo por un alto nivel de manejabilidad. Por el contrario, un sabor más amargo nos dejaron los asientos en cuero de las versiones Allure -supuestamente deportivos-, algo duros al paso de los kilómetros y a los que no es fácil encontrar una postura cien por cien ergonómica. Mientras, los huecos para depositar objetos de diferente tamaño están muy bien repartidos, siendo especialmente generosos los de los paneles de las puertas y el central entre las dos plazas delanteras, y el pomo del cambio manual queda muy a la mano para su un manejo cómodo y directo.

Por calidad general en la construcción del habitáculo (salpicadero fabricado en material mullido, volante forrado en cuero o inserciones en negro lacado o cromado) y por su alto nivel de equipamientos en seguridad activa (asistente de ángulo muerto, alertas de precolisión o de cambio de carril involuntario, control crucero adaptativo, o el parking automático en paralelo y ahora también en línea asociado a la cámara trasera) se puede hablar de un familiar compacto de postín, que bien podría poner en apuros a su hermano mayor el 508 SW (segmento D), éste más caro y con menos maletero (512 l.).
La presentación del nuevo 308 SW, en Normandía (Francia), nos permitió probar las nuevas motorizaciones que, también estarán presente en la carrocería de cinco puertas. En el familiar, la oferta de motores se simplifica, con el nuevo PureTech 1.2 e-THP 130 como única opción en gasolina hasta que en verano llegue una evolución de potencia inferior del mismo motor, 1.2 e-THP 110. En ciclo diésel, se mantienen los bloques 1.6 HDI de 92 y 115 cv, aunque cobran protagonismo la nueva familia de motores BlueHDI, 1.6 de 120 (3,2 l/100 km. de consumo homologado) y 2.0 de 150 cv (4 ó 4,2 l/100 km.), éste con la opción de combinarse con una transmisión automática seis marchas de convertidor de par hidráulico con tecnología Quickshift para favorecer cambios más rápidos y menos bruscos. Estrena mecánicas gasolina PureTech y diésel BlueHDI, lo que enriquece su lanzamiento a partir del 12 de mayo
En un primer contacto tuvimos la oportunidad de probar más a fondo el 308 SW 1.2 e-THP de 130 cv de potencia a 5.500 rpm y 230 Nm de par motor a 1.750 rpm. Excelso por su suavidad, sin apenas vibraciones que delatasen su constitución tricilíndrica, y con una extraordinaria elasticidad. Si acaso se queda algo vacío por debajo de las 1.500 vueltas, cuando comienza a estar disponible el 95% de su par motor máximo, teniendo que calcular mejor el momento exacto del cambio de marcha. La sexta velocidad es, por el contrario, muy larga, de deshago para carretera, favoreciendo a que los consumos (homologados de 4,9 litros, equivalente a 113 g/km de emisiones de CO2) reales se mantengan sobre los 7 l/100 km. sin miramientos con el acelerador y por un recorrido desfavorable.

Sus prestaciones son muy buenas (205 km/h de velocidad punta y 10 segundos en aceleración de 0 a 100 km/h) y sus recuperaciones sorprendentes para su cilindrada, permitiéndonos hasta cierto punto olvidarnos del pomo del cambio en marchas intermedias. Además, nuestra unidad de prueba contaba con el modo de conducción “Sport” –activándose con un botón en la parte baja de la consola- que modificaba la asistencia de la dirección, la respuesta del acelerador, iluminaba en color rojo la instrumentalización y agravaba el sonido de escape de una manera demasiado artificial. El chasis, con una batalla alargada en esta carrocería familiar, ofrecía un aplomo más propio de una berlina que de un compacto: sin ser tremendamente ágil, su estabilidad en recta y curva es de las más elevadas de la categoría. En definitiva, un conjunto (308 SW-1.2 e-THP 130) a ponderar por prestaciones, consumo y precio, 18.050 euros con el acabado “Access”.

La estabilidad en curva y recta es más propia de una berlina que de un compacto

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