Mini Cooper Paceman

El Mini Paceman, la séptima carrocería de la gama MINI, es un coche con estética crossover, de corte deportivo pero inspiración urbana. Partiendo de la plataforma del Countryman, 13 centímetros más larga que la del Mini hatchback, el Paceman adopta estética de coupé, manteniendo eso sí, una mayor altura al suelo y un frontal más propio de un pequeño SUV que de un modelo urbano. De algún modo se podría establecer la comparación entre marcas del grupo BMW, en que el Mini Paceman es al Countryman, lo que su primo el BMW X6 es al X5. Ciertamente el nuevo Mini Paceman es un modelo más exclusivo, tanto que incorpora de serie elementos como la suspensión deportiva, cuenta únicamente con dos asientos en la parte trasera, y no habrá motores ni versiones de acceso básicas, puesto que la gama comienza con el Mini Cooper Paceman de 122 CV y tracción delantera que analizamos en esta prueba.

a favor-Imagen exclusiva-Suspensión firme pero cómoda-Comportamiento ágilen contra-Acceso a plazas traseras-Motor con poca fuerza a bajo régimen
La primera impresión que nos causa este nuevo Paceman, es muy positiva, con una carrocería musculosa, de estética claramente más masculina que el resto de la gama, y un interior que con su configuración 2+2, ofrece personalidad, calidad en acabados y materiales y plazas amplias a sus ocupantes. El acceso a las plazas delanteras y la posición de conducción es buena, con una postura a nuestro modo de ver más cómoda, gracias a la mayor altura del Paceman con respecto al resto de versiones de la gama Mini, exceptuando claro está, a su hermano el Countryman.
Con 4,11 metros, el interior está bien aprovechado, aunque solo contamos con 4 plazas y su maletero de 330 litros no está entre los mejores de la categoría. Pero el Mini Paceman es sobre todo un coche que se sale de lo común, tanto que en lugar de la quinta plaza que iría en la parte media trasera, nos encontramos con dos asientos individuales y amplios para las dos plazas traseras disponibles, separados por un raíl central de aluminio. En este llamativo gachet, que la marca llama Mini Centre Rail, se pueden encajar soportes para bebidas, un cenicero, un estuche para gafas, o varios tipos de soportes para teléfonos móviles. Esto dificulta en cierta medida el acceso a las plazas traseras, pues al tratarse de un coche de 3 puertas, si queremos que se acomoden dos personas en las plazas posteriores, nos vemos obligados a abrir las dos puertas y abatir los dos asientos delanteros.

Ya en marcha, el motor 1.6 Valvetronic de 122 CV es perfecto para moverse por ciudad, ágil y silencioso, y con unos consumos que el sistema Start-Stop se encarga de mantener bajo control. Con una dirección más bien rápida, una respuesta al acelerador correcta si no abusamos de marchas largas, y una postura de conducción ligeramente elevada, este Mini se mueve como pez en el agua en recorridos urbanos.El sistema Start-Stop maniente los consumos a raya en ciudad
En vía rápida este Mini Cooper Paceman se muestra también muy correcto, con una suspensión (deportiva de serie) que nos da confianza en todo momento pero que sorprende por su comodidad, y que hace que los trayectos de autopista o autovía sean sobre todo confortables, en parte gracias también a unos asientos cómodos. El motor de la unidad probada se muestra suficiente para mantener ritmos altos, pero que hace necesario que mantengamos la aguja del cuenta revoluciones por encima de la zona media si deseamos aumentar de velocidad en pendientes o acelerar con premura.
Tras un buen recorrido por vía rápida y autovía, en el que el Cooper Paceman nos ha dejado una muy grata sensación, llega el momento de abandonar este tipo de carreteras, y enfrentar a nuestro pequeño Crossover deportivo a una carretera de montaña. Gracias a su suspensión, más firme que la de un Countryman, y a una dirección rápida y precisa, enlazar curvas con este Paceman es un juego de niños, con la clásica sensación de ir en un Kart que transmite el Mini hatchback. Lo cierto es que en cuanto al comportamiento, este modelo nos recuerda mucho más al hatchback que al Countryman, lo que nos agrada especialmente en un coche del que por estética y orientación, se espera un dinamismo de conducción superior.

Sin embargo, cuando la carretera de montaña por la que estamos circulando empieza a coger inclinación y es necesario salvar pendientes ascendentes importantes, enseguida nos damos cuenta que este Mini Cooper Paceman pide más motor. Bien es cierto que estamos probando una unidad falta de rodaje, pero quien quiera rendimiento o sensaciones deportivas, deberá de optar por una mecánica superior. No quiero decir con esto que no sea posible ir rápido en carreteras de montaña con este Mini Paceman de 122 CV, pero sí que para hacerlo, hay que mantener en todo momento el cuenta revoluciones cerca de la zona roja, pues de lo contrario será fácil que a la salida de alguna curva nos encontremos con que el coche no acelera como esperamos, al no ser la capacidad de recuperación el fuerte de este motor.
Gracias a su mayor altura al suelo, solo 10mm más bajo de suspensiones que el Countryman, y a que a pesar de contar con suspensión deportiva de serie, esta no resulta especialmente incómoda, el Mini Paceman puede presumir de polivalencia para circular por caminos y carreteras en mal estado que podrían suponer una complicación para coches más bajos. Hemos podido comprobar que, con las limitaciones de la tracción delantera de la versión probada, el Paceman nos permite circular por caminos en buen estado sin problemas.

El consumo de la unidad probada se ha mantenido en todo momento en unas cifras contenidas, consiguiendo un consumo medio durante la prueba de 7,9 litros cada 100 kilómetros, medido por el ordenador de a bordo y circulando a velocidades legales en un recorrido mayoritariamente de autovía, pero que también ha incluido recorrido urbano, y varios kilómetros por carretera de montaña a ritmos altos. El precio del Mini Cooper Paceman es de 24.700€, mientras que si optamos por la versión Diesel, el Mini Cooper D Paceman, el precio aumenta hasta 25.750€. A falta de probar la versión diésel, a pesar de ser esta última menos potente (111 contra 122 CV), cuenta con un par máximo mayor, de 270 Nm frente a los 160 Nm de la unidad probada y un consumo más bajo, por lo que puede ser una opción más interesante para quien valore el consumo y la elasticidad, por encima de las prestaciones puras, que son mejores en el modelo de gasolina, pero por un margen bastante estrecho.

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