Márquez, víctima de un error de equipo más propio de la Fórmula Uno

Un error garrafal, reconocido por el italiano Livio Suppo, jefe del equipo Repsol Honda, que le marcó la entrada a talleres una vuelta tarde respecto a las permitidas por la dirección de carrera del Gran Premio de Australia, provocó la descalificación de un Márquez que marchaba segundo tras Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1).

El agarre del asfalto de Phillip Island fue el motivo de los cambios en la carrera que provocaron el error de Honda, dado que la dirección de carrera decidió hacer a los pilotos cambiar de moto con nuevos neumáticos, primero entre las vueltas 12 y 14 de un total de 26, y luego entre la novena y la décima, cuando el fabricante de neumáticos Bridgestone anunció que no garantizaba más de 19 giros.

‘El problema es que sabíamos que se debía entrar entre las vueltas nueve y diez, pero creíamos que la diez entraba dentro y éste ha sido el principal problema, pues el planteamiento estaba hecho y era entrar en la última que se podía y creímos que la última era esa; y yo he seguido lo que me han marcado desde la pizarra’, relató Marc Márquez al final de la carrera, que le había costado reducir su ventaja sobre Lorenzo de 43 puntos a los 18 actuales.

El enfado de Marc Márquez, es una notable excepción dentro del motociclismo, donde los cambios de vehículo son menos habituales y se conocen como carreras ‘flag to flag’ (bandera a bandera), y parecería más propio de un deporte como la Fórmula Uno, donde se ganan y se pierden carreras en los talleres de forma muy habitual.

El deporte de los monoplazas tampoco se libra de las desgracias para los deportistas españoles por malas gestiones del equipo o por errores fortuitos en los talleres. El español Fernando Alonso los ha sufrido varias veces en su carrera, algunos con consecuencias de pérdida de campeonatos.

Ése fue el caso del Mundial de 2010, en el que Alonso, ya en Ferrari, llegaba a la última carrera, disputada en Abu Dabi, con posibilidades de ganar su tercer Mundial. Sin embargo, la estrategia de equipo consistió en seguir al australiano Mark Webber (Red Bull), lo que provocó una parada demasiado pronto que dejó a Alonso bloqueado detrás del ruso Vitaly Petrov (Renault) y permitió al alemán Sebastian Vettel (Red Bull) llevarse la victoria y el título.

El asturiano también ha sufrido en sus carnes errores de tipo mecánico, especialmente en los inicios de su carrera. En 2006, el año que ganó su segundo título con Renault, realizó en el Gran Premio de Hungría una de las remontadas más espectaculares de su carrera: de la decimoquinta a la primera posición.

Sin embargo, la demostración de pilotaje se fue al traste con Alonso liderando la carrera, cuando tuvo que abandonar pasados los cincuenta giros al circuito de Hungaroring, debido a que en el repostaje anterior la tuerca de una de sus ruedas había quedado mal fijada.

La carrera de Hungaroring le volvió a jugar una mala pasada de nuevo en 2009, el segundo año después del regreso a Renault después del turbulento paso por McLaren, en el que de nuevo un error en la fijación de una rueda provocó que el neumático delantero derecho saltara por los aires.

Bastante más recientes han sido los errores que ha tenido que sufrir el australiano Mark Webber esta última temporada en Red Bull, que en el Gran Premio de Alemania también tuvo una rueda mal colocada que salió disparada a su salida de los talleres y que, a la postre, golpeó en un cámara que tuvo que ser atendido.

Por suerte, Marc Márquez confiará en no tener que realizar de nuevo un cambio de montura en las dos carreras que restan del campeonato, en Motegi (Japón) y Valencia, que se presentan como un formidable duelo con Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa en el que los errores de equipo quedarán seguro en un segundo plano.

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