Honda CR-Z

Ya lo prometía Honda desde desde que lanzó la renovación de su SUV compacto CR-V. Con plena confianza en el producto venidero afirmaban que en poco tiempo seríamos testigos de la creación del primer vehículo híbrido con enfoque deportivo, algo que cambiaría la percepción de este tipo de coches para todo el mundo, y la verdad es que tras ponernos al volante de este reducido coupé tenemos estamos seguros de que así va a ser. Por primera vez hemos experimentado la deportividad y el carácter en un vehículo creado bajo la premisa de preservación y cuidado del medioambiente, llegando a sentir unas sensaciones de conducción únicas.

a favorDiseño muy atractivoConducción deportivaMotor económico y cambio manual muy rápidoen contraPlazas traseras muy pequeñasUbicación de los asientos muy bajaDirección demasiado directa
El CR-Z presenta un concepto innovador que combina las ventajas de un vehículo de bajas emisiones con el comportamiento más deportivo conseguido mediante un eficaz cambio manual de 6 velocidades y una eficaz y elegante carrocería coupé que se basa en el concepto del mismo nombre presentado en el Salón del Automóvil de Tokio de 2007, reflejando ambos a imagen y semejanza el espíritu deportivo del antiguo modelo CR-X. Asimismo representa la democratización más evidente para el público de los modelos híbridos, transmitiendo una imagen de liderazgo de la marca japonesa en lo que a tecnología avanzada se refiere, principalmente en el aspecto ecológico.

Las características fundamentales del nuevo CR-Z son, por una parte su innovador diseño de coupé deportivo de tamaño muy reducido derivado de la plataforma de su hermano mayor también híbrido Insight, con una longitud de 4,080 metros y una anchura 1,740 metros, que brinda una agilidad excelente, un diseño interior ultramoderno y tremendamente ergonómico para favorecer el estilo de conducción más directo y la combinación de un conjunto motriz formado por un propulsor de gasolina de 1.5 litros i-VTEC y por un motor eléctrico IMA colocado entre el embrague y el de gasolina que asiste siempre a aquel para entregar una potencia conjunta de 124 cv a 6.100 rpm, logrando unas prestaciones realmente satisfactorias y nunca antes vistas en un vehículo híbrido.
El lanzamiento del CR-Z, que ya está vendiendose en Japón, está previsto para el 6 de junio y a unos precios bastante ajustados para tratarse de un modelo deportivo, puesto que parte desde los 21.900 euros para la versión básica Sport, pasando por los 23.400 euros de la versión intermedia y muy equipada GT y alcanzando los 25.200 euros para versión más completa de la gama GT Plus, donde no falta ni el techo solar. Además permite personalizar el estilo deportivo con dos líneas de accesorios, la línea Carbon, con accesorios de color oscuro y la línea Chrome, con detalles cromados.
Entrando de lleno en el segmento C, el CR-Z aporta grandes dosis de emoción al concepto de vehículos híbridos, buscando unas prestaciones similares a las de los vehículos convencionales. Por ello el diseño presenta unas líneas que buscan la máxima aerodinámica mediante una silueta en forma de cuña tan atractiva como eficiente. El frontal se caracteriza por un capó de baja altura y muy largo, con una inmensa entrada de aire en el centro del paragolpes hasta la altura del capó, que permite refrigerar al máximo la mecánica y transmite agresividad, flanqueado por unos aletines silueteados en los extremos del paragolpes que sugieren deportividad. La vista lateral es la que más recuerda al pequeño deportivo de antaño de la marca, el CRX, con un morro alargado y un habitáuclo corto que continúa hasta el final con una línea de techo con una descarada caída hacia una zaga partida muy original. Grandes pasos de rueda con llantas de alumino deportivas de 16 pulgadas, una línea de cintura muy elevada hacia la zaga y una zaga muy robusta caracterizan la imagen general del coche. La trasera presenta una luneta partida en dos piezas por un pequeño alerón, al estilo del Civic actual, que aunque impide la visión le otorga un aspecto realmente atractivo y sólido, sobre todo mediante unas impresionantes aletas sobredimensionadas y un paragolpes muy prominente.

La habitabilidad interior viene muy condicionada por un diseño muy afilado y reducido, para hacerlo más práctico en espacios pequeños, por lo que dentro han optado por una configuración de 2+2 asientos con unas plazas traseras muy pequeñas. El maletero en estas condiciones alcanza los 233 litros, que pueden ampliarse hasta 401 si se abate en un simple movimiento el respaldo de los traseros de una sola pieza, dejando un espacio muy amplio para transportar objetos voluminosos. Dada su condición deportiva, los pasajeros delanteros irán a sus anchas en unos asientos de corte deportivo de gran sujeción lateral ubicados en posición baja, lo que transmite aún más sensaciones de conducción.
Llama la atención el salpicadero casi espacial propio de los últimos productos de Honda, realizado en dos niveles diferenciados por el color oscuro de la zona superior que parece flotar sobre otro nivel inferior de color claro, con todos los mandos alcanzables para el conductor a un simple movimiento de su mano hacia los alrededores del cuadro de mandos, que tiene un aspecto realmente futurista con los relojes retroiluminados con efecto de tres dimensiones. Todo está enfocado hacia el conductor. Allí encontramos el sistema de climatización al lado derecho y la regulación de los espejos retrovisores, el control de estabilidad y tración desconectable VSA y el sistema de lavado de faros en el lado izquierdo, así como unos botones en el extremo que permite cambiar los modos de conducción que ofrece el nuevo motor. En la zona superior de la consola, realizada a modo de visera, presenta en los acabados superiores la pantalla en color del navegador y el sistema de audio integrado. Cantidad de huecos portobjetos recorren el habitáculo, tanto los formados por los guarnecidos de las puertas como dos huecos en la consola central, uno con tapa en la zona superior y otro de grandes dimensiones en la zona inferior, con un espacio específico para conectar las fuentes de audio auxiliares y dos para las bebidas. El aspecto de los materiales es intachable, con una gran calidad percibida en la zona del salpicadero y de las puertas. En los acabados altos de gama la tapicería es de piel a juego con los guarnecidos.
Como equipamiento de serie en la versión Sport no faltan entre los sistemas de seguridad el ABS con ditribuidor electrónico EBD, airbags frontales, laterales y de cortina delante y detrás, control de estabilidad y tracción VSA, ayuda de arranque en pendientes, sistema de iluminación diurna por led´s, anclajes isofix, faros antiniebla o inmovilizador antirrobo, mientras que en el campo del confort tiene climatizador, modos de conducción, radio CD y conectores auxiliares, arranque por botón, dirección asistida eléctrica EPS, volante deportivo de tres radios en piel con costuras azules, pantalla multiinformación, pedales de aluminio y ajuste en altura del asiento del conductor. El acabado GT añade control de velocidad, sensores de luces y lluvia, faros de xenón, alarma, sistema de audio de alta calidad con subwoofer, bluetooth, asientos calefactables, retrovisores plegables eléctricamente y sensores traseros de parking, mientras que la versión más alta de gama GT Plus incluye además tapicería de piel para los asientos delanteros y techo solar panorámico.
Pero lo más prodigioso de este modelo es el motor híbrido que lo mueva, una combinación entre un motor de gasolina de 1.5 litros con tecnología de distribución variable i-VTEC, con doble sistema de levas para ofrecer dos modos de conducción, y un motor eléctrico IMA de 10 kw, o lo que es lo mismo 14 cv, que se suman a los 114 cv que entrega el motor de gasolina consiguiendo en total 124 cv a 6.100 rpm y un elevado par motor de 176 Nm desde tan sólo 1.500 vueltas, un par máximo exacto al del Civic de gasolina de 1.8 litros con 140 cv. Estas buenas cualidades motrices unidas a un innovador cambio manual de 6 velocidades, asociado por primera vez a un motor híbrido, logra unas prestaciones insospechadas entre los coches con tecnología híbrida que hoy circulan por nuestras calles, alcanzando los 100 km/h desde parado en sólo 9,9 segundos y una velocidad máxima de 200 km/h. Los consumos sí que llaman poderosamente la atención para esas prestaciones, puesto que el consumo mixto lo deja en sólo 5 litros a los 100 km según datos oficiales, mientras que en urbano gasta sólo 6,1 litros a los 100 km, toda una proeza.

Como es un coche deportivo, se ha dotado al escape de un sonido grave a bajas vueltas y más agudo a alto régimen, algo que encontramos por primera vez en un coche de estas características. Por otra parte, se le ha incorporado un nuevo sistema de modos de conducción, denominado 3-Modes Drive System con el fin de adaptar el la conducción a las necesidades de conducción. Hay tres modos identificables con varios colores que inlfluyen sobre la capacidad de reacción del acelerador, sobre la dirección haciendola más o menos directa, la climatización y el grado de asistencia del motor eléctrico IMA, el modo Normal que pone los relojes de color azul, con una relación equitativa entre prestaciones y reducción del consumo, el ECON que se refleja en el cuadro en color verde, para priorizar las menores cifras de consumo y emisiones y emplearlo en atascos urbanos, y el Sport que luce en color rojo, para disfrutar de la conducción y potenciar las prestaciones.

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