Gama Corvette C6

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EL SUEÑO MAS ASEQUIBLE

El pasado año se puso a la venta la sexta generación del mítico deportivo americano Corvette, modelo que en España y otros mercados pasó a llamarse C6, ya que Corvette se creó como marca propia separándose de Chevrolet, aunque ambas sigan perteneciendo a General Motors. El segundo modelo de la marca Corvette fue el Cabrio, que llegó esta misma primavera; y en breve aparecerá la tercera versión, la más rápida jamás lanzada por GM para un modelo de producción: el Z06.
  Además de formar parte por derecho propio del reducido club de los “deportivos de ensueño” -donde apenas pueden militar los Porsche 911, Ferrari, Lamborghini, Aston Martin y pocos más- los Corvette destacan por poseer un precio mucho más bajo que la mayoría de sus rivales. Evidentemente no son asequibles, porque hablamos de automóviles de más de 400 cv y 300 km/h de velocidad máxima, pero los 67.950 euros que cuesta el C6 Coupe-Targa o los 77.950 euros del C6 Cabrio son muy contenidos teniendo en cuenta lo que ofrecen. Del impresionante Corvette Z06 de 500 cv y 319 km/h también nos sorprende gratamente su precio, pues cuesta 88.540 euros y es más rápido ningún otro vehículo de similar coste, encontrándose al nivel de los que le triplican en precio.
Gracias al Cadillac & Corvette Tour (actualmente los Corvette se venden en concesionarios compartidos con Cadillac) tuvimos la ocasión de conducir este soñado deportivo estadounidense, y además por partida doble, pues contamos con el C6 Cabrio con cambio automático y con el C6 Coupe-Targa con cambio manual. El tercer miembro de la familia, el Z06, todavía no circula por nuestras carreteras, pero en Cadillac Iberia están muy contentos debido al considerable número de pedidos que ya han recibido. Las primeras unidades se comenzarán a entregar en enero de 2006.
Pero mientras esperamos a “la bestia” nos pusimos al volante de los C6, los cuales ofrecen tanto potencial que no nos podemos ni hacer una idea de lo que puede ser subirse al Z06. Sólo con leer la carta de presentación del Corvette C6 (6.0 V8 de 402 cv, 300 km/h y 4,3 segundos de 0 a 100 km) podemos esperar unas fuertes sensaciones, pero luego en la práctica resultan ser todavía más positivas. Además, por el contrario a la creencia de que los coches americanos quedan por detrás de los europeos en tecnología, en el caso del Corvette C6 se ha trabajado excepcionalmente en el chasis, empleando muchas partes de aluminio y logrando un peso muy ligero (1.508 kilos), lo que facilita un comportamiento dinámico sobresaliente.
Nada más arrancar el Corvette C6 nos suben las pulsaciones, pues el V8 de seis litros empieza a ronronear. Es un sonido más bien grave comparado con el de otros deportivos, pero con unos tonos que ponen los pelos de punta. En el automático (que además no tiene función secuencial) el empuje no se ve muy comprometido gracias a al enrome par motor (546 Nm a 4.400 rpm) y al buen trabajo de la caja; pero cuando probamos el manual de seis velocidades comprobamos como las sensaciones sí se limitan con el automático. Reloj en mano la diferencia no es tanta (4,3 segundos frente a 4,8 segundos en el 0 a 100 km/h), pero se nota.
Abordamos las primeras curvas y el Corvette nos comienza a transmitir una confianza bestial, por sus suspensiones, por los enormes neumáticos (245/40 Z8 18 delante y 285/35 ZR 19 detrás) y también por lo ancho que es. Lógicamente es duro, pues se trata de un deportivo puro, pero no es de los más radicales que hemos probado, alcanzando cierto confort si la carretera no es muy bacheada. Nos encantó el tarado de los controles electrónicos de tracción y estabilidad, ya que si bien es un elemento importantísimo en este vehículo, temíamos que limitara el placer de conducción. Nada de eso, la centralita se encarga de dejarnos disfrutar con leves pero apreciables movimientos del tren trasero; eso sí, enseguida nos “recoloca” el coche en la trazada, y además, al tener tanta reserva de par, en ningún momento notamos perdida de empuje ni sensación que nos esté frenando en avance del vehículo. Seguramente, probado en un circuito por un conductor no muy experimentado se marcaría mejores tiempos con los controles electrónicos conectados que desconectados.
Para terminar los comentarios del comportamiento dinámico, decir que su ligereza, sus neumáticos Good Year F1 y, sobre todo, sus enormes frenos, hacen que el C6 se detenga en un tiempo reducidísimo. Por último, el sistema Head Up Display (que proyecta la velocidad y rpm en el parabrisas) además de hacernos sentir como en un caza F-18, nos permite concentrarnos en el pilotaje perfectamente. En definitiva, un superdeportivo que ha escrito uno de los capítulos más gloriosos de la historia del automóvil, y que tras más de 50 años de existencia sigue más vivo que nunca. Como dato de su exclusividad, decir que el objetivo de ventas para España en 2005 es de 60 unidades, aunque fijándonos en el acumulado del año estos planes se están superando.
Enrique Marco, Autocity.
6 de Octubre de 2005

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