Ford Thunderbird Fab1

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TIENE SEIS RUEDAS, VUELA, NAVEGA, ¡Y ES ROSA!

Aunque la película en la que aparece este espectacular prototipo ha pasado sin pena ni gloria por las pantallas, al Thunderbird Fab1 no le faltan atributos para llamar la atención de quien lo vea. por tierra, mar y aire. Soñar es gratis, y ya que la ficción pone de su parte lo que técnicamente no es posible, hasta se puede hacer que el aparato tenga un toque ‘glam’ muy de moda.

Dirigida por Jonathan Frakes y producida por Working Title, Thunderbirds está basada en una serie de televisión. Esencialmente se trata de un reposición de la emisión original, que estará protagonizada por Bill Paxton, Ben Kingsley, Anthony Edwards y Sophia Myles, ésta en el papel de la joven Lady Penélope, conductora a la postre del fabuloso FAB1, nombre que viene de la matrícula que ya llevaba el Thunderbird de la serie televisiva original.
  El argumento va de fantásticas intenciones y todopoderosas organizaciones dedicadas a hacer el bien y ayudar a gente en apuros. Rescate Internacional es una fundación que persigue estos fines y a la que pertenece la citada Lady Penelope, mientras que Ford es otra organización, no tan literaria pero igualmente bien intencionada, encargada de proporcionar los vehículos necesarios para rescatar a quien haga falta.
Un práctico utilitario
A diferencia de la serie original de televisión, el nuevo FAB 1 no debía parecer pasado de moda ni tener un look formal. Era necesario que fuese grande para la gran pantalla, algo más grande de lo real, con fuerza y presencia.
Por ello, el Centro de Diseño de Ford Europa creó una versión fantástica del Ford Thunderbird, la limusina FAB 1 de Lady Penélope Creighton-Ward, un elegante vehículo de siete metros de largo y seis ruedas, con cabina en forma de burbuja, repleto de numerosos accesorios de alta tecnología y que en las secuencias clave de la película se transformase en una aeronave o en un deslizador acuático.
En Thunderbird también aparecen varios modelos de la producción actual de Ford en Europa, como el concepto Ford EX 4×4, que se puede observar claramente en una de las secuencias de persecución de la cinta cuyo desarrollo tiene lugar en Tracy Island o el Focus C-MAX del reportero de televisión, una Transit conectada vía satélite y unos cuantos Mondeo de la policía.
Ford también proporcionó los prometidos Thunderbird y Streetka -ambos de color rosa- para la flota que Lady Penélope tiene basada en su residencia campestre, Creighton-Ward Manor.
Interior: ¡antes muerta que sencilla!
El interior del FAB 1 parece sacado de los sueños de un adolescente de los años 70, con abundantes ornamentos en piel de boa, cuero, madera y cromados. Vamos, como un poco recargado, pero es que incluso el asiento de la glamorosa Lady Penelope es como el trono de la reina de un cuento de hadas.
En consonancia con el diseño ‘retro-futurista’ de la película, incorpora elementos clásicos, como la inclusión de diales e interruptores antiguos, mezclados con una estética de diseño más contemporánea y lujosa. Y es que detallitos no le pueden faltar a un coche de película que es capaz de navegar y volar sin más límites que la imaginación de sus creadores.
Todo un pasatiempos para los diseñadores
Seguramente los diseñadores de Ford Europa en el Reino Unido disfrutaron de lo lindo diseñando un coche tan descabellado, y de paso se encontraron con algunos divertidos problemas técnicos que resolver sobre la marcha, como la necesidad de hacer unos paneles de los que pudieran surgir unas alas, o cómo resolver los problemas cinemáticos de un doble eje delantero, en el que uno de los pares de ruedas debe girar más que el otro para poder girar.
Un problema este último que alguien en Ford seguro que aún tiene resuelto de los tiempos del Tyrrell P34 de Fórmula 1 (1976). Y ya que hablamos de rarezas con seis ruedas, ¿alguien recuerda el Panther Six? Apareció en 1977 y alcanzaba más de 320 kilómetros por hora gracias a su V8 8,2 litros de origen Cadillac, doble turbo y consumo obsceno seguramente. Era el coche más rápido del momento, se fabricaron solamente dos unidades y actualmente la única de la que se tiene constancia de su existencia pertenece al príncipe saudita Alwaleed Bin Talal. Por favor, si lee esto deme la oportunidad de poder tocarlo al menos…
Carlos Lera
3 de Noviembre de 2004

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