Focus ST-Mégane F1-Golf GTI

GTIs en pie de guerra

Dada la gran cantidad de modelos compactos de altas prestaciones que están lanzando al mercado todas las marcas y que están resultando la locura para la gente joven, y no tan joven, de nuestro país, hemos querido hacer una recopilación de los que a nuestro juicio son los más representativos de este segmento o los más deseados por el público.

Para ello hemos tenido en cuenta varios factores, sintiéndonos impulsados a realizarlo por la relevancia actual en el mercado, corroborada por los gustos y deseos de nuestros usuarios y por la gran cantidad de opiniones a favor y en contra que han generado en nuestros foros de opinión. Los requisitos para la elección de los modelos no han sido muy estrictos, aunque debían enmarcarse dentro de unos parámetros: tenían que ser modelos compactos, con motor de gasolina de menos de 6 cilindros, en configuración lineal, alimentados por turbocompresor, con potencias entre los 200 y los 225 cv, con una orientación verdaderamente deportiva y de 3 puertas a ser posible, aunque existe la excepción con uno de los contendientes, por su enfoque más discreto y camuflado. El diseño debía ser claramente deportivo, aunque con el toque de polivalencia que exige el segmento y el precio debía estar en unos márgenes similares.

Buscando por el segmento encontramos multitud de modelos con un enfoque y unas cualidades muy similares a los protagonistas de esta trilogía, en lo que respecta a sus cifras de potencia, a su comportamiento deportivo y sus cualidades de habitabilidad y confort. Entre ellos están el vitaminado Toyota Corolla TTE Compressor, descartado por falta de disponibilidad del modelo, el poderoso Opel Astra OPC, descartado por tener bastantes más cvs y por falta de unidades también, el señorial Audi A3 2.0 TFSI, descartado por no tener ese espíritu ‘racing’ que buscábamos, y muchos otros que descartamos por no alcanzar el rango de potencia que buscábamos. Existe otro segmento de compactos deportivos que se coloca por encima de estos en cuanto a calidad, motores y potencia, habitualmente con propulsores de 6 cilindros en V o en línea, que alcanzan los 250 cvs y con unas calidades de fabricación y un lujo interior bastante más amplios. Véase entre éstos últimos el BMW 130i, el Audi A3 3.2 FSI V6 Quattro, Alfa Romeo 147 3.2 V6 GTA o el Volkswagen Golf R32.
Pero al final de entre todos los modelos de este segmento de compactos deportivos que hay actualmente en el mercado, hemos elegido tres que están más al alcance del público, bien pudieran haber sido cinco o seis, pero la disponibilidad de estos vehículos es bastante escasa y ha sido imposible realizarla con más modelos. Exactamente quedan reflejados en estas páginas el Renault F1 Team con el número 000 de la edición limitada de los 150 que se han fabricado para nuestro país, el reciente y atractivo Ford Focus ST, además con el color naranja eléctrico que tanto ha calado entre el público y, como no, el incombustible Volkswagen Golf GTI, el precursor de este segmento y una referencia durante muchos años, liderando las preferencias de los más entusiastas del automóvil.
Las diferencias entre estos tres supergti´s son difíciles de encontrar por concepto, aunque a la vista saltan descaradamente. Todos ellos están concebidos para lo mismo, hacer disfrutar a sus dueños y pasajeros de cada segundo que permanezcan sentados tras los mandos de estas máquinas, haciendo de la conducción al límite un puro placer. Los precios son también distintos, puesto que mientras el Megane F1 Team, ya tiene una reedición, puesto que ha sido la primera edición limitada del Renault Megane Sport, cuesta 32.000 euros en su versión especial F1 Team, con más equipamiento e incluso con una gorra del equipo Renault F1 Team firmada, una camisa del Renault F1 Team y un lector de MP3 portátil de 128 Mb. Su equivalente en versión normal, Megane Sport, con la misma potencia y prestaciones se puede adquirir por 30.210 euros. Para adquirir el Golf GTI DSG en 5 puertas habrá que desembolsar una cantidad de 30.475 euros, siendo aún más atractivo el precio del Focus ST en color naranja opcional (1.200 euros) que sólo alcanza los 27.340 euros, aunque si se quiere el control de estabilidad ESP habrá que pagarlo aparte y el precio del navegador es de unos 3.000 euros, siendo mucho mayor que en la competencia.

Con pinturas de batalla

Las mayores diferencias las encontramos en el diseño exterior de cada uno de ellos, resultando el que más llama la atención el Focus ST, por su exclusivo color naranja y por la gran cantidad de aditamentos deportivos exteriores muy llamativos, aunque con una terminación y refinamiento exquisitos, como los grandes faldones que rodean toda la carrocería, sus llantas de 18 pulgadas de cinco brazos con las puntas dobles, las molduras laterales y los inmensos pasos de rueda, conservados de la versión de serie, pintados en el color de la carrocería, así como el escape de doble salida central cromada coronado el conjunto por un alerón trasero de grandes dimensiones sobre el portón.

La apariencia más deportiva, lo que se suele expresar como ‘el más gordo’, es el Megane F1 Team que se muestra muy llamativo, con un faldón delantero muy prominente con los antiniebla integrados en los laterales y uno trasero muy abombado, ambos con una amplia rejilla de nido de abeja central, unos faldones laterales más discretos dejando que el protagonismo recaiga sobre las deportivas llantas de 18 pulgadas multirradio en color antracita oscura con neumáticos 225/40, que dejan entrever el mejor equipo de frenado de la comparativa, con pinzas de cuatro pistones y discos perforados de gran tamaño de la marca Brembo, y una zaga de gran aplomo con el doble escape central.
Ya con el Golf GTI nos encontramos con una línea continuista de las versiones GTI de los Golf, históricamente un modelo que ofrece unas prestaciones cercanas a las de un deportivo, bajo una carrocería totalmente polivalente y discreta, es decir, el verdadero ‘lobo con piel de cordero’. Exteriormente sólo se diferencia de modelos básicos por unos paragolpes algo modificados, sobre todo el delantero con tres aperturas inferiores enrejilladas que permiten más ventilación al motor, similares a la parrilla central coronada por una línea roja en forma de ‘U’, las llantas de 17 pulgadas de nuestra unidad, opcionales de 18 pulgadas, de cinco brazos que dibujan cinco preciosos círculos y una trasera con un pequeño alerón y un escape de doble boca cromada en el lado izquierdo.

Ambiente deportivo

La apariencia de los interiores que caracterizan a cada uno de nuestros contendientes difieren mucho en su estilo, calidad de realización y enfoque. Comenzando por el más novedoso, el interior del Focus ST se aprecia como el más cuidado en sus detalles, con una homogeneidad en todos los instrumentos que lo coloca un paso por encima de sus rivales, cerca del Golf GTI pero alejado del Megane F1 Team. El tacto de los materiales es fabuloso en el Focus ST y en el Golf GTI, mientras no está tan cuidado en el Megane F1 Team, que además viene a ser como cualquier otro Megane, con la única diferencia destacable de la consola central en un material plástico brillante en color gris oscuro y los asientos de piel.

En conjunto, el Focus ST muestra una imagen muy deportiva que también se percibe muy elegante y bien terminada con unos materiales de tacto muy agradable, alternando el predominante color negro con ligeros detalles cromados y unos asientos Recaro opcionales tipo bacquet de piel, que también se pueden destinar a las plazas traseras dejando el habitáculo para solo 4 plazas, que convierten el habitáculo en un ‘cockpit’ de carreras. El cromo lo encontramos en los pedales, sobre el pomo del cambio con el logo ST, en los brazos del volante deportivo de tres radios también firmado, en los aireadores de la ventilación, en los aros de los relojes del cuadro de instrumentos, combinado con las agujas rojas de los indicadores y en los aros de los tres testigos adicionales sobre el salpicadero, de gran efecto visual y muy útiles en un coche de tan altas prestaciones, que reflejan la temperatura del aceite, la presión del turbo y la del aceite.
El interior del Golf GTI resulta también otro gran ejercicio de buen gusto y alta calidad, muy similar al de los modelos de serie con algunos detalles añadidos que nos indican que nos encontramos frente a una versión de altas prestaciones, como en el cuadro de instrumentos con un marcador que alcanza los 300 km/h o un cuentavueltas que enseña las 8.000 rpm, gran cantidad de elementos de aluminio pulido como en los relojes del cuadro de mandos, en el volante de tres radios, en los remates de los guarnecidos, en una tira por todo el salpicadero o en unos pedales muy deportivos, así como unos asientos anatómicos realizados por Recaro, opcionalmente en piel y sellados con las siglas GTI como en nuestra unidad, que sujetan el cuerpo como en los mejores coches de competición. El habitáculo destaca frente a la competencia por algo más de habitabilidad, sobre todo en lo que a espacio hacia el techo se refiere, y una facilidad de acceso extra gracias a sus 5 puertas, así como una presentación muy elegante con ciertos rasgos de deportividad. La conducción es extremadamente cómoda, gracias a una ergonomía perfecta en el conjunto de los asientos, regulables eléctricamente, el volante regulable en altura y profundidad, los pedales y la palanca del cambio.
El habitáculo del Mégane F1 Team es bastante similar al de los modelos de serie, destacando desde el punto de vista de la deportividad con detalles como las sujeciones laterales de los asientos delanteros, que en nuestra versión estaban tapizados con la opción de cuero, en combinación con los paneles interiores de las puertas. Las costuras de los asientos, volante y paneles de puertas, conjuntamente con los cinturones de seguridad, estaban realizados en color carbón oscuro en armonía con el color del habitáculo para la exclusiva versión F1 Team. El anagrama ‘F1 Team’ de la versión especial aparece por todo el habitáculo, desde en los umbrales de las puertas, los asientos delanteros, las alfombrillas, la placa del número de la serie limitada en la consola y hasta en los protectores de hombros colocados sobre los cinturones de seguridad. En la zona exterior el logotipo aparece en las aletas traseras de ambos lados y sobre el portón trasero. Algunos de los elementos que incorpora el F1 Team, al igual que el equipamiento Luxe de cualquier versión, que le distinguen de los Mégane básicos son los faros de xenon de serie, el control de presión de neumáticos, los retrovisores exteriores plegables eléctricamente, espejos de cortesía iluminados, tarjeta Renault manos libres, climatización automática con parabrisas atérmico, radio con cargador de 6 cd´s y 6 altavoces, portagafas y tapicería de los asientos mixta de cuero en los laterales y tejido en la zona central. Los relojes de la instrumentación y la caja de cambios está rodeada por marcos en color negro brillo, a diferencia de otras versiones.

Potencia a raudales

En cuanto a los motores y el rendimiento que entregan hay muchas diferencias, aunque finalmente no tanto en cuanto al comportamiento de cada uno de ellos. En principio todos utilizan la misma tecnología de propulsor ayudado por un turbocompresor con intercooler de grandes dimensiones, asociados todos ellos a cajas de cambio de 6 velocidades.

Aún así encontramos una gran diferencia, puesto que mientras el Megane F1 Team y el Golf GTI emplean un bloque de cuatro cilindros de 2.0 litros Turbo, el primero con 225 cv y el segundo con 200 cv (declarados, que en la práctica regala alguno más), el Focus ST recurre a un motor de cinco cilindros en línea de 2.5 litros de cilindrada de origen Volvo que rinde 225 cv a 6.100 rpm.

El tacto de cada uno de ellos también es muy diferente, puesto que el mayor par motor lo desarrolla el Focus ST con 320 Nm de par máximo que además mantiene desde las 1.600 a las 4.000 rpm, mostrando una aceleración fulgurante, un mayor empuje en marchas largas y bajas revoluciones y llevando a cabo las recuperaciones de 80 a 120 km/h unas décimas más rápido que sus oponentes, estando poco penalizado por sus 1.392 kg. En la aceleración del 0 a 100 km/h queda por detrás del Megane por solo 3 décimas, haciéndolo en 6,8 segundos.
El Renault Mégane con 225 cv a 5.500 rpm tiene una cifra de par intermedia de 300 Nm que entrega entre las 2.000 y las 6.000 rpm, transmitiendo al pedal una respuesta menos inmediata aunque más radical y puntiaguda a regímenes medios y altos, con lo que el empuje en marchas largas no es tan efectivo, no distanciándose de las recuperaciones del Focus gracias a un peso 37 kgs menor, pero mostrándose imbatible en la aceleración de 0 a 100 km/h, parando el crono en 6,5 segundos.
El Golf GTi se muestra como la opción más equilibrada del conjunto, no destacando ni en una medición ni en otra, aunque sí en una tercera que es respecto a los consumos, que gracias a su inyección directa consigue rebajar en algo las altas cifras habituales. Con su motor 2.0 FSI Turbo de inyección directa desarrolla una potencia de 200 cv a 5.100 rpm, la cifra menos potente de todas, aunque va acompañada también del menor sobrepeso del conjunto, quedándose en 1.336 kg, lo que favorece su motricidad y su agilidad. El par que desarrolla es el más bajo, con 280 Nm que entrega entre 1.800 y 6.000 rpm, aunque combinado con el fascinante cambio automático secuencial DSG de doble embrague consigue unas prestaciones excelentes, con unas recuperaciones tan fulgurantes como sus rivales aunque algo más lentas y acelerando de 0 a 100 km/h en 6,9 segundos.
En cuanto a las velocidades máximas acercan posiciones, por cierto todas ellas más que suficientes como para resultar difícil alcanzarlas por nuestras carreteras, puesto que el Focus ST alcanza los 241 km/h, el Megane F1 Team logra visualizar los 236 km/h y el Golf GTI los 233 km/h. A todo este alegre subir de vueltas acompaña un embriagador sonido procedente de los sistemas de escape, que han afinado sus músicas para emitir tonos más graves y que resulten más deportivos a pesar de su silenciosa mecánica turbo. El Megane suena grave, pero poco, hay que agudizar el oído para captarlo, mientras en el Focus se ha potenciado originalmente este efecto redireccionando un conducto desde la admisión hacia el salpicadero, denominado ‘Symposer’, para transmitir un sonido grave y muy intenso que pone los pelos de punta, aunque sin duda, el que a nuestro juicio es más acertado en su sonido deportivo que transmite su carácter lleno de rabia es el Golf con el cambio DSG, que en cada cambio de marcha deja escapar como una explosión o petardeo muy excitante por el escape, favorecido por la elasticidad del motor y su extremada facilidad para subir de vueltas. De hecho, ha encandilado a toda la redacción con ese sonido verdaderamente ‘racing’.

El tema de los consumos (todos datos oficiales) cobra importancia desde el punto de vista en que el Golf GTI es el único que emplea el sistema de inyección directa, que sobre el papel ahorra mucho combustible, aunque en la práctica algo menos de lo que promete. De todos modos se mantiene como el más ahorrador en todas las mediciones de consumo, con un gasto a los 100 km de 10,7 litros en ciudad, 6,2 solo por carretera y 6,9 en ciclos combinados, unas cifras muy bajas para sus grandes dosis de potencia que demuestran además el empleo de un cambio DSG exquisito (que además ayuda a rebajar el consumo) con unos desarrollos muy adaptados a la potencia del motor. Los altos consumos del Mégane, comparativamente más altos en ciclos extraurbanos y combinados, demuestran la elección de una caja de cambios relación cerrada con todos los desarrollos muy cortos, incluso la quinta y la sexta, alcanzando una cifra de 11,5 litros en recorridos urbanos, los 7 litros en desplazamientos exclusivamente por carretera y 8,8 litros combinando ciclos. Las cifras que obtiene el Focus ST están acordes con sus características, puesto que al montar un motor de más cilindrada hay que darle más de comer para mantener los mismos regímenes, mientras que la relativa baja cifra conseguida en el ciclo extraurbano se debe a sus desarrollos algo más largos en las marchas altas y al desahogo de su motor, marchándose hasta los 13,8 litros en ciudad, rebajando hasta los 6,8 litros el consumo por carretera y volviendo a subir hasta los 9,3 litros en consumos combinados.

El comportamiento de todos ellos se ha adaptado en mayor o menor medida a las altas prestaciones de sus motores, todos con acierto podemos decir sin duda alguna. No se echa de menos en ninguno de ellos mejores puestas a punto en sus bastidores, puesto que todos han retocado elementos del tren de rodaje como las suspensiones, las barras estabilizadoras, las vías ensanchadas, la dirección que se ha hecho más directa, los neumáticos deportivos de mayor sección y mejores propiedades de agarre, además de incluir entre la dotación de serie importantes elementos que garantizan las seguridad tanto activa como pasiva, empezando por los sistemas de frenado.

El Renault Megane destaca notablemente por su agilidad al afrontar cualquier curva, que rápidamente transmite las inercias de un eje al otro haciéndolo más juguetón que sus rivales, debido a la dureza de su suspensión, aunque siempre bajo amplios márgenes de seguridad, obligándonos a conducir con los cinco sentidos al 100% y con las sensaciones al límite. Con esta cualidad y la mayor capacidad de reacción al acelerador del conjunto, se muestra como el más radical de la comparativa. Los frenos realizados por Brembo, con discos ventilados y perforados de 312 mm delante y 300 mm detrás, desarrollan su cometido de forma espectacular y detienen el conjunto con mucha potencia.

El Golf por su parte, como una evolución deportiva más civilizada, aunque con los amortiguadores endurecidos, los muelles rebajados en 15 mm y las estabilizadoras más rígidas, transmite un mayor aplomo sobre cualquier trazado, resultando algo ‘menos divertido’ en tramos virados pero siendo bastante más fácil su conducción rápida por manos menos cualificadas. Lo que pone la guinda en el Golf y lo convierte en una máquina muy efectiva es el cambio DSG, sobre todo en el modo Sport o secuencial, que engrana una marcha tras otra en décimas de segundo sin ningún altibajo apreciable en el cuentavueltas, así como realiza automáticamente el ‘punta-tacón’ en reducciones, logrando un paso por curva rapidísimo ayudado por su ligereza. Los frenos, con discos ventilados de 312 mm delante y de 286 mm detrás, son muy buenos aunque no destacan frente a sus rivales.
En el Focus también se han retocado multitud de componentes del bastidor, mientras que por su refinamiento general se le ha dotado también de una funcionalidad y confort exquisitos. Su comportamiento se muestra siempre muy estable y aplomado en cualquier circunstancia, lo que se traduce en facilidad de conducción. Se ha construido un coche tan ágil, potente y rápido como práctico, confortable y refinado para el uso diario. Respecto al Focus de serie se ha endurecido la suspensión en un 30%, la estabilizadora trasera en un 5% y los muelles se han rebajado en 15 mm, además de haber aumentado la rigidez de la carrocería y haberlo dotado de una dirección electrohidráulica más directa y estable a alta velocidad. De parar el conjunto se encargan unos frenos sobredimensionados con pinzas de cuatro pistones delante que muerden discos ventilados de 320 mm, mientras que los traseros de 280 mm incorporan pinzas de dos pistones, mostrándose muy eficientes.

Focus ST: Deportivo y refinado

En un momento en el que incomprensiblemente la fiebre por los compactos de altas prestaciones están experimentando un ‘boom’ inimaginable, Ford se ha puesto manos a la obra y ha desvelado el Focus ST sobre la base de su superventas compacto, al que han dotado tanto de una espectacular musculatura como de unas prestaciones sobresalientes, conseguidas gracias a un poderoso motor de 5 cilindros en línea de origen Volvo con 2.5 litros de cilindrada y 225 cv de potencia. Aún con toda esta deportividad, el refinamiento interior nos indica que nos encontramos frente a un coche que perfectamente se puede utilizar a diario con altas dosis de confort.

El diseño exterior del Focus ST, es el que más llama la atención entre los deportivos compactos de actualidad, fundamentalmente por su color naranja eléctrico y por la gran cantidad de aditamentos deportivos exteriores muy llamativos, aunque con una terminación y refinamiento exquisito, como los grandes faldones que rodean toda la carrocería, sus llantas de 18 pulgadas de cinco brazos con las puntas dobles con neumáticos deportivos en medidas 225/40, las molduras laterales y los inmensos pasos de rueda, conservados de la versión de serie, pintados en el color de la carrocería, así como el escape de doble salida central cromada coronado el conjunto por un alerón trasero de grandes dimensiones sobre el portón. De hecho su imagen difiere muy poco de los coches de competición de la marca del óvalo que participan en el Campeonato Mundial de Turismos WTCC.

En conjunto, el Focus ST muestra una imagen muy deportiva que también se percibe muy elegante y bien terminada con unos materiales de tacto muy agradable, alternando el predominante color negro con ligeros detalles cromados y unos asientos Recaro opcionales tipo bacquet de piel, que también se pueden destinar a las plazas traseras dejando el habitáculo para solo 4 plazas, que convierten el habitáculo en un ‘cockpit’ de carreras. El cromo lo encontramos en los pedales, sobre el pomo del cambio con el logo ST, en los brazos del deportivo volante de tres radios también firmado, en los aireadores de la ventilación, en los aros de los relojes del cuadro de instrumentos, combinado con las agujas rojas de los indicadores y en los aros de los tres testigos adicionales sobre el salpicadero, de gran efecto visual y muy útiles en un coche de tan altas prestaciones, que reflejan la temperatura del aceite, la presión del turbo y la del aceite.
Por su motor de aluminio de 5 cilindros con 2.5 litros con turbo se coloca en el lado más prestacional dentro del segmento de los compactos deportivos. Entrega una potencia máxima de 225 cv a 6.100 rpm y un impresionante par máximo de 320 Nm a tan sólo 1.600 rpm manteniéndose hasta las 4.000 rpm sin flaquear, transmitiendo un empuje descomunal desde el inicio del cuentavueltas sin decaer y consiguiendo poner los pelos de punta a su ‘domador’ y a quien le acompañe. La velocidad máxima que alcanza esta máquina se coloca en los 241 km/h, tardando en alcanzar los 100 km/h desde parado sólo 6,5 segundos. Dado su alto cubicaje de motor se ven algo penalizados los consumos en ciclo urbano, alcanzando los 13,8 l/100 km y, aunque algo menos, también el ciclo mixto se coloca en 9,3 l/100 km, mientras el extraurbano, con una cifra de 6,8 l/100 km, es lógicamente más bajo, puesto que para circular a determinada velocidad necesita regímenes más bajos que motores más pequeños.

Viendo el amplio equipamiento de serie del nuevo Focus no dudamos ni un momento la intención de sus creadores de ofrecer una combinación exquisita entre deportividad y lujo. Por 26.140 euros del Focus ST básico dispondremos de elementos de seguridad activa como ABS con EBD y controles de estabilidad y tracción en combinación con el asistente a la frenada de emergencia EBA. La seguridad pasiva queda garantizada por airbags frontales, laterales frontales y de cortina en todas las plazas, así como un sistema de protección contra lesiones en el cuello y pedales y dirección colapsables en caso de accidente. El confort de los pasajeros no se olvida, poniendo a su servicio el climatizador dual independiente, la radioCD con lector de formato MP3 o los asientos Recaro, entre otros detalles de exclusividad. Los más ‘exigentes’ habrán de pagar como opción los faros de xenon adaptativos, el sistema V2C de control por voz o los asientos Recaro de piel de alta calidad, que restan una plaza al conjunto, a lo que podrán sumar además los 1.200 euros que cuesta pintarlo en ese precioso y original color naranja eléctrico de nuestra unidad.

Renault Megane F1 Team: Deportividad heredada

La marca Renault, con gran trayectoria en la realización de coches deportivos con gran éxito, lanza al mercado su nuevo compacto de altas prestaciones, el Megane F1 Team, para conmemorar la victoria del equipo Renault F1 Team en el Campeonato del Mundo de Constructores en Fórmula 1 con los pilotos Fernando Alonso, también vencedor en la categoría de pilotos, y Giancarlo Fisichella. Otro de los objetivos de esta serie limitada que recoge la evolución deportiva Renault Megane Sport Trophy sobre el básico Renault Megane Sport, es hacer frente a la dura competencia de los compactos de alto rendimiento con más argumentos, que proviene tanto de Europa como de Japón.

Sobre la base del Megane Sport Trophy, exclusivamente de 3 puertas, esta nueva edición incluye elementos estéticos que lo distinguen levemente, como un color de carrocería especial, el azul F1 Team, y los anagramas de F1 Team en los laterales y en la parte trasera, además del empleo de las mismas llantas de aleación multirradio de 18 pulgadas en color grafito con neumáticos deportivos 235/40. Los reglajes especiales del Sport Trophy los ha recogido el F1 Team, con una ‘transigencia’ notable de los controles de estabilidad y tracción, para dejar disfruar a los más entusiastas de la conducción deportiva sin perder la seguridad que caracetriza a la marca Renault.

ntre los elementos de alto rendimiento que mantiene esta versión F1 Team del Sport Trophy encontramos los discos delanteros y traseros ventilados y perforados con pinzas de freno de la marca Brembo, amortiguadores y muelles revisados y endurecidos específicos para este modelo, la dirección asistida más directa y precisa y el control de estabilidad ESP desconectable para disfrutar al máximo. Para adquirir este exclusivo modelo de altas prestaciones es necesario desembolsar 32.000 euros.
Exteriormente presenta una estética muy agresiva y rompedora, con una imagen potente y aplomada en primera instancia muy compacta. El aspecto es brutal, con el maquillaje característico de las versiones deportivas de la marca del rombo, como los faldones con rejilla especial, la anchura de las vías, ensanchadas respecto al modelo Megane Sport básico, las llantas de aleación de 18 pulgadas, y el doble escape central, todo envuelto en el color azul F1 Team exclusivo de esta versión.
El interior es a nuestro juicio demasiado sobrio y discreto, con un tono negro predominante que ofrece un ambiente agradable, con ligeros detalles ‘racing’ como el pomo, el volante y los guarnecidos de las puertas en piel perforada especial, la placa metálica identificativa de la serie limitada (el número 000 de las 150 unidades totales, correspondiente a la unidad de prensa), los protectores de hombros en los cinturones de seguridad delanteros con el anagrama F1 Team bordado en amarillo, como en las alfombrillas especiales de esta versión, o los relojes con fondo deportivo. Como buena versión deportiva los asientos son de tipo bacquet, que sujetan el cuerpo con buenas maneras, con material textil en la parte central enmarcado por los costados realizados en piel. La caja de cambios es más precisa que en el resto de las versiones del Megane, aunque sigue resultando algo áspera en la inserción de las velocidades. La dirección es muy directa pero muy poco sensible, como suele ocurrir con este tipo de direcciones eléctricas.
El motor es el clásico 2.0 litros con turbo, empleado por casi todas las marcas como una de las mejores bases para extraer las máximas prestaciones de un motor ligero y poderoso, que en este F1 Team rinde los mismos 225 cv a 5.200 rpm que en el modelo básico del que deriva, ofreciendo unas prestaciones excelentes en todo tipo de trazados, con una aceleración sorprendente de 6,5 segundos para realizar el 0 a 100 km/h. Se muestra pleno de fuerza a todos los regímenes, aunque a altas vueltas muestra mayores dosis de temperamento.

El comportamiento es muy noble, con un chasis muy a la altura de la potencia ayudado por unas vías ensanchadas que facilitan la labor de mantener el coche siempre sobre el asfalto y en la trazada. Se ha optimizado la rigidez del chasis con una suspensión muy elaborada que se ha endurecido respecto al modelo básico lo cual aumenta la velocidad de paso por curva, la máxima seguridad en apoyos fuertes y una frenada muy potente sin cabeceos.
También la seguridad pasiva, como es costumbre en la marca del rombo, está al más alto nivel con 5 estrellas en los test de protección de pasajeros ante accidentes, realizado por la famosa asociación alemana EuroNCAP.

Golf GTI: Un GTI en toda regla

Continuando con su tradición de deportivo compacto líder del mercado desde el año 1976 de su nacimiento, el Golf GTI muestra un diseño continuista muy discreto sólo con algunos aditamentos exteriores que lo delatan como modelo enfocado hacia la diversión, un coche creado para satisfacer todas las necesidades de un conductor, tanto el confort de desplazamiento como sus tendencias hacia la deportividad.

Entre los elementos que decoran exteriormente la imagen deportiva, tanto en su versión de tres puertas como la de cinco, encontramos las llantas de aleación de 17 pulgadas de serie o las de 18 opcionales, los paragolpes delantero y trasero abombados y hasta el suelo, el primero con rejilla de nido de abeja más agresivo y con mejor ventilación con tres grandes aberturas en negro, que contrasta con los colores de la carrocería, y una línea roja en forma de ‘U’ que, junto a las siglas GTI, es el rasgo característico para reconocerlo entre sus hermanos de sangre. El doble escape trasero en acero inoxidable, combinado con la exclusiva parte inferior del paragolpes y el discreto alerón sobre el portón, coronan la parte trasera. Lateralmente destaca principalmente con una suspensión rebajada en 15 mm que pega la carrocería al suelo, las pinzas de freno de 4 pistones en color rojo que muerden discos de gran tamaño y las taloneras y los embellecedores de los pilares en color negro brillante.

En el interior los asientos deportivos, eléctricos en piel negra opcionales de nuestra unidad, protagonizan la imagen general con las siglas GTI bordadas sobre los reposacabezas y se acompañan de un volante anatómico ‘racing’ de tres radios en piel con inserciones de aluminio y unos pedales metálicos muy deportivos. El aluminio se extiende a los detalles e inserciones del habitáculo, como los aros de los relojes del cuadro, una tira sobre el salpicadero y el marco del cambio, así como en el volante, el pomo de la palanca del cambio automático DSG opcional y en los pedales y reposapies. El cuadro de instrumentos también es exclusivo del GTI, con un cuentavueltas hasta 8.000 rpm y un cuentakilómetros que deja ver los 300 km/h. El resto de elementos del interior son comunes a los del resto de la gama Golf. Aunque los modelos deportivos no destacan por su habitabilidad, la versión de 5 puertas del Golf que analizamos, ofrece un plus en este sentido, permitiendo un acceso muy cómodo a las plazas traseras donde podrán desplazarse 2 pasajeros cómodamente y una en la zona central, aunque algo menos cómoda.

El motor es el poderoso 2.0 Turbo FSI de inyección directa de gasolina que hace gala de un temperamento deportivo muy poderoso gracias a sus 200 cv de potencia a 5.100 rpm y sorprende su fuerza de empuje a cualquier régimen, con un contundente par de 280 Nm entre 1.800 y 5.000 rpm gracias al turbocompresor y el intercooler, que empuja con mucha contundencia desde las primeras vueltas, algo similar a lo que se obtiene con un propulsor TDI. Corre más de lo que cabe esperar de un coche de 200 cv, sobre todo con el cambio automático secuencial de doble embrague DSG de 6 velocidades, que alcanza los 100 km/h desde parado en sólo 6,9 segundos, 3 décimas más rápido que con el cambio manual, mientras que la velocidad máxima es de 235 km/h. Es la primera vez en la historia que un coche de estas características deportivas con cambio automático logra mejorar las prestaciones de su homónimo con cambio manual. El consumo también se mejora en 0,1 litros a los 100 km con una cifra de 7,9 litros a los 100 km en ciclo mixto.

El comportamiento es exquisito, como los deportivos de pura raza, gracias a la suspensión con sistema McPherson delante y el sistema multibrazo trasero, empleado en esta 5ª generación del Golf, adaptados a las nuevas características del GTI, para lo que se ha incorporado un tren de rodaje deportivo, con la suspensión rebajada en 15 mm y nuevas barras estabilizadoras más resistentes. Los discos de freno también son de muy grandes dimensiones, deteniendo el conjunto en muy pocos metros. El equipamiento de seguridad de serie está al más alto nivel, con control de estabilidad ESP, reposacabezas delanteros activos, tres repocabezas traseros, hasta 6 airbags y un innovador control de presión de neumáticos.

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