Fiat 500L O.Ed. 1.3 Multijet-Ford B-Max 1.6 TDCi TitaniumX, nuevas esencias

El Fiat 500L y el Ford B-Max son dos ejemplos de estas nuevas esencias, el primer concentrado en el diseño y en un asombroso aprovechamiento del espacio y el segundo con el aporte de la tecnología que ha hecho posible la desaparición del pilar central, no sin solucionar los problemas de seguridad que hasta ahora han impedido esta solución.

Los dos son muy similares en concepto y cada uno gana en apartados distintos. El Fiat se lleva los mejor en los dinámico, con un bastidor que regala un comportamiento en todo tipo de superficies y trazados muy superior al del B-Max, aunque de este no puede decirse que su carácter dinámico sea malo o deficiente. Es bueno pero no llega a las notas del italiano.

Fiat ha arriesgado en el diseño del 500L. Se inspira en la faz del pequeño 500, una marca que induce a error, porque el 500L es de todo menos pequeño en comparación con el utilitario ‘fashion’ de la marca de Turín.

En poco más de 4 metros, Fiat ha logrado hacer un monovolumen de interior espacioso, especialmente para los tres ocupantes del banco trasero, con un maletero grande, de cien litros más de capacidad que el B-Max, al margen de un estilo en el habitáculo que llama la atención, además de ser agradable y original. Es uno de los pocos coches del mercado que admite a ocupantes de más de 2 metros de altura.

El Fiat 500L exhibe el mejor índice de volumen habitable del segmento, ya que los pasajeros disponen de un espacio total de 3,17 metros cúbicos en 4,14 metros.

La valía del B-Max se focaliza en el innovador concepto de puertas que permite una entrada diáfana al interior del coche de 1,5 metros, gracias a la apertura deslizante de las puertas y a la ausencia del incómodo pilar central ubicados habitualmente entre las dos puertas.

El sistema Ford Easy Access Door System fue desarrollado siguiendo un proyecto en el que los ingenieros ‘trabajaron de incógnito’ para observar a los conductores en su rutina diaria, como ir de compras o recoger a los niños en el colegio, con el fin de entender lo que quieren encontrar los automovilistas en un coche compacto.

La solución a la que llegaron combina puertas delanteras convencionales, con bisagras, y traseras deslizantes, en un nuevo diseño que integra la estructura de pilar central tradicional en las puertas delanteras y traseras, en lugar de formar parte de la carrocería.

La seguridad en impactos laterales está garantizada por esa estructura integrada en unas puertas que han sido reforzadas con acero de ultra resistencia al boro, un material que se emplea en el 58 % de las estructura de la carrocería y de las puertas. En un impacto lateral, los marcos de las puertas son los que absorben la energía.

El sistema está probado, según asegura Ford, mediante un procedimiento específica de ensayos que duró cinco años, periodo en el que se realizaron 5.000 colisiones virtuales y 40 choques reales

Por otra parte, el B-Max, en materia de diseño, hecha la salvedad del sistema de puertas, no aporta grandes valores, ya que se trata de una continuación de los rasgos de su pariente superior, el C-Max.

No obstante, gana en limpieza de algunos rasgos externos, mientras en el interior el ambiente es similar a la configuración de la marca en otros modelos. Desde el puesto de conducción destaca por un amplio dominio de lo que ocurre alrededor del coche.

Las versiones contrastadas en este caso están equipadas con los motores diesel equivalentes, aunque ambos se pueden adquirir con los novísimos motores de dos cilindros en el caso del Fiat y de tres cilindros en el de Ford.

Los diesel son dos conocidos, el 1.3 Multijet de Fiat y el 1.6 TDCi fruto de la colaboración entre Ford y el grupo PSA, ambos ya muy probados, pero en combinaciones distintas.

Los dos son semejantes en respuestas dinámicas, pero con una clara ventaja para el Fiat, que es menos perezoso en las recuperaciones y está mejor integrado en el bastidor del 500L, con un nivel de sonoridad netamente inferior al de Ford, que se exhibe muy áspero de acústica y tacto de utilización.

El de Fiat llega a desaparecer a ritmos de crucero, mientras el de Ford siempre avisa de su presencia acústica poco confortable, por lo que la opción de gasolina en este caso puede ser la mejor opción si los kilómetros a cubrir anualmente no suman una gran cantidad.

En lo que sí gana el de Ford es en la potencia y el consumo, si bien las diferencias en este apartado son escasas.

Aún con más caballos, el de Ford parece que los pierde en las fases de recuperación si no se ha mantenido el punto de régimen de la entrega de par, mientras en consumo la diferencia no llega al cuarto de litro cada cien kilómetros.

La reducción del consumo en el B-Max se debe a la tecnología ECOnetic, basada en la utilización de la dirección asistida eléctrica, el indicador de cambio de velocidad, el sistema de monitorización de la conducción Ford Eco Mode que ayuda a los conductores a adoptar unos hábitos más económicos al volante, y el dispositivo de regeneración de energía que carga la batería en el punto más económico de un trayecto. Medidas similares hace que en el Fiat el consumo esté en índices equivalentes.

Las sensaciones de conducción en los dos monovolumenes son muy distintas, empezando por las creadas en el puesto de conducción. En los dos es agradable: en el Fiat por la estética del diseño y la facilidad de lectura de la instrumentación y en el Ford por una línea de parabrisas baja que amplía enormemente el ángulo de visión hacia adelante. La instrumentación en el Ford es más completa pero también más engorrosa en la lectura y manejo.

Metidos en la faena de la conducción, el Fiat transmite mejores respuestas y una mayor percepción de seguridad, con respuestas del bastidor casi deportivas que sorprenden en una arquitectura monovolumen. El B-Max, sin embargo, sintoniza más con lo que se espera de un turismo monovolumen para uso familiar y conducción sosegada.

En ambos casos, los motores se muestran suficientes en términos de potencia, aunque algún caballo más ayudaría a solventar mejor los adelantamientos en las carreteras de doble sentido, en las que se debe disponer de un margen de seguridad para rebasar vehículos de gran distancia entre ejes.

Los equipos de frenos cumplen sobradamente en ambos coches, sin producirse grandes trasferencias de masa al eje delantero que harían perder parte de su eficacia.

En el B-Max se da una especial concentración de tecnologías inteligentes mediante el SYNC, un sistema de conectividad integrada activada por voz con el sistema de Asistencia en Emergencia, para llamar al operador local de servicios de urgencia en el caso de un accidente.

El SYNC permite la conexión de teléfonos móviles y reproductores musicales por Bluetooth o USB, la realización de llamadas con manos libres y el control de la música mediante comandos de voz.

Desde la perspectiva comercial, el Fiat 500L es una alternativa singular de compra. Es funcional, marca estilo y ofrece una calidad de conducción de nivel. Y el Ford B-Max es una apuesta común diferenciada por la tecnología de carrocería, con un comportamiento correcto si es comparado con el italiano, y también funcional.

En precio, el Fiat gana claramente, con un equipamiento muy completo, ya que se trata de la versión de entrada en el mercado a la que no le falta detalle, frente a un Ford mucho más caro, pero también muy equipado.

CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS

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500 L B-MAX

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Longitud 4,147 m. 4,077 m.

Anchura 1,784 m. 1,751 m.

Altura 1,665 m. 1,604 m.

Distancia entre ejes 2,612 m. 2,489 m.

Vía delantera 1,522 m. 1,492 m.

Vía trasera 1,519 m. 1,482 m.

Peso 1.315 kg 1.275 kg

Capacidad depósito 50 l. 48 l.

Capacidad maletero 500L 400-1.310 l.

Capacidad maletero B-Max 304-1.386 l.

Coeficiente aerodinámico N.D. 0,32

Posición motor Delantero, transversal

Alimentación Inyección directa por

‘Common rail’,

turbocompresor

e intercambiador de calor

Cilindros 4 en línea (16 válvulas)

Cilindrada 500L 1.248 c.c.

Cilindrada B-Max 1.560 c.c.

Potencia máxima 500L 85 CV a 3.500 rpm

Par máximo 500L 200 Nm a 1.500 rpm

Potencia máxima B-Max 95 CV a 3.800 rpm

Par máximo B-Max 215 CV a 1.750 rpm

Transmisión 500L Manual 6 vel.

Transmisión B-Max Manual 5 vel.

Tracción Delantera

Velocidad máxima 165 km/h 173 km/h

Aceleración 0-100 14,9 seg. 13,9 seg.

Consumo medio 4,2 l. 4 l.

Emisiones CO2 110 g/km 104 g/km

Impuesto de Matriculación Exentos

Dirección 500 L De cremallera con

servodirección eléctrica

Dual Drive

Dirección B-Max Asistida, eléctrica

Diámetro de giro 11,4 m.

Frenos delanteros 500L Discos ventilados (284 mm)

Frenos traseros 500L Discos sólidos (251 mm)

Frenos delanteros B-Max Discos ventilados

Frenos traseros B-Max Discos sólidos

Suspensión delantera Independiente,

tipo McPherson

Suspensión trasera Rueda tirada

con elemento torsional

Neumáticos 500L 225/45 R 17

Neumáticos B-Max 195/55 R 16

Precio 500L 17.290 euros

Precio B-Max 20.300 euros

RESTO DE GAMA

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Versión Cilindrada Potencia PVP

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Fiat

500L 1.4 1.368 c.c. 95 CV 16.700

500L TwinAir S&S 875 c.c. 105 CV 17.800

500L 1.3 Multijet II S&S 1.248 c.c. 85 CV 18.300

PROMOCIONES 500L

Bonus ECO Fiat, descuento de 1.000 euros

Financiación FGA GAP, descuento de 1.000 euros y 4 años garantía

Ford

B-MAX Trend 1.0 Ecoboost 999 c.c. 100 CV 16.200

B-MAX Trend 1.0 Ecoboost Start-Stop 999 c.c. 120 CV 17.000

B-MAX Trend 1.5 TDCI 1.498 c.c. 75 CV 17.000

B-MAX Titanium 1.0 Ecoboost 999 c.c. 100 CV 17.750

B-MAX Trend 1.6 Ti-VCT Powershift 1.596 c.c. 105 CV 17.600

B-MAX Trend 1.6 TDCI 1.560 c.c. 95 CV 17.600

B-MAX Titanium 1.0 Ecoboost S-Stop 999 c.c. 120 CV 18.350

B-MAX Titanium 1.5 TDCI 1.498 c.c. 75 CV 18.350

B-MAX Titanium 1.6 Ti-VCT Powershift 1.596 c.c. 105 V 18.950

B-MAX Titanium 1.6 TDCI 1.560 c.c. 95 CV 18.950

B-MAX Titanium X 1.0 Ecoboost S-Stop 999 c.c. 105 CV 19.700

B-MAX Titanium X 1.6 Ti-VCT Pshift 1.596 c.c. 105 CV 20.300

B-MAX Titanium X 1.6 TDCI 1.560 c.c. 95 CV 20.300

COMPETENCIA DIRECTA

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Modelo Cilindrada Potencia PVP

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Citroën C3 Picasso 1.6 HDI Excl. 1.560 c.c. 90 CV 20.765

Honda Jazz Hybrid 1.3 i-VTEC Eleg. 1.339 c.c. 98 CV 20.100

Hyundai ix20 1.4 CRDI GLS Classic 1.396 c.c. 90 CV 16.990

Kia Venga 1.6 CRDI Drive 1.582 c.c. 115 CV 19.154

Lancia Musa 1.3 Multiket Gold 1.248 c.c. 95 CV 20.098

Nissan Note 1.5 dCi Texna Sport 1.461 c.c. 90 CV 17.600

Opel Meriva 1.3 CDTI ecoFLEX Selec. 1.248 c.c. 90 CV 19.214

Renault Modus 1.5 dCi eco2 Evolution 1.461 c.c. 90 CV 17.750

Skoda Roomster 1.6 TDI Elegance 1.598 c.c. 90 CV 17.939

Subaru Trezia 1.4D S Limited Plus 1.364 c.c. 90 CV 22.000

Fernando A. Marqués

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