Fenómeno Dacia

Desde las altas estancias del Grupo Renault existe una certeza inquebrantable que justifica el éxito de Dacia en países desarrollados y que toma relieve en el actual contexto de crisis generalizada: “una marca asequible sin sorpresas desagradables como ésta era necesaria”. Los hombres de Marketing de Renault, empresa matriz y propietaria al 99,3% de Dacia desde el año 2003, hablan de un mercado, el del automóvil, que está perdiendo parte de esos valores emocionales tan asociados a la compra de un coche nuevo. “El automóvil seguirá entrando por los ojos, es un producto que aporta prestigio y reconocimiento social, de estatus; y eso seguirá siendo así, pero también es muy notorio y valorado por los demás el hecho de comprarte un coche nuevo por menos de 6.000 euros, y más con la complicada situación actual”, afirman desde Renault España.
Antes del estallido de la crisis en España, Dacia era una marca marginal. En términos poco técnicos, era un “coche de pobre”. De aquella afirmación a hoy, primer trimestre de 2013, ha cambiado todo: en un ámbito general el crédito no fluye con lo que acceder a un coche de 30 o 40 mil euros no es tan sencillo como antes de 2008; en un ámbito personal la confianza del cliente mengua con un paro por las nubes asociado a la disminución de la capacidad adquisitiva de las familias; y en suma, está el ámbito sectorial, con una estructura debilitada por el cierre progresivo de concesionarios y otras empresas directa o indirectamente relacionadas con el automóvil que ha visto como las ventas han pasado de 1,5 millones al año a 700.000.Lo que antes era visto como un coche de pobres, ahora es para muchos la única manera de acceder al mercado de coche nuevo
Es más, aquella gente que se compraba coches de marcas premium (no lujo extremo, sino de berlinas o todocaminos de fabricantes alemanes de gran tradición, por ejemplo) ahora tienen serias complicaciones para vender esos automóviles, completamente devaluados en el mercado de segunda mano, porque el público potencial tiene la posibilidad de acceder a la compra de un coche nuevo por apenas 6.000 euros con Dacia, y en menor medida con fabricantes como TATA o Lada que a diferencia de Dacia no disfrutan de la infraestructura de un gran grupo automovilístico como Dacia tiene con Renault.


¿SON SEGUROS LOS DACIA?
Con los presupuestos cada vez más ajustados destinados a la compra del coche, el cliente valora otra cosa, además del precio, la seguridad. Y Dacia, que es cierto que en los test de EuroNCAP no alcanza las cinco estrellas, sí que puede presumir de la fiabilidad y resistencia de sus estructuras al ofrecer actualmente una gama de productos renovada basada en las plataformas de modelos antiguos de Renault. Dacia no es tecnología pero sí soluciones técnicas y mecánicas sobradamente rodadas y contrastadas en Renault.
Esta filosofía de Dacia sustentada en precio, resistencia y fiabilidad iba a tener un destinatario principal que eran los mercados emergentes, pero la estrategia del Grupo Renault se recondujo por las demandas que llegaron desde países del primer mundo castigados por la crisis de hace cinco años en Europa. La nueva realidad de Dacia es que en todo 2012 vendió a nivel global 360.000 coches (sirva como referencia que la española Seat del Grupo Volkswagen se ha quedado en 321.000 automóviles), esto es un 4,6% más que en 2011. En el caso de España, Dacia ya se situó por encima de las 18.000 matriculaciones en el acumulado de 2012, no es un mal dato, pero todavía alejado de los 84.500 en Francia, 46.590 en Alemania o 26.800 en Italia.Dacia vende más coches en todo el mundo que Seat
Este fenómeno Dacia se ha disparado en España con el arranque de 2013, donde la marca de origen rumano se sitúa en niveles muy próximos a históricos fabricantes como Ford o Citroën y sobre todo coloca como líder de enero con 1.692 matriculaciones a su utilitario Sandero (cuatro metros de longitud y 320 litros de maletero), por delante de modelos como Qashqai, Ibiza o C4 cuya calidad de acabados, variedad mecánica y equipamientos posibles dista considerablemente de lo que ofrece un Dacia básico, donde escasean elementos de la ‘era electrónica” como el cierre centralizado, elevalunas eléctricos delante y detrás, llantas de aleación, radio o aire acondicionado, ajustando el PVP del Sandero a 7.000 euros que con la prórroga del Plan PIVE II se quedan en esos increíbles 5.000 euros del famoso anuncio.

La gama más básica de Dacia es tan competitiva como poco equipada. Pero en los acabados más altos de un Dacia Duster o Dacia Logan se encuentran elementos de confort más sofisticados como sensores de aparcamiento, climatizador, sistema de navegación, o hasta tapicería de cuero, por poner algunos ejemplos. Son Dacia que se mueven en un escalón superior de precios, entre 12.000 y 15.000 euros, esa franja a la que se empiezan asomar grupos automovilísticos tan potentes como PSA con Peugeot 301 y Citröen C-Elysée y Volkswagen con Skoda Rapid y Seat Toledo, todas berlinas de tres volúmenes de bajo coste y gran capacidad de carga, atributos venerados en estos tiempos de recesión. Grupos como PSA y Volkswagen están lanzando productos de parecida filosfía a los de la gama Dacia
En definitiva, son tiempos de low cost en el sector del automóvil, como antes también ocurrió (o está ocurriendo) en turismo, moda, entretenimiento o medios de comunicación. Porque Dacia no ha inventado nada, en realidad, ha recuperado algo, la esencia del coche, muy alejado de la innovación permanente en la que viven instaladas otras marcas que necesitan de estas elevadas inversiones para avanzar y mantener su cuota de mercado. Dacia, no. Dacia utiliza soluciones del pasado y aprovechando los efectos de la crisis, su éxito se ha acelerado… habrá que esperar para saber qué ocurre cuando se recupere la normalidad. ¿Será Dacia una marca low cost global en un futuro próximo?

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